Inmarcesible

Capítulo (8)

 

<<Ana>>

 

La escuela hoy estuvo igual que todos los días, tareas y más tareas, Kelly no fue al igual que Alex, no se que mierda se traen estos dos y la verdad no se si quiera averiguarlo, Zack, por su parte se ah portado bien conmigo creo que quiere llevar las cosas bien y creo es mejor que nos llevarnos bien ya que ahora estamos solos en la casa.

 

Joder, esta mañana cuando estaba en la cocina y el apareció con solo un bóxer puesto, esta bien bueno pero no puedo estar siempre como una idiota cada vez que el se aparece por hay con bóxer mostrando todos sus músculos.

 

Ya en la casa abro la puerta y me dirijo a las escaleras, entró a mi habitación y me meto al baño, me quito la ropa y me meto bajo el agua fría de la ducha, joder está como un hielo pero aún así me gusta, me gusta el efecto que hace en mi piel, me gusta que se erice, es unas de las sensaciones que más me gustan, hablando de sensaciones porque no me eh bañado en la piscina, sin siquiera enjabonarme cojo la toalla y me envuelvo en ella, salgo del baño y busco en una de las gavetas de mi mesa de dormir  un biquini negro, me lo pongo y salgo envuelta en la toalla, la piscina queda detrás de la casa así que salgo, me alivia ver que el agua está muy limpia, me deshago de la toalla y la pongo en la silla que está pegada de la pared de la casa, me meto al agua de un tirón, que bien se siente el agua, esta está aún más fría que la ducha ya casi es invierno y el agua no pudo evitar ponerse fría, nado hasta el final de la piscina y salgo a la superficie.

 

Tengo planeado quedarme aquí hasta las seis, si, se que es mucho tiempo pero me encanta como se siente el agua y aún más me encanta cuando estoy acostada y siento como los golpes del agua golpean mi cuerpo me dedicó a nadar ya que a eso vine, aveces salgo a la superficie a respirar un poco pero vuelvo a nadar, minutos después, nah, horas más tarde salgo a la superficie y me encuentro a Zac sentado en la silla donde puse la toalla muy concentrado mirándome, joder, casi salto del agua del susto, ¿Que joder hace hay mirándome?.

 

– Te estaba buscando– dice parándose de la silla.

 

– A mi, ¿para que?– digo aún en la piscina.

 

– Si, llevas horas aquí, ya son las siete– dice mirándome .

 

– Y?– digo en fastidio.

 

– Que es muy tarde para que estes en eso piscina, te dará un resfriado– dice señalando la piscina.

 

– No me digas lo que tengo que hacer, ya iba a salir– digo disponiéndome a salir pero recuerdo que tengo biquini y no quiero que Zac me vea, nunca eh sido insegura pero no quiero que me vea.

 

– Ya, entonces sal– dice incitándome al salir.

 

– Me pasas la toalla?– pregunto.

 

– Puedes hacerlo tu ¿no?– pregunta con una sonrisa en los labios.

 

– Por favor– digo, no puedo creer que le esté diciéndole por favor a Zack, se queda unos segundos mirándome a los ojos pero luego me pone la toalla en la orilla de la piscina.

 

– Gracias– digo tomando la toalla– ¿te volteas por favor?

 

– En serio?– pregunta cruzando los brazos– No te veré.

 

– Aún así, quiero que te voltéese– digo mirándolo.

 

– Bueno– dice volteándose, salgo de la piscina lo mas rápido que puedo y me envuelvo en la toalla.

 

– Tienes hambre– escucho que dice.

 

– No– miento.

 

– Es que no comes?– pregunta volteándose por fortuna ya me había envuelto en la toalla.

 

– Si, como pero no voy a cocinar, si quieres puedes calentar de la comida que mamá dejo– digo dirigiéndome a la casa, si, se cocinar pero la verdad me da pereza hacerlo.

 

– No, no me gusta la comida calentada, yo cocinaré– dice siguiéndome.

 

– ¿Sabes cocinar?– pregunto.

 

– Se hacer algunas cosas.

 

– Bueno, esta bien– la verdad si, tengo hambre pero espero que sepa cocinar bien.

 

– Entonces, ¿quieres?– pregunta cuando llego a la puerta de mi habitación.

 

– Si, bajo en unos minutos– digo tomando la manilla de la puerta.

 

– Está bien– dice y baja las escaleras.

 

Cuando entre a la habitación me fui directamente al baño y me duche se que me había bañado en la piscina pero no me había enjabonado así que eso no cuenta, cuando salí busqué algo sencillo que ponerme ya que no iba a salir así que me puse un short corto, si, tengo muchos short pero es que me gustan y no puedo evitar ponerme uno, busco un abrigo blanco que me queda bastante ancho y me lo pongo, busco unas sandalias y me las pongo y me hago una coleta toda alborotada y por último me echo un poquito de colonia.

 

Ya lista cojo mi celular y bajo las escaleras, al terminar de bajarlas me recibe un aroma el cual conozco desde hace mucho, esto hace que mi corazón se acelere como loco, sigo el camino a la cocina lo más despacio que puedo para no caerme ya que mis piernas están temblando por dentro, ya en la cocina veo a Zack sirviendo la cena en los platos, maldición acaba de hacer la pasta con pollo y salsa de queso que mamá solía hacernos a mi y a Pili cuando estábamos chiquitos, si, pili apenas recuerdo su nombre.

 

Me dispongo a entrar a la cocina y me acerco a la mesa, me quedo mirando el plato unos segundos y luego levanto mi vista para ver a Zack, este me mira con una intensidad que ni siquiera quiero apartar los ojos, me mira como si quisiera decirme algo, vuelvo la vista al plato y se me escapa una sonrisa.

 

– ¿De que te ríes?– dice rompiendo el silencio y sentándose en la silla de la mesa que queda al frente mío yo hago lo mismo.

 

– Nada, es solo que me acorde de algo– digo cogiendo el tenedor.

 

– Que es?– pregunta mirándome.



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En el texto hay: misterio, reencuentro, amor

Editado: 23.06.2023

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