7- No llores Inanna.

Las luces fluorescentes me daban dolor de cabeza y no era solo eso, también la música a todo volumen que sentía que se me iban a estallar los tímpanos en cualquier momento. Había mucha gente que apretaba, golpeaba mientras bailaba y en una de esa sentí que me apretaron una nalga, que cuando me di la vuelta para darle un puñetazo al que fue, ya no estaba.

Todo estaba a oscura, que tuve que agarrarme al brazo de Cameron mientras lo guiaba pegado de mí.

Esta mierda me daba asco y solo tenía el impulso de encender la alarma de incendio para que todo el mundo se fuera.

<<Y no era una mala idea que digamos.>>

—¡No te despegue de mí!—me grito él por encima de la música.

Seguimos caminando alejándonos un poco de la multitud para ver si lograba encontrar a Sam, cuando lo vi a él sentado a una distancia de nosotros disfrutando y bebiendo como loco en un sofá grande con dos chica a cada lado. Pero Sam no estaba con él.

—¡Lo voy a matar!—camine furiosa hacia él llevándome a todo aquel que se me atravesaba.

Mathew noto mi presencia que solo me sonrió con su estúpida sonrisa malvada y alzo los brazos en señal de saludo cuando yo me acercaba.

—¡Ina...!—no le di tiempo de responder porque le di un solo derechazo que lo dejo tendido en el suelo agarrándose la nariz.— ¡Esta loca me la rompiste!

—¡¿Dónde está Sam?!—le grite apretando más los puños.

—¡No sé de qué me hablas!

—¡Claro que sabes, ella me dijo que le diste de tu porquería!

—¡Yo no sé dónde está. A lo mejor debe estar con otro tío que se yo!—me espeto furioso. Intento levantarse pero le di una sola patada entre la entre pierna que me nuble. Lo vi retorcerse de dolor.— ¡MALDITA INANNA!

—¡Si no quieres que tu papi y tío se entere de esto, es mejor que me digas donde esta o yo misma te asesinare!—lo señale ya más furiosa.

El idiota lloraba desde el suelo mientras la nariz le seguía sangrando. Él sabía que yo nunca me andaba con juego y solo por eso señalo un piso.

—¡B12!—me gruño y le termine dando otro derechazo.

—¡Eso es por lo de Sam!

Lo deje que siguiera llorando en el suelo, mientras la gente se acumulaba a su alrededor. Corrí todo lo posible por el pasillo, hasta que vi la puerta. Gire el pomo, pero tenía seguro.

—¡Mierda!— me revise de arriba abajo y no tenía nada encima que me pudiera ayudar abrir la puerta. Hasta que palme mi pelo y ahí tenía un ganchito.—¡Bingo!

—¡¿Sabes abrir cerraduras?!—se asomó Cameron por mi hombro, pero yo no tenía cabeza para nada más.

—¡Estoy cansada de esto, las personas como Mathew me agotan!—murmure molesta mientras hacia mi trabajo hasta que sonó el clic de la cerradura y abrí la puerta de par en par. La habitación estaba oscura y encendí la luz para encontrarme la peor escena que mis ojos pueden ver.

El alma se me cayó al suelo con solo ver la escena y eso que todavía no me acostumbraba. Sam estaba llorando en ropa interior sobre la cama, su cuerpo parecía como si estuviera inmóvil y un tipo la estaba besando por toda parte hasta que se detuvo al vernos.

—¡¿Que mierda hacen aquí?!—rugió el tipo molesto saliendo de la cama sin camiseta. Lo que yo sentía que se había perdido había vuelto cuando lo vi a él con pantalones. Corrí hacia mi amiga, que tenía los ojos cerrados, pero seguía llorando.— ¡No has escuchado...

—¡Cállate la boca!—me fui hacia él ya furiosa empujándola a un lado con tanta fuerza que se tambaleo un poco.— ¡Persona como tú me dan asco, es mejor que te largue de una vez porque ya llame la policía!

No sé qué más pasó, porque yo solo podía ver a Sam en esa cama en ropa interior que no podía ni mover un dedo. Escuche los gritos de Cameron pero yo lo único que pensaba era en vestir a mi amiga y sacarla de ahí de una vez.

Como pude la vestí con las manos temblorosas y los ojos vidriosos a punto de llorar, me costaba mucho hasta que unas manos en mis mejillas hicieran que lo mirara.

—Inanna mírame.—me llamo Cameron con voz tranquila.

Yo no quería mirarlo, necesitaba sacar a mi amiga de ahí. Esto es algo que no se lo deseo ni a mi peor enemigo y aunque muchos crean que porque una mujer salga un fin de semana a divertirse con sus amigos. No le da el derecho de abusar de ella, cuando una chica dice NO sea en cualquier estado que este, inconsciente, drogada, borracha o lo que sea. Es un NO que se debe tomar en cuenta, y no cometer una locura que más tarde terminara desgraciándole la vida a muchas.

Sentí un apretó en mi hombro para tranquilizarme y eso me calmo un poco. Él me ayudo y la saco cargada en sus brazos. Yo me apretaba a su brazo para no despegarme de ellos, porque todo estaba borroso y oscuro. Y las malditas luces no me dejaban ver bien.

Salimos como pudimos de ese sitio y llegamos a salvo al auto. Cameron la acostó en el asintió trasero y se acercó a mi asiento cuando me lleve las manos a la cara para apartar aquella imagen de mi mente otra vez.

—No llores Inanna, llegaste a tiempo.—me consoló él, pero yo sabía que eso era mentira.

Porque aunque haya llegado a tiempo quien dijo que ella no sufrió hasta que yo llegue, ni siquiera tenía el valor suficiente para reclamarle a ella y contarles la verdad a sus padres.

—Llévame a la casa de Alex.—susurre todavía con las manos en la cara. Él me las aparto y parpadee algunas veces para ver si era verdad lo que mis ojos veían.—¡Dios, en que momento te golpeo!—exclame asustada mirando la cortada arriba en la ceja que se veía inflamada y sangraba un poco.

—Cuando estaba en shock, pero eso no me importa.—me dio un beso dulce en la mano donde golpe a Mathew.—Lo que importa es que tu amiga está bien.

—¡Claro que no!—exclame molesta levantándome.— ¡Tú también me importa mucho y no me agrado que por culpa de Mathew tu pagara las consecuencia, esta mierda de lío familiar no nos deberían salpicar a nosotros!

Él me miro confundido y me sostuvo por los brazos para que lo mirara. Y fue ahí mi peor error, sus ojos volvieron a cambiar y estaba vez a preocupado.