—Yo no voy a decirle nada.
—Tenemos que decírselo los dos Ina, tarde o temprano se van a enterar.
—Pues que se enteren cuando ya me vean con la pasan, pero yo no pienso decírselo.
Cameron y yo llevamos media hora discutiendo en su auto. Mis padres junto con la familia de Cameron se la apañaron para hacer una cena hoy primero de noviembre. Si, una estúpida cena para hablar de los planes a futuro de Cameron con Regina cosa que los dejaras boca abierto ya que Cameron tiene una idea de cortar con la raíz del problema de una vez y esa solución es los bebes, cosa que me niego hacer.
No sé cómo Axel acepto estar reunido con los padres de Cameron, después de provocar hace un año todo el caos. Pero creo que todo tiene que ver mi madre u hermana. Sam ya había entrado primero que nosotros porque la invite y no pensaba dejarla sola en nuestro día, solo le dije que entrara que yo la seguía.
Solo sé que mi madre estaba con mi hermana adentro y alguien que ella había invitado, al parecer Ellie salía con alguien desde hace tiempo, pero lo mantenía muy oculto la señorita porque según ella tenía miedo que huyera al verme.
Bueno en lo que íbamos a Cameron se le ocurrieron de soltar la bomba hoy para salir de una vez del problema.
—Ina no te pongas terca en estos momentos.—me agarro la mano, pero yo la solté molesta. Yo no quería venir y tampoco salir del apartamento, solo quería estar con Sam viendo película o series, que Cameron sé dignó a dañar.
—¿Terca yo?—resople molesta.—Sabes muy bien que solo llevábamos cinco meses conociéndonos, y un año separado porque estaba internada, y ahora súmale los dos meses que salí. Si dentro de eso se cuenta nuestra relación, van a pensar que solo no me cuide para dañar tu carrera.
Era verdad, Cameron y yo no llevábamos ni siquiera dos años de relación y yo ya estaba embarazada de gemelos que podían complicarnos un poco la vida. Ninguno de los dos éramos niños, sabíamos lo que estamos haciendo, pero creo que el desespero de los dos cuando salí y nos volvimos a encontrar, pase por alto todo… bueno linda sorpresa.
—Me vale lo que piense, solo le vamos a decir que van hacer abuelos y ya.— dictamino Cameron ya molesto para corta la conversación.
Él salió del auto y yo lo seguí molesta, ¿Cómo podíamos pasar de feliz a molesto en segundo?
Ya adentro todos estaban celebrando muy felices, los gemelos corrían de un lado a otro con la hermana menor de Cameron y mi hermana. Sam estaba hablando con mi madre mientras que los padres de Cameron estaban hablando con mi padre y Trina que estaba repartiendo pasapalo que yo no acepte no por mala educación si no porque me entraron unas ganas de vomitar a verlo.
Solo me dio un antojo de helado que deje a Cameron solo con aquella gente y fui a la cocina por mi helado, casi me llevo el susto al ver a mi profesor Ty en la cocina con algunas bandejas de pasapalo como si estuviera ayudando a Trina.
—¡Dios! No me diga que este es su segundo trabajo.—me lleve una mano al corazón nerviosa porque yo no lo veía así.
Además que era un hombre joven y hermoso, le quedaba mejor el trabajo de psicólogo y profesor que estar aquí de mesero… ahora que lo veo mejor lleva una camiseta de manga corta negra con unos jeans negro que hace marcar su cuerpo de hombre trabajado.
—Ya quisiera.—se burló dejando la bandeja en el mesón mirándome con una sonrisa de oreja a oreja
—Entonces ¿explíqueme que hace mi profesor fastidioso favorito aquí?—me cruce de brazo enarcando una ceja esperando una respuesta que llego dejándome en shock cuando vi a mi madre entrar con una hermosa sonrisa de felicidad que llevaba años sin ver e igual a Ty.— ¿No me digas que tú?
Sí, me había quedado muda y no lo podía creer.
—He…—Ty se rasco la nuca nervioso antes de sonreírme con timidez.—Sorpresa.
<<¿Acaba de decir sorpresa o escuche mal?>>
No, no escuchamos mal. Dijo sorpresa.
—Me lleva el que me trajo.—murmure sorprendida yéndome hasta la nevera y sacar un envase de helado, pasando de las única personas que estaba mirándome, esperando una reacción que a lo mejor no iba a llegar.
<<Este día va hacer tan memorable, que habrá tanta sorpresa que nadie sabrá si serán buenas o malas.>>
Para cuando regrese con mi helado todos estaban riendo en la sala y comiendo esa comida que Trina repartía.
—…A mi esposa y a mí nos alegra muchísimo que nuestro hijo solo le falte poco para irse a New York.—comento el señor Courtney muy feliz.—No ha terminado todavía la universidad y ya le están lloviendo muchas oferta de trabajos.
—Me alegra muchísimo.—comento Alex regalándole una sonrisa hipócrita a Cameron que no dejaba de mirarme cuando yo solo me deje caer en el sofá comiendo helado, haciendo la idea que mi madre estaba saliendo con mi profesor y todos en esa casa a excepción mía lo veían bien.
Los gemelos, Catherine y Franyelys no dejaban de comer lo que Trina le había dado y se me sentaron a un lado, el olor a pollo me revolvió el estómago que por impulso me levante para alejarme de ellos y pararme a lado de Sam que no dejaba de hacer comentarios locos a mi madre que había regresado de la cocina con Ty agarrado de la manos y más felices que una lombriz.