Epilogo

Epilogo

Cada año me duele su ausencia como si hubiera muerto ayer. Parece mentira que lo perdí todo, la ciudad que me vio nacer, mi familia, mis amistades, el amor de mi vida… Lo que daría por recuperarte Sergio. Pero cruzar los límites de la muerte no es algo que aprobarías. Lo sé.

—Selt, ¿a dónde irás? —pregunta la madre de Sergio.

Ya he hecho mis molestas para emprender un viaje solitario. Soy inmortal y no hay forma de cambiar eso. Ya no puedo quedarme más tiempo.

—No lo sé. Conocer otros lugares supongo —me alejo de ese retrato familiar que me recuerda lo que he perdido. Un retrato de Sergio y sus padres.

—Siempre puedes quedarte. En mi casa siempre serás bienvenida —dice.

Ni ella ni su esposo están de acuerdo en que me vaya. Pero mi piel no sede ante la edad, y todos en pétalos de oscuridad se están percatando de mi inmortalidad.

No quiero lidiar con eso ahora, ni en un tiempo muy cercano; ya mi vida es bastante complicada siendo una Riquelme, hija de la peor bruja oscura que ha existido y haber sepultado una ciudad.

—Escribiré tantas veces como pueda —le prometo.

Su esposo comienza a sacar mi equipaje. Todavía no tengo un rumbo fijo. Lo que si tengo claro es explorar mi magia, aprender y fortalecerme. Con la destrucción de Enmerald la secta creada por mi madre debería haber sido sepultada con todo y los escombros. Pero, la realidad es que desconozco de los alcances de mi madre.

Y, quizás, deseo estar equivocada, todavía exista algún súbdito escondido mientras se calmen las aguas.

—Te vamos a extrañar —ella me rodea con sus brazos.

Hubiera deseado nunca tener que irme. De verdad lo intenté, una y otra vez acabar con esta inmortalidad, pero no pude. La magia que uso mi hermana es desconocida, y ni siquiera sé si algún día pueda liberarme de esta maldición. No puedo quedarme y verlos envejecer, verlos partir. No puedo.

—También los voy a extraña. Pero es lo mejor.

—Lo sé —hay lágrimas en sus ojos, y en los míos también.

—Cuídate mucho Selt. Siempre serás como una hija para nosotros —mi suegro deja un beso en mi mejilla.

Me limpio las lágrimas y camino hasta el carruaje. Subo sin mirar atrás.

Si consigo liberarme, regresaré.

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Les agradezco su fidelidad para con la saga Guardianes. El siguiente libro es Oscuros. Y ya esta disponible.