Inmortal. Guardianes 2. Origen de los oscuros

Capítulo 4: Memorias

Capítulo 4:

Memorias

 

—¿A dónde la llevaste?

No hace mucho que desperté en el piso de mi casa. El cuervo no se tomó la delicadeza de levantarme del suelo, sin embargo, Tanils no está aquí lo que significa que la ha llevado con algún sanador, y en cuanto a la rebelde de mi hija menor espero se encuentre en una de las celdas recibiendo un buen castigo.

Esa niña ha desatado un infierno en mi vida. Si no fuera por… el maldito de Simón me impide lastimar a esa chiquilla insolente. Ya estaría muerta.

—La llevé con otro mentalis, uno más experimentado. Cuando regrese volverá a ser la niña dócil que necesitas —explica el hombre con más de dos metros y plumaje negro que nace en su cuero cabelludo, sentado en lo que queda de uno de mis muebles.

No me había percatado de los detalles, la sala está destruida en su totalidad, hasta la escalera se llevó sus estragos. Desde que Selt descubrió que lideró a los oscuros, algo de esta magnitud nunca había ocurrido. Sí, ella en varias oportunidades ha recuperado parcialmente su memoria, pero nunca tanto como para enfrentarme de nuevo o como para atacar a sus hermanas, por lo general se muestra confundida y se delata por sí misma. Esta vez fue diferente.

Carmelo fue retirado de la pared, pero tampoco está por ningún lado, solo Nariel sigue aquí, todavía inconsciente desplomada en el suelo.

—¿Y Tanils? —inquiero preocupada. Ella no es solo mi hija, es una integrante importante de…

—Complicada.

—Explícate —exijo saber.

El cuervo me observa con sus orbes negras, el anillo rojizo en su mirada como hijo de la oscuridad se pierde en la negrura.

Lo conocí tiempo después que, al duendecillo, a diferencia de Henry, el cuervo siempre tuvo el alma negra como su plumaje, como sus ojos. Él se sintió atraído por mis poderes demoniacos y se volvió mi súbdito, sin que tuviera que convencerlo.

—Tu hija fue congelada, Sonia. Pero la peor parte se la llevo su cabeza, Selt buscaba destrozar su cabeza. Yo diría que su intención iba dirigido a su memoria, así como ustedes han jugado con la suya durante años.

Me levanto y me acomodo la tela del vestido.

Selt desde niña fue muy difícil de manejar, la partida de su padre no hizo las cosas amenas. Por el contrario, su ausencia generó curiosidad en ella. ¿Dónde está papá? ¿Por qué no ha vuelto mamá?

Su padre huyo de mí, encontró fisuras en la historia de mi vida que le conté y al igual que Henry comenzó a indagar, no le gusto lo que encontró. Tuve que tomar cartas en el asunto, intente borrar algunas cosas de su memoria, pero solo conseguí confundirlo más. Un día él solo se fue, aterrado y sabiendo que no podría enfrentarme. Abandono a sus hijas, pero su predilecta era Selt. Pero antes de irse sello las habilidades no descubiertas de su niña, su mistyc para que yo no tuviera acceso a ellas.

Encontrarlo años más tarde y asesinarlo fue la solución más inmediata, y también mi condena. Selt se me escapo de las manos.

Desde que es una niña he manipulado sus recuerdos, eliminando el rostro de ese padre que tanto extraña y eso si me salió bien. No hay nada en este mundo que le pueda devolver esos recuerdos, el rostro de su padre nunca regresara a ella. Ella nunca sabrá quién son familia paterna.

—¿No ha despertado?

—No, ni lo hará en los próximos días. El sanador se está encargando de ella, haciendo todo lo que sabe, pero su recuperación no puede ser forzada. Requiere de tiempo, un par de semanas quizás. Lo mejor será que Carmelo también desaparezca por un tiempo, algo así como un viaje imprevisto. Por esa razón lo envié con su esposa. Espero que me haga caso y se quede allí.

Me paso las manos por la cara y me encuentro con la costra de sangre donde la astilla de madera rajo mi mejilla. Nunca pensé que controlar a Selt sería tan complicado… pero tiene que haber algo más influyendo en la recuperación de su memoria. Algo que obviamente estoy pasando por alto.

Un problema a la vez. Lo primero es reparar todo el destrozo que causo, ya luego me encargaré de ella y lo que sea que la esté ayudando. No puede tratarse de Simón, me he asegurado de que el maldito demonio no tenga de nuevo contacto con ella, aunque se volvió su protector meses atrás. Estoy segura de que no es él. Lo de hoy fue diferente, algo más libero su memoria por completo.

Comienzo por reparar la escalera, mantengo en mente el mismo diseño que siempre ha tenido, nada puede quedar diferente eso causaría problema en la distorsionada mente de Selt. Siempre tengo que ser cuidadosa al momento de reconstruir el hogar que ella conoce. El desastre se transforma en una impecable sala, sin evidencia de las últimas horas.

Perfecto.

Nariel se incorpora desorientada. Sentada en el suelo se masajea la cabeza con ambas manos. La rojiza y corta melena se mueve con sus manos. El efecto de la niebla nos mantendrá atontadas unas horas más. El cuervo manipula una niebla poco común, es una combinación explosiva de hierbas y flores usadas como somníferos. Un arma silenciosa de la que no se puede escapar.

—Te dije que Selt es demasiado peligrosa —gruñe Nariel desde el suelo.




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