Inmortal. Guardianes 2. Origen de los oscuros

Capítulo 19: La cabaña

Capítulo 19:

La cabaña

 

Como había dicho Tata, del otro lado del bosque, por donde nace el sol cada amanecer se encuentra las ruinas de una población que fue destruida por la magia de mi madre. Es impresionante como la muerte arraso hasta con la hiedra.

El suelo es seco, y cuarteado por esta parte de Enmerald, ni se asoma la delgada corriente de un riachuelo. Lo único que se mantiene en pie son las ruinas de las casas, y lo que buscamos, la cabaña donde mi madre sacrifico a su familia.

El canciller insistió hasta más no poder que permaneciera en mis aposentos, pero al final tuvo que acceder a dejarme venir. Me da igual lo que hagan con Carmelo, la razón por la que estoy aquí es por Federica y esos otros dos niños. También, me mueve la curiosidad por conocer que fue lo que pasó con el cuerpo de Simón.

A pesar de que han venido solo por un hombre, unos diez guardianes, incluyendo a Sergio, Ernesto y Augusto están rondando la cabaña antes de decidir entrar. Con lo que me ocurrió en el bosque, ahora se toman más previsiones.

Mis hermanas han desaparecido del radar de los guardianes por completo, eso no significa que se hayan ido para no volver.

Aunque hice todo lo que estuvo en mis manos para detener las visiones de Mia, ella tuvo razón la muerte llega cuando tiene que llegar, sin avisar y sin importar quien sufra por ello. Mi amiga nunca se preocupó demasiado por el destino que mis visiones le imponían, ella solo buscaba encontrar la verdad sobre los oscuros, sobre mi madre.

Y como dijo Delia, una de mis hermanas se convertirá en la sucesora de Sonia Riquelme. La secta de los oscuros no ha terminado con la muerte de mi madre, solo ha culminado una época para que inicie otra con una mente más fresca y un rostro nuevo. Mi hermana Nariel será el mal para el mundo si no la detenemos a tiempo.

—Has venido —la voz de Cándida es un susurro en el viento. Está a mi lado, imperceptible para los demás—. No necesitas decir nada, te voy a contar la historia de esta cabaña.

» Siempre estuvo entre la familia Riquelme, fue de mi madre antes que mía. Aquí experimenté mi magia hasta cruzar una línea que dejo como resultado a mi hijo Simón. Yo no podía tener hijos y ese era mi mayor anhelo. Concebir un bebé, nunca pensé que ser madre traería tantas desgracias a este mundo. No lo hice con mala intención, yo solo quería mi propio bebé.

» Luego me case con un buen hombre que se hizo cargo de mi pequeño como si fuera suyo, y llegó Sonia. Era una niña tan hermosa, mi primera hija y yo quise enseñarle tantas cosas que no me di cuenta cuando la perdí. ¿Sabes una cosa Selt?, tu madre no nació para ser una bruja, ella era un buscador de almas. Ese era un ámbito prohibido para mí, y, aun así, hice mi mejor esfuerzo por instruirla en el buen camino para el uso de su habilidad. Tener contacto con los muertos es un arma de doble filo, y está de parte de cada buscador que camino tomará.

» Tuve otros tres hijos, y también necesitaban de mi tiempo. Intente no descuidar a mis hijos mayores, pero no siempre se puede estar allí. Hay momento en los que se tiene que confiar en ellos, y así lo hice. Te preguntarás ¿qué llevo a tu madre a asesinar a su familia?, no lo supe en ese momento, pero ahora lo sé.

» Mientras yo la instruía para que ayudara a las almas a cruzar esa delgada línea que existe entre este mundo y el que está después de la muerte, ella descubrió que podría quedarse con esas almas, encerrándolas en un espacio pequeño y oscuro. Aprendió que mientras las almas más tiempo pasaban encerradas producían una energía que la ayudaba a ella a hacer magia, como lo hacía su hermano Simón. Aprendió a dominar el fuego primero, y así poco a poco bajo una curiosidad desmedida y una ambición destructiva, se convirtió en una bruja como yo. Fue tarde cuando me di cuenta de ese cambio en ella, de los planes que tenía para sí misma y para nosotros.

» El padre de Simón no pertenece a este mundo, ya eso lo sabes. No solo me dio un niño, también me enseño una faceta de la magia que yo desconocía. Hechizos prohibidos, rituales malditos… escribí un libro con todo ese conocimiento, y fue uno de mis peores errores. Sonia dio con el libro y quiso poner en práctica todo, sin importarle a quien lastimara. Ese libro fue el arma para la muerte de mi familia.

» Dentro de la cabaña van a encontrar una trampilla, es allí donde está ese hombre que intento lastimarte. Fue allí donde tu madre cosecho almas por muchos años, y fue allí donde mi hijo Simón perdió su humanidad y encontró cadenas para su propia existencia. Esa trampilla es la entrada al infierno que tu madre creo para su familia, y donde viven cada una de esas personas que ha asesinado.

» El cuerpo de Simón nunca lo encontraron porque nadie pudo levantar esa trampilla. Mi hija en ese tiempo era una inexperta a pesar de todo el derramamiento de sangre que causo. Nunca supo que este lugar era una entrada y una salida de su infierno. Selt, nadie más tiene que saber lo que realmente representa esta cabaña.

Asiento, no tengo intensión de revelar esta historia a nadie. El pasado de mi madre ya ha causado demasiadas muertes, es momento de que sea enterrado.

Ernesto ha entrado a la cabaña junto a Sergio y otros dos guardianes, al poco tiempo salen con un hombre que no puede mantener la mirada en un lugar fijo, se mueve frenético, asustado aterrado… Carmelo ha perdido la razón. No puedo reconocer en él al hombre que me acecho en varias oportunidades y estuvo muy cerca de ultrajarme, ni siquiera su habilidad lo pudo liberar de la cabaña. Tampoco lo podrá liberar ahora de la sentencia que el concejo a impuestos sobre su cabeza. Para él no existe encierro, es un oscuro y su muerte será pública como lo fue la de mi madre. El fuego se encargará de cegar su vida y de consumir su cuerpo por completo.




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