Continuo hablando con Runa y Silvana lo que resta de mañana. Están igual o incluso más ilusionados que yo de reencontrarnos.
Me han estado hablando sobre lo que ha pasado durante todo este tiempo en Darkvillage y lo aburrido que ha sido todo sin mi.
Hay una nueva bruja en la ciudad que apareció tiempo después de mi desaparición. Según me han dicho se llama Ianira. Se a hecho notar durante este tiempo en el pueblo,y es bastante divertida y amable.
No tiene mucha experiencia y ahora es como la aprendiz de Runa y Silvana. De momento solo es como una ayudante, pero para ella es más que suficiente y le ilusiona el simple hecho de tener a alguien como ejemplo.
Las palabras de Silvana me sacan una sonrisa, pues para ella es como una hija. Y yo ya estoy deseando conocerla.
Me invitan a comer y seguimos hablando durante la tarde. Vemos una peli y cuando me doy cuenta son las ocho y ya a anochecido.
-Se me ha hecho muuuuy tarde- Digo con una sonrisa mientras me levanto del cómodo sofá.
-Ya te quieres deshacer de nosotros pequeña?- Cuestiona Runa con una sonrisa y mirada tierna.
-Sabes que no tonto. Pero tia Molly y Simon estarán preocupados- Hablo pensativa- Muy preocupados, de hecho, Simon sabe la situación y no sabe a donde he ido. Estará que se tira de los pelos, o debería- Digo lo último con sorna.
-Vale, pero ven a vernos pronto- Dice Silvana- Mañana mismo, que tenemos mucho tiempo que recuperar.
-Mañana mismo...- Aseguro. Les doy un fuerte abrazo y un beso a cada uno y me dirijo a la puerta.
-Te llevo pequeña?- Dice Runa cuando estoy cerca de la puerta.
-Quiero ir andando, para pensar y eso...- Susurro- Pero gracias.- Abro la puerta y salgo- Os quiero!- Grito antes de cerrar y comienzar a caminar sin esperar respuesta.
Camino sin prisa por las calles acompañada de silencio que solo da paso a el sonido de mi respiración calmada y los tenues latidos de mi calido corazón.
Pero tan pronto como el silencio aparece, es roto por un grito roto de dolor a un par de calles de esta como mucho.
Me pongo nerviosa en ese instante y corro sin pensarlo. Es cuestión de segundos estoy en la calle. Ante una imagen decepcionante que me causa repulsión.
-Sueltala- Digo con voz calmada, pero ella no se inmuta- AHORA!
-Sabía que la pequeña Angélica no tardaría nada en aparecer al rescate de una indefensa humana- Suelta con repulsión junto a una carcajada alejandose del cuerpo tirado en el suelo de una chica Morrocha.
-Cassandra...- Digo con tono de amenaza viendo como se aleja más todavía de la chica. Cuando está lo suficientemente lejos corro hacia la joven y me arrodillo junto a ella sujetando su cabeza con cuidado- Por qué has hecho eso? Sabes que no puedes morder a humanos, menos aún si viven en el pueblo!
-Dulce e inocente Angélica...- Se burla- Las cosas han cambiado mucho mientras tu no estabas.
-No esto! Nadie en su sano juicio cambiaría esa ley! Eres una zorra despiadada y una desalmada!- Acaricio el rostro de la chica y compruebo sus signos vitales. Solo se a desmayado por la perdida de sangre. Y es cuestión de minutos que vuelva en sí.
-Eres demasiado buena para ser una de nosotros. No lo mereces, nunca lo hiciste. No los merces a ellos tampoco!- Grita enfurecida.
- Es eso?- Cuestiono levantandome del suelo y acercandome a ella con cuidado- Todavía sigues con lo mismo?
-Yo debería estar con Nathaniel. El debería amarme a mi como yo a el, deberíamos pasar la eternidad juntos. El y yo! No tu! Sino yo! Yo soy una vampiresa de verdad! Tu no eres nada!
- Pero que culpa tenía ella!- Grito mientras mi sangre comienza a hervir- Creí que ya lo habías superado! MIERDA! Pasa página de una puta vez! Crees que fue decisión mia enamorarme?
-Siempre fuiste un puto estorbo en mi camino! Y ni siquiera desaparecida dejaste de estorbar! Y ahora vuelves! A robarme lo que es mío! MI novio! MI lugar!- Grita acercandose y mi corazón se rompe.
Su novio... Nathaniel... Ella y Nathaniel...?
No! No,no,no,no... mierda no! Joder!
Mis ojos se cristalizan y mi pecho duele.
-Pero ella no tenía la culpa!- Digo a punto de romperme señalando a la chica humana- Si es a mi a quien quieres, ven a por mi, pero no metas a inocentes de por medio.
-Todo a su tiempo...- Susurra acercandose más todavía. Llega junto a mi y yo mantengo la mirada en el suelo para no derrumbarme. Coloca sus dedos bajo mi barbilla y la roza con sus largas uñas levantando mi cabeza para lograr que encuentre su mirada- Alejate...- Comienza, y posa sus manos en mi cuello comenzando a estrangularme- De...- saca una mano de mi cuello y la pasa a mi cabeza tirando de un puñado de mechones rubios- mi...- me da un rodillaza en el estómago y me arqueo hacia delante, pero estoy demasiado rota como para defenderme- NOVIO!- Grita, y me empuja lejos causando que me estrelle contra una pared.
Duele, pero no me importa, nada es más doloroso que la presión que tengo en el pecho tan solo de penar en mi Nathaniel con ella.
Debí imaginarlo, he estado mucho tiempo fuera y era de esperar que me olvidaran. Y entonces me rompo, estoy en el suelo hecha un ovillo junto a la pared y empiezan a salir de mis ojos lágrimas traicioneras.
Escucho como se ríe mientras entre sollozos susurro el nombre de la persona que ha roto mi corazón. No puedo... no quiero creerlo, pero es obio. Ella siempre lo ha querido y mientras yo no recordaba nada ella aprovechó para conquistarlo.
Fui una tonta ingenua con tan solo pensar que todo sería igual. Que tras recordarlo, ellos estarían ahí, como antes, que me amarían como antes. Pero la verdad, es que ellos, o al menos Nathaniel, me ha olvidado y ahora su corazón pertenece a otra.
Mientras que el sigue en mi corazón pegado como un chicle a la suela de mi zapato. Pero a diferencia de los chicles, su presencia en mi es permanente. No puedo cambiar lo que siento, solo puedo llorar y seguir llorando y esperar a que algún dia, pueda superarlo.