MICHAEL.
Amanezco casi congelado. Matthew me quitó la cobija toda la noche. Tuve que arroparme con una sábana, la cual era como invisible porque hasta un suspiro la atravesaba.
Son las seis y media de la mañana, hora de colocarme el uniforme y alistar mis cosas.
Me pongo el pantalón, la camisa manga larga blanca de botones, la incómoda corbata azul marino, el saco y pantalón verde pino, medias, y los clásicos zapatos negros.
Reviso mi bolso y al parecer, todo está. Lo coloco en mi hombro y bajo a la cocina.
Debido al viaje de Julie, nuestra nana y ama de casa, hoy tendré que hacer mi propio desayuno.
Abro la despensa y saco dos rebanadas de pan de sándwich. Me prepararé uno de mantequilla de maní y jalea de fresa.
Me lo como rápidamente y salgo.
Saco mi auto del estacionamiento y voy en marcha al instituto Greenville.
Más bien, la prisión de Greenville.
Llego a mi destino y al entrar, veo que soy uno de los pocos de los que llegan temprano.
Me acerco al gran árbol en el patio principal (el de la entrada) y alguien ocupa la banca junto a éste. Froto mis ojos para comprobar que no me la estoy imaginando. Dejo de hacerlo y luego de parpadear repetidas veces me doy cuenta de que no es un producto de mi imaginación. Es ella.
Justo cuando iba a acercarme, Wallace llegó y me sorprendió por detrás con una palmada en la espalda.
-¿Qué tal, Hudson? –Dice mirándome
-Bien, todo bien –respondo algo ido
-Ey –dice posando su mano frente a mi cara moviéndola de arriba abajo
-¿Qué quieres, Bennett? –Digo fastidiado
-Ay pero qué agresividad –dice haciéndose el sensible- Estás como ido hoy ¿Qué te pasa?
-Son cosas tuyas, Wallace. No tengo nada, no me pasa nada –digo dirigiendo mi mirada por última vez a la pelirroja mientras Wallace y yo entramos.
(…)
El salón se llena pero no la veo. Lo más seguro es que esté con la profesora de geografía para que la presente y todos le demos la bienvenida, si es que le toco en esta sección.
Tal y como lo esperaba, ella entra con Moore.
-Buenos días, alumnos. –Dice Moore y todos le respondemos- Quiero que el día de hoy le demos la bienvenida a una nueva estudiante. Ella es Hadley Danvers.
Muchos de los estudiantes le dan la bienvenida, otros silban en forma de piropo. Entre esos está Noah Fletcher. Al notarlo, me sorprendo.
Ella sólo se limita a sonreír y agradecer.
Seguidamente, coloca su bolso en el espaldar del que por lo que veo, será su puesto. El mismo, se ubica bastante lejos del mío; el de ella es uno de los primeros a la derecha y el que me pertenece a mí está entre los últimos a la izquierda. Maldigo por lo bajo.
Está ubicada en medio de Nathan Wagner y Noah Fletcher; el rubio nerd y el lector compulsivo. No fue una muy buena elección de su parte, pero bueno.
Estás celoso –dice mi mente- Por eso es una mala elección.
Claro que no. Yo no estoy celoso, y mucho menos de ese par.
Oh, sí que estás celoso, Hudson.
Pffff… por favor. ¿Qué tienen ellos que no tenga yo?
A ella –responde mi mente con gracia.
Coño.
(…)
La clase de geografía me da sueño. Es una puta tortura.
Sáquenme de aquí.
De repente y como si lo hubiera pedido, la pelirroja se voltea y me mira. Amo tener su mirada en la mía. Los dos nos miramos, pero, yo me hago el desentendido.
AAAaaAaaAaaAA ¡Me mira! –Doy saltos en una pata mentalmente.
¿Qué me está pasando? ¿Por qué demonios me emociono tanto? No lo sé.
Efecto Danvers, quizá –dice la voz en mi mente con picardía.
Sacudo la cabeza ante mis pensamientos y, volviendo a la realidad, caigo en cuenta de que la clase de geografía ya ha terminado.
Diablos, ¿Tanto duró mi emoción?
Lara Connor, la profesora de biología, entra y lanza sus cosas en el escritorio.
Nos da los buenos días y ordena que saquemos nuestro cuaderno de actividades, cosa que hacemos rápido.
La mujer es simpática pero, lo único dulce que tiene es esa dona que trae siempre.
-Hoy les haré una evaluación, Podrán ayudarse con las lecturas de la página 80, 81 y 82, en el libro de biología. La van a efectuar en grupos de tres. –Dice seria- Eso sí, no se emocionen. Los grupos los formaré yo, después de tomar la asistencia –sonríe
Hace lo anteriormente dicho y continúa formando los grupos.
-Grupo 1: Allen, Baldwin y Derricks. Grupo 2: Callaway, Bennett y Hudson. Jejeje, nos va a salvar Callaway. Grupo 3: Carter, Gunn y Harper. Pobre Carter, es la única inteligente entre dos brutas, si no es ella, sólo Dios las salvará. Grupo 4: Gardner, Hicks y Beckett. Grupo 5: Jennings, Lawrence y Miller. Suertudo Miller. De que pasa, pasa. Grupo 6: Peterson, Reynolds Y Harding. Grupo 7: Danvers, Fletcher y Wagner. Pingos suertudos. Grupo 8: Hooke, Collins y Austen. Grupo 9: Fleming, Deadwyler y Duff. Grupo 10: Hart, Barrow y Harris. – Ahora, cada grupo, resolverá este examen que consta de los temas que vimos en el lapso pasado, más algunas preguntas extra sobre el trabajo que hicieron la semana pasada. Tienen una hora para realizarlo, luego, se largan a la cafetería –dice dejando un examen impreso a cada grupo, sentándose y dándole una mordida a su dona.
NARRADOR OMNISCIENTE
Hadley, Nathan y Noah unen sus mesas y juntan sus sillas.
-Un gusto en conocerte, Hadley –dice el rubio de lentes- Soy Nathan Wagner –sonríe
-El gusto es mío –dice Hadley devolviéndole la sonrisa
-Y tú, ¿No piensas saludar, Noah? –Pregunta Nathan