Inmune a tus encantos

Capítulo 7: Una nueva sensación

Clare

— Perdón ¿Cómo acaba de llamarme? — pregunto incrédula al no saber qué le pasa a esta chica.

— Oh y aparte de zorra quita novios, sorda — me dice mientras mueve su mano frente a mi rostro.

Levanto mis cejas notablemente confundida — no sé de qué me habla — digo disponiéndome a abrir la puerta, pero su mano toma de mi brazo con brusquedad, volteo y su rostro muestra un repudio que me sorprende. Es increíble lo que los medios pueden maquillar, ya sea para hacer parecer a alguien mejor o peor persona, en el caso de esta mujer ha sido para hacerla ver mejor de lo que realmente es, la hacen parecer caritativa, solidaria con el que menos tiene, educada, amable y justo en este momento se me cruzan muchos adjetivos para nada bonitos por mi cabeza al verla frente a mí.

— ¿Puede soltarme por favor? — ella levanta una ceja en actitud desafiante.

— Te hice una pregunta y no me iré de tú…— mira mi casa despectivamente — “humilde morada” hasta que la respondas.

Arrugo mi entrecejo, siempre he considerado que mi casa, aunque no es una mansión es muy amplia y bonita, tiene un hermoso jardín en la parte delantera, tres pisos, lindos balcones, una piscina ¡Rayos! Me imagino que esta mujer vive en un jodido castillo para hablar de esa manera.

— Y yo le acabo de responder que no sé de qué me habla — ella tensa su mandíbula y me suelta de golpe, lo agradezco mi brazo empezaba a perder la circulación.

— ¿Qué no sabes de qué te hablo? — estira una mano y uno de sus gorilas le entrega un periódico, oh ahora lo entiendo todo, su novio es Adam, él tiene novia y no me lo dijo, una sensación desagradable llena mi cuerpo.

¿No me digas que te afectó saber que tiene novia?

No claro que no… solo me molesta que no me lo haya dicho… desde que lo conozco se ha mostrado bastante interesado en mí, y eso es extraño no entiendo por qué, vamos la mujer que esta frente a mí es todo lo que un chico quiere, cara bonita, cuerpo de ensueño, mucho dinero, en fin, supongo que su personalidad tan pedante y molesta puede llegar a ser su punto débil.

Me muestra el periódico incitándome a que lo tome, dudo ya sé lo que veré ahí y no me enorgullece, jamás me interpondría en una relación, es más, si hubiera sabido el pequeño detalle de que tiene una novia… y que insoportable por cierto, jamás hubiera aceptado su “Salida de amigos”.

Ella me mira impaciente y lo sigue moviendo frente a mí así que lo tomo. Alza una ceja al verme cuando le echo una leída al titular tan horrendo en donde me hace ver como una cualquiera, la miro de nuevo y se lo entrego, ella me observa confundida y molesta.

— ¿Y? ¿Te reconociste? — pregunta con acidez e impaciencia.

— No lo negaré soy yo, pero… — no me deja acabar mi explicación porque siento una bofetada en mi mejilla. Abro mis ojos con asombro y llevo una mano al lugar que arde como el inferno ¡¿Qué mierda es esto?!

— ¿Qué le pasa? — le digo exaltada.

Frunce el ceño — Es una advertencia —sonríe prepotente — Adam es mi jodido novio y no me veré expuesta y vista como una maldita cachuda por una chica tan… —me mira con ese desprecio que desborda en cada gesto de su rostro — insignificante como tú.

Retengo las lágrimas que se empiezan a acumular en mis ojos, pican, arden, pero no lloraré frente a esta despreciable mujer. Creo que jamás en mi corta vida he conocido a alguien peor que ella, y vamos, la conozco hace cinco minutos, decir esto es demasiado.

— No tengo ni la más mínima intención de tener algo con su novio — hablo con la impotencia de no poder devolverle lo que me acaba de hacer por los dos hombres que se encuentran detrás de ella —¿Por qué mejor no le dice a él que me deje en paz? — arrugo mi entrecejo — ¡Que no me joda la vida! — grito y ella se sobresalta un poco, no espero por más porque abro mi puerta y se la cierro en la cara, dejándola muy molesta detrás de ella.

Respiro profundo y llevo mis manos a mi cabeza, llevando mi cabello hasta atrás. Siento que la ira y la maldita vergüenza invaden mi ser, no puedo creer que no he tenido novio en más de un año y ahora soy la amante de un famoso, es esta una situación de mierda.

Corro a mi habitación antes de que alguien me vea, y me dejo caer en mi cama impotente, débil, fracasada, como no me gusta sentirme. Me prometí después de saber lo que mi insensible madre hizo con nosotras, ser la fuerte, la inquebrantable, para poder ser el apoyo de mi padre y lo más cercano a una madre para mi hermana.

Lloro, y sé que la causa es la humillación por la que me ha hecho pasar esa mujer, y porque su estúpido novio no me advirtió de la despreciable novia que tiene, me expuso y ahora me encuentro más perdida que nunca.

¿Cómo mi vida cambio tanto en un fin de semana?

¡Esto es una locura!

No sé en qué momento me quedo dormida, pero el sueño me envuelve y me hace olvidar por unas horas de todo lo que ha pasado.

Alguien toca mi puerta con insistencia, me siento en mi cama y suspiro — ¿Quién? — digo con desánimo.

—Mi niña — habla Mecha con un tono suave — tienes visita.

Arrugo mi entrecejo — ¿Quién? — vuelvo a repetir la pregunta como si las palabras no quisieran salir de mi boca.

Se queda en silencio unos segundos — Es mejor que vengas y lo veas por ti misma.

Frunzo el ceño. Ok ahora si estoy confundida, me levanto de la cama y voy a mi baño. ¡Dios! mi cabello en este momento parece un nido de pájaros. Me peino y lavo mi rostro, noto que no hay más que pueda hacer para ocultar mi pésimo estado de ánimo, así que me dispongo a bajar, pero literalmente mi mandíbula toca el piso cuando me encuentro al jodido joven alto y de cabello castaño en mi sala.

¿Qué hace él aquí?

¿Acaso quiere joder más mi vida?

Bajo con mi cara de confusión que de seguro nota porque retiene una sonrisa, miro a su lado y me encuentro con mi hermana y Mecha… Sí, Mecha mirando a Adam como un pedazo de pastel de chocolate, y si se han dado cuenta yo amo el chocolate, así que imaginen sus caras, están embelesadas, embobadas, idiotizadas podría decir.




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