Inmune a tus encantos

Capítulo 11: Incógnito

Clare

Peter se encuentra demasiado cerca de mi rostro y no soy tonta para no darme cuenta cuáles son sus intenciones, me escabullo de la cama como puedo antes de que suceda algo que no deseo. Lo deseaba hace algún tiempo, pero por alguna razón ahora no pienso lo mismo.

Me levanto de mi cama y él se incorpora después de mí. Lo siento realmente tenso, me mira y su rostro muestra duda, confusión.

— Clare, lo siento yo… — se calla unos segundos cerrando sus ojos — supongo que tanto tiempo sin verte nubló mi razón. — Dice esto llevando una mano a su nuca, incómodo, avergonzado.

Le dedico una sonrisa tranquilizadora — no te preocupes — me mira — no ha pasado nada —digo insegura, en realidad es evidente lo que ha pasado, pero no quiero seguir hurgando en esta incómoda situación.

Él asiente y se levanta de la cama, toma su celular para llevarlo a su bolsillo delantero, yo sigo parada cerca de mi escritorio, me resisto a mirarlo, él se acerca y se para frente a mí — Clare — me llama, levanto la mirada —todo está bien ¿Verdad?

Asiento mordiendo mi labio inferior, él me sonríe y me abraza, dudo al principio, pero termino correspondiéndole, enredo mis brazos en su torso, el latir de su corazón se cuela en mis oídos — te quiero gatita — dice con voz ronca.

— Y yo a ti — sonrío.

Se separa y me brinda otra sonrisa fugaz — bueno creo que es un poco tarde — concuerdo, aunque estoy segura de que busca la manera de escapar del embrollo en el que nos hemos metido — ¿Te veré después?

Asiento, ya que por alguna razón me he quedado sin palabras, besa mi frente y sale de la habitación cerrando la puerta.

Llevo las manos a mis rodillas y lanzo un sonoro suspiro ¿Qué fue todo eso?

Ahora el “Amor de amigo y hermano” se ha quedado en el aire después de su intención, rayos esto me ha dejado más que confundida.

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El resto de la tarde no hago nada más que divagar en mis pensamientos e incógnitas, cabe decir que no conteste el mensaje de Adam… no quiero saber nada de ningún chico ahora… que se vayan al infierno.

Pero como nunca consigo lo que quiero el teléfono vibra en mi almohada lo tomo y resoplo.

<< Supongo que tu respuesta es no >>

Dejo mi celular a un costado ¿Acaso no se da cuenta de que no quiero verlo ni hablar con él?

Siento la llegada de otro mensaje y estoy empezando a perder la paciencia, miro la pantalla, pero para mi suerte no es él, es nuestro chat grupal.

P: Chicas

L: ¿Qué quieres? –— rio al ver el mensaje tajante de parte de Luci, definitivamente tengo que preguntarle qué le pasa.

P: Auch… me hieres con tu frialdad enana.

L: jajaja

P: bueno en fin… las invito a una fiesta  abro mis ojos al ver aquel mensaje ¿Fiesta? No, para nada.

C: yo paso  escribo rápidamenteél se demora en contestar, me imagino que piensa que lo evito por nuestro encuentro furtivo en la tarde, y no se equivoca.

L: yo tampoco tengo ánimos. — responde Luci.

P: me matan chicas — rio mirando la pantalla del celular — anímense de seguro no salen a una fiesta desde que me fui hace un año.

C: ¿Insinúas que solo contigo tenemos vida social?

P: jajaja algo así.

C: te equivocas  replico empezando a calentar la conversación.

P: pruébalo  me reta. Dudo por unos segundos, pero las ganas de dejarlo con la boca cerrada me ganan.

C: Pasa por mí en una hora —¡¿Qué mierda haces Clare Hamilton?!

P: Encantado ;)  y sin darme cuenta había caído en su juego, ¡Joder! Que tonta eres Clare.

Decido escribirle a Luci para que me ayude, no podía permitirme ir sola con él a esa fiesta. No lo sé, después de ese casi beso siento algo extraño entre nosotros, y aunque me costó 20 dólares y las tareas de medio mes de la castaña accedió a venir con nosotros ¡Gracias al cielo!

Me pongo un vestido azul oscuro con media panti negra y zapatos de tacón pequeño del mismo color. Decido recoger mi cabello, pocas veces lo hago, pero al notar que me queda perfecto con mi atuendo lo dejo así, el maquillaje como siempre suave, un poco de perfume y lista para salir con Peter… y mi mejor amiga.

Escucho el sonido de la bocina de su automóvil, por lo que bajo con prisa, mi padre se encuentra en la sala viendo la televisión, cuando me mira levanta sus cejas — princesa — me acerco hasta él —¿A dónde vas tan preciosa?

— A una fiesta — digo con timidez.

Asiente dudoso — ¿Iras… con él? — pregunta con cautela y yo me sonrojo al instante al deducir que habla de Adam, por un momento me siento mal al no haberle contestado.

— No, claro que no — ríe — voy con Peter y Luci.

Él se muestra sorprendido — ¿Peter está en los Ángeles? — asiento — invítalo a cenar un día de estos.

Resoplo al pensar que él desea que invite a comer a todo chico que conozco a la casa, aun así muevo mi cabeza afirmativamente para darle gusto — diviértete hija — dice sentándose de nuevo en el sofá me mira apuntándome con su dedo índice —llega temprano.

Le sonrío y después de prometerle que así será salgo de la casa. La brisa fresca de esta hora de la noche golpea mi rostro agradablemente, diviso su auto al frente de mi casa y camino hasta él, cuando entro a su carro lo miro intentando ocultar un poco mi incomodidad — estás preciosa gatita — me dice con una gran sonrisa en su rostro.

— Gracias — digo tímida mirando al frente — vamos por Luci, ya debe estar lista.

Él arruga su entrecejo — ¿Luci vendrá? — pregunta con desdén, lo miro entrecerrando mis ojos — lo digo porque respondió que no tenía ánimos en el chat — explica.

— Cambió de opinión — abrocho mi cinturón y asiente encendiendo el auto. Siempre estar junto al rubio es muy agradable y ameno, pero hoy es la excepción, todo se ha tornado tenso y demasiado callado, cuando su carro se parquea frente a la casa de Luci lo agradezco con mi vida.




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