Inmune a tus encantos

Capítulo 17: Desprecio

Clare

Ha pasado una semana desde aquella cena y Adam se ha ido hace dos días, tiene un gira por algunas ciudades y esto tomara por lo menos dos semanas más, resoplo mis labios notoriamente aburrida en mi clase de Políticas Públicas, miro a mi izquierda y Peter ya se ha quedado dormido con su espalda apoyada en la silla y sus brazos cruzados en su pecho, entrecierro mis ojos y se me ocurre una travesura, miro a mi profesora que está muy concentrada impartiendo su clase, tomo mi bolso y saco mi labial rojo, sonrio de medio lado

Empiezo a ejecutar mi plan, y me acerco sigilosa a sus labios, pero antes de llegar a mi objetivo su mano sujeta mi muñeca y abre sus ojos mirándome con una ceja alzada- pensé que…- digo intentando excusarme

- ¿Qué estaba dormido? - ríe un poco- estaba descansando con mis ojos cerrados

- ¿No es lo mismo? - me rio por lo bajo

- Pues no porque tus sentidos se mantienen alerta por si acaso una traviesita…- ríe y empieza a hacerme cosquillas en mi abdomen

- No para Peter por favor…- digo susurrando, el no deja de molestarme y yo creo que estoy a punto de hacerme pipi encima

- Pueden callarse- se voltea una Luci molesta por nuestra niñería

- ¡Hamilton, Thompson y Collins fuera de mi clase ahora! - habla la profesora con voz firme- supongo que les parecerá más interesante dos horas de acción comunitaria que escuchar mi aburrida clase

Abro mis ojos con sorpresa y bajo la mirada que maldita vergüenza, tomo mis cosas  y veo como Luci y Peter hacen lo mismo, salimos del aula bajo la mirada recriminatoria de mis compañeros y de la profesora por supuesto, vamos a detención en donde te asignan dos horas en lo que sea para no perder créditos en la materia, Luci va delante de nosotros y por la forma en la que maldice por lo bajo me doy cuenta que le hemos fastidiado su día, al contario a mi lado va un Peter que contiene una carcajada, ríe mientras camina en silencio, suspiro deseo tanto que volvamos a ser los mismos, algo así como los tres chiflados, los tres mosqueteros, sin mi pequeña amiga castaña nada es igual.

Llegamos a la oficina de la señora Muller y nos mira alzando una ceja- de usted no me sorprende joven Thompson- Peter rueda los ojos al escuchar a la secretaria- pero no puedo creer que haya arrastrado a sus amigas con usted- rio por lo bajo

- Prometo que esta vez no empecé yo- Peter me mira entrecerrando sus ojos y yo hago cara de inocente, cabe decir que Luci esta cruzada de brazos a un lado de nosotros irritada por nuestra actitud

- Bueno como sea- dice la castaña dirigiéndose a la mujer- ¿Qué nos pondrá a hacer?

La mujer mira su tablero pensativa y sonríe con malicia- justamente estábamos empezando a plantar nuestro nuevo jardín delantero- ríe satisfecha- buena mañana mis queridos jardineros

Hago una mueca, en realidad esperaba hacer algo bajo techo, el sol de afuera es infernal y estar llena de tierra y abono toda mi mañana no me emociona, qué más da eso me gano por indisciplinada

Caminamos al jardín que siempre ha sido muy bien cuidado por el jardinero un señor de unos 70 años y su esposa, él muy amablemente nos entrega un pico, pala, un saco de abono y algunas flores y arboles pequeños para sembrar, llegamos al lugar que nos indica y empezamos nuestra extenuante tarea

Ha pasado casi una hora y siento que mi cara está al rojo vivo, me siento más seca que un cactus en el desierto y mis labios se han resecado un poco, decido sentarme unos minutos para descansar, Peter no parece ni un poco cansado y aunque su cuerpo esta bañado en una ligera capa de sudor en realidad se ve muy bien, se ve varonil con sus músculos marcándose en su camiseta mientras piquea la tierra para sembrar, en un momento me mira y descubre que lo miro descaradamente me sonríe de lado y decido retirar la mirada, miro a Luci, ella ya está sembrando y poniendo un poco de abono, limpia su frente cuando algunas gotas de sudor caen por el calor de esta mañana, sonrió la extraño tanto, si tan solo pudiéramos hablar y arreglar las cosas

Siento demasiado calor después de media hora de sembrar, decido quitarme la camisilla color salmón que tenía y quedar únicamente en mi blusa de tirantes negra, sigo en mi labor, pero escucho un bufido detrás de mí, volteo y noto que es Luci quien me mira con cierta molestia, frunzo el ceño no sé qué le sucede, pero su actitud me empieza a molestar, volteo a ver a Peter y me sorprendo al ver que ha dejado de piquear para mirarme atentamente no se desde hace cuanto

Oh ahora comprendo la molestia de la castaña, carraspeo y mi amigo parece reaccionar lo miro con cara de “te voy a matar si me sigues comiendo con la mirada” y él continua con lo suyo, resoplo, esto es un asco, mi celular vibra en mi bolsillo trasero, retiro mis guantes y miro la pantalla, sonrío instantáneamente

Me alejo un poco de los chicos y contesto

C: Hola

A: Hola preciosa- sonrío- ¿cómo estás?

C: bien- digo mirando a mis amigos- en detención

(risas) A: y ¿porque estas en detención?

C: Es que me porte un poco mal en la clase de Políticas Publicas

A: si de seguro solo te portaste un poquito mal- rio




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