Inmune a tus encantos

Capítulo 24: Novios

Clare

Abro mis ojos despacio y al observar el espacio estoy segura que esta no es mi habitación, recuerdos de la noche anterior llegan a mi uno tras otro, volteo y veo a Adam acostado con sus brazos puestos detrás de su cabeza, suspiro y cuando intento escabullirme de la grande cama su voz me sobresalta

- ¿A dónde crees que vas? - volteo y sus ojos me examinan con detenimiento, mi cuerpo es cubierto por una simple sábana blanca

- Al baño- digo un tanto nerviosa, él se sienta en la cama y acaricia mi espalda desnuda haciendo que mi cuerpo sienta pequeñas corrientes eléctricas

- Quédate conmigo un rato más- dice besando mi cuello, suspiro y me doy la vuelta el me mira con intensidad, su cuerpo también se cubre solo con una sábana en su cadera haciendo que su abdomen tan bien marcado quede al descubierto

Me siento sobre él y me mira con sorpresa, mis manos acarician sus hombros y pecho mientras lo miro fijamente- gracias por esa maravillosa noche- dice en mis labios

Mi celular suena en algún lugar de la habitación, lo busco con desesperación arrastrando la sábana por todo el lugar, Adam ríe desde la cama, cuando encuentro mi bolso saco mi celular y tengo muchas llamadas perdidas, pero las que me alarman son las de mi padre

Contesto el celular que vuelve a sonar en mi mano

S: Clare ¿Dónde rayos estas?

C: hola hermanita yo bien y tu

S: No bromeo Clare necesito que vengas ahora a casa

C: ¿Qué paso? – inquiero empezando a preocuparme

S: papá llego de su viaje

Me quedo quieta en donde estoy ¡no puede ser! Mi padre me matara al no haber pasado la noche en la casa

C: ya voy para allá

Cuelgo el teléfono, Adam se baja de la cama y me mira preocupado - ¿Qué pasó hermosa?

- Papá regreso de su viaje y no estoy en casa Adam- muerdo mi labio- ahora si estoy en problemas

Él sonríe y toma mi rostro entre sus manos- Tranquila linda yo iré contigo

Abro mi boca- ¿Qué? Estás loco como voy a llegar contigo a casa

Ríe- no tiene nada de malo hermosa eres adulta

Frunzo el ceño- nunca había hecho esto- digo con vergüenza

Él me abraza y besa mi cabeza- lo se nena, pero ten por seguro que me siento tan afortunado por tener este privilegio, no te fallare

Me abrazo a su torso y cierro mis ojos disfrutando de su calidez – vamos- me dice separándose

Me doy un baño y me arreglo mientras el se baña, al final salimos de su lujosa casa, en el camino toma mi mano mientras sonríe, lo veo de reojo y mi corazón si acelera al recordar nuestra noche juntos

- Vi que estabas conversando con Davis anoche- abro mis ojos nos había visto

- Si- digo con nerviosismo- se me acercó mientras te esperaba

- ¿Te propuso trabajo? - lo miro con sorpresa

- ¿Cómo lo sabes?

- Porque lo conozco- me mira- él tiene un talento… en donde pone su atención hay éxito seguramente

- Yo no le confirme nada- digo tomando mis manos

- No te estoy reprochando nada hermosa- acaricia mi mejilla- solo te pido que pienses muy bien las cosas, de seguro Frank te quiere en su disquera y esos dos se traen rivalidad desde hace mucho

- Si así lo noté- hago una mueca

- Mark me buscó en mis inicios- lo miro con sorpresa- me propuso trabajar con él… pero yo ya estaba comprometido con Frank, así que rechacé su oferta

- ¿Crees que tomaste la mejor decisión?

Se pone serio- para serte sincero muchas veces pienso que no… me he convertido en prácticamente un objeto para ellos, Frank es un buen tipo, pero creo que junto a Davis hubiera alcanzado mejores cosas, o quizá no nadie lo sabe

Acaricio su mano - yo creo que has volado alto, te has convertido en una estrella y muchos te admiran

El me sonríe- así que ya no me repudias

Pongo mis ojos en blanco- no te repudiaba- el ríe- solo no me caías bien

- ¿Y ahora? - levanta una ceja

- Ahora me encantas- beso su mejilla

Toma mi mano y me da un delicado beso

Después de quince minutos llegamos a mi casa, empiezo a temblar, aunque mi padre es muy tranquilo no se como se tome que su hija no haya dormido en casa por quedarse con su novio de un día

Entro a la casa y mi padre esta en el sofá, Adam toma mi mano- papá llegaste- le sonrío y corro a abrazarlo

- Así parece- me estrecha entre sus brazos- ¿me puede decir donde estaba la señorita?

Ahora si estoy muerto- estaba conmigo- dice Adam acercándose a mi padre- buenos días señor Hamilton

- ¿Así que raptaste a mi hija? – inquiere mi padre dándole la mano a Adam, se pone pálido y yo quiero reírme, pero no es el momento- me debes una explicación muchacho




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