Inmune a tus encantos

Capítulo 35: Días grises (Parte 1)

Clare

Mi corazón duele, mi alma no encuentra consuelo, lloro desconsoladamente tomando su mano, verla inmóvil frente a mi es lo peor que he experimentado en mi vida, Samantha es mi vida, recuerdo cuando éramos niñas, siempre que me encontraba triste o llorando ella se acercaba, tomaba mi mano y me daba un pequeño beso en el dorso, se quedaba a mi lado hasta que me cansara de llorar y después me invitaba a jugar con ella, aunque siempre me consideré la fuerte, ahora me doy cuenta que no lo era, ella siempre ha sido valiente, yo me he mantenido en pie gracias a ella

Sus hermosos ojos azules siempre iluminaban mis días grises, su lindo cabello dorado era mi obsesión, recuerdo peinarla de todas las maneras y ella se sentaba frente a mí con una gran sonrisa en su rostro, le encantaba que jugara junto a ella, hasta que conseguí amigos

Una lagrima rueda por mi mejilla al recordar aquellas veces en las que se acercaba a nosotros, curiosa y traviesa como era ella, siempre la alejaba, le pedía a mecha que se la llevara, era más pequeña y sentía que nos molestaba… que estúpida

Intento darle un poco de calidez a su fría mano, esta tan helada, que temo no volver a sentir esa calidez que siempre trasmite con tan solo un beso suyo en mi mejilla, un abrazo por mi espalda, su mano sobre la mía dándome un poco de animo

El sonido del monitor hace que mi corazón salte en mi pecho, con mi visión borrosa veo como un paramédico se acerca a mi hermana – señorita debe soltar su mano

- No- digo apretándola con más fuerza

- Tiene una crisis- mi corazón se apretuja en mi pecho- déjenos ayudarla, confíe en nosotros

Suelto su mano sintiendo el peor vacío en mi alma, miro con terror como uno de los hombres comprime el pecho de mi hermana con ambas manos, cierro los ojos con fuerza, alguien que me despierte de esta pesadilla, por favor alguien

El sonido de las sirenas aturde mis oídos, no quiero abrir mis ojos, lo sé soy un cobarde, lo soy, después de unos segundos los abro temiendo lo peor, el hombre respira trabajosamente sentado a un lado de mi hermana – logramos estabilizarla

Siento un alivio inmediato que no dura demasiado, cuando llegamos al hospital bajamos de la ambulancia con premura, suben a mi hermana en una camilla y corren con ella por un pasillo, me apresuro a alcanzarlos, pero una mujer me detiene- disculpe señorita no puede ingresar

- Pero…- las lágrimas corren por mis mejillas al ver como atraviesan una puerta y pronto ya no los veo – Sam…- sollozo cayendo al frio piso

Siento los brazos de Adam rodearme- mi amor… - apoya su mentón en mi cabeza- tranquila hermosa, ella estará bien

Mi pecho duele como nunca, después de unos minutos me toma de la cintura ayudándome a levantar, me sostengo como puedo, es más respiro porque es un proceso automático, se para frente a mi tomando mi rostro entre sus manos – Adam… ella… ella… - hipeo sin poder articular una sola palabra, me abraza dejando reposar mi cabeza en su pecho

- Desahógate- susurra- yo estoy aquí amor, estoy contigo

Pasa una hora en la que no sabemos nada de Sam, paso ambas manos sobre mi rostro y cabello un millón de veces, estamos en la sala de espera, Mecha se encuentra con nosotros, ha llamado a papá y él está de regreso en el primer vuelo que encontró, Adam se sienta junto a mí y me extiende un vaso con café- toma un poco

- No quiero nada- le digo con voz monocorde

- Entiendo- dice dejando el café sobre la mesa de centro

Los nervios y angustia que siento ahora hacen que los latidos de mi corazón se sientan hasta en mis oídos, miro a la misma puerta sin ver a nadie salir, quisiera entrar y saber que está pasando, la incertidumbre me está matando

Miro a la puerta por donde ingresamos mi amiga viene rápidamente junto a Mark, se acerca hasta mi abrazándome con fuerza- Clare amiga vine apenas me enteré

- Gracias- le digo

- ¿Cómo esta ella? – me pregunta separándose de mi

- No nos dicen nada- suelto el aire – yo…

Empiezo a llorar de nuevo, ella me vuelve a abrazar – Sam es fuerte, saldrá de esta

Cierro mis ojos lentamente rogando porque eso pase, Mark posa su mano sobre mi hombro

- Clare, es usted una mujer fuerte- hago una mueca- tiene que mantenerse en pie por su hermana

- Yo… no soy fuerte- sollozo- ella lo es yo soy… una cobarde

- No diga eso

Ladeo mi rostro con las lágrimas corriendo sobre mis mejillas

- Amor- escucho a Adam detrás de mí

Me volteo y lo miro fijamente, me mira con pena, lo sé doy lastima - ¿puedes irte? – le digo con el dolor calando en mis huesos

Su rostro se descompone- ¿Cómo…?

- No puedo verte en este momento – rehúyo su mirada- me recuerdas… que no estuve con ella cuando más me necesitó

- Pero Clare….

- Solo vete- digo alzando un poco la voz, Luci acaricia mi hombro

- No le hagas esto Clare – susurra a mi oído – él quiere estar contigo




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