Extra 5

Luci

Miro a Mark sin poder creer lo que acaba de decir, mi padre abre sus ojos de tal manera que siento saldrán de sus orbitas, mi madre posee su misma expresión

- ¡¿Qué?! – mi padre se exalta levantando la voz

- Señor Collins sé que es difícil de comprender, pero deseo que su hija sea la mujer que me acompañe el resto de mi vida

Siento mi corazón golpear mis costillas – Mark… - llamo su atención con dificultad - ¿Qué? – repito la misma estúpida pregunta

Suelta el aire lentamente y me mira expectante - hermosa… – dice con su voz ronca y grave, toma mi mano por encima de la mesa

- ¿Por qué no me dijiste nada? – lo interrumpo empezando a enojarme, retiro mi mano, me ha tomado por sorpresa y ahora debo verme como una tonta a su lado, él un hombre que dicta seguridad en todo su esplendor y yo una niñita estúpida que no sabe cómo reaccionar ante tal propuesta

Y es que ¡JODER! ¿Casarme? Esto es una locura

- Quería hacerlo frente a las personas más importantes para ti – dice intentando tomar mi mentón, he bajado la mirada como siempre lo hago cuando me atraviesa el alma con esos preciosos orbes azules

- ¡no la toques! – espeta mi padre haciendo que lo miro asustada- en este momento no me importa si es usted el rey de Inglaterra, pero no le permitiré que haga esto

- Yo amo a su hija señor…

- ¡Eso me tiene sin cuidado! - se levanta de la mesa de manera desafiante, miro a mamá pidiendo auxilio

Ella mueve su cabeza en un gesto que no descifro, sé que tampoco lo acepta una cosa es que tenga como novio a un sofisticado empresario, pero otra completamente distinta es que su hija de 20 años se case con un hombre que le lleva más de una década

- Querido- se levanta tomando su brazo- no es nuestra decisión- dice al fin

- ¡¿Cómo?!- espeta soltándose de su agarre - ¿estás de acuerdo con esta locura? – su pecho sube y baja rápidamente – Maldición es una niña- niega repetidas veces

Muerdo mi labio inferior ofuscada por lo que acaba de pasar – Luciana…- lo escucho decir

No le contesto, miro a mi madre y le suplico con la mirada que se lleve a mi padre por unos minutos, ella accede y saca a mi padre de la casa por la puerta trasera, miro a un punto fijo sin levantar mi mirada hacia él- ¿no me dirás nada? – dice con un hilo de desilusión en su voz- yo tengo esto para ti

Volteo a mirarlo y veo un hermoso anillo plateado con pequeños diamantes formando una flor, niego con la cabeza cerrando los ojos – Luciana, sé que es difícil, pero sabes todo lo que siento por ti, nunca te he ocultado nada, he sido directo al decirte que no eres alguien de paso en mi vida, yo te…

- Es mejor que te vayas – digo sintiendo una punzada en mi pecho

- No lo hare – dice con determinación- sabes bien que prometí luchar por ti

- No debiste hacer esto…. – mis ojos escuecen- no ahora- digo en un murmuro

- ¿Te parece precipitado? – inquiere

- ¡¿Qué si me parece?! – elevo el tono de mi voz- nos conocemos hace tres meses, nos hicimos novios hace dos y ¿te quieres casar conmigo al tercer mes? ¡joder! Esto es una locura

- Comprometer- me corrige, lo miro con severidad- sé que eres joven Luciana – ladea el rostro frunciendo ligeramente su entrecejo- pero deseo un compromiso contigo, no te pido que nos casemos mañana, ni en año ni diez, te daré el tiempo que tú quieras, no te presionaré – hace una ligera pausa- solo… necesito saber que no te apartaras de mi lado

- ¿Por qué? – inquiero con las dudas taladrando mi cabeza - ¿Por qué siempre haces todo de una manera tan precipitada? – frunce el ceño- ¿no te basta con mi palabra? – le digo entornando mis cejas - ¿dime Mark eso no es suficiente para ti?

- No comprenderías – habla en un murmuro

- Entonces hazme comprender – digo con frustración – muéstrame eso a lo que tanto le temes…- una lagrima rueda por mi mejilla

La limpia con su dedo pulgar observándome como solo él lo sabe hacer, con tanta intensidad que desnuda mi alma y corazón en un instante – debo irme Luciana- se levanta de la silla dejándome más que confundida

- Espera- tomo su mano - ¿no me dirás nada? – repito su pregunta de hace un rato

Levanta mi mentón y me hace mirarlo – deseo compartir mi vida presente y futura contigo – dice con gesto estoico – pero no me pidas que te revele mi pasado Luciana – trago grueso – es algo que… me ha costado superar, y por más que te amé no deseo abrir esa herida de nuevo

Me suelta caminando a la salida, se detiene en el marco de la puerta- volveré a buscarte en una semana- dice con serenidad- me dirás tu respuesta para ese entonces – lo miro incrédula- si tomas una decisión antes sabes dónde encontrarme

Diciendo esto sale de la casa sin perder su porte altivo que lo caracteriza, como si hace unos minutos no hubiese ardido Troya en este lugar, eso es lo que más me confunde de él, es la persona que mejor controla sus emociones que conozco en mi vida, un punto a su favor si hablamos de madurez, al contrario en este momento me siento como un torbellino de sentimientos contraproducentes, por una parte pienso que todo es una locura exponencial y que debería acabar todo antes de atarme más a él, si eso es posible, y por el otro me imagino como su prometida y una guerra de mariposas se desata en mi vientre, Mark Davis mi futuro esposo, se escucha tan bien