Capítulo 38: Confesiones

Clare

Llego a mi casa después de conversar con Luci, tremenda bomba la que me ha lanzado, comparada quizá con la de Hiroshima, jamás esperé que me dijera que se iba casar con Mark Davis ¡Joder! Esto es una locura, pero como le dije la apoyare hasta el final, aunque me parezca descabellada la idea

Entro a la casa, veo a papá conversando con Mecha en la cocina, en cuanto notan mi presencia hacen silencio – hija- dice papá sonriendo

- Hola papá- levanto mi mano con desgano - ¿Cómo esta Sam?

- Bien – dice mirándome con tristeza- en su habitación

- Iré a verla- digo subiendo las gradas

La relación con mi padre simplemente se ha fracturado, confieso que me duele demasiado, pero no puedo pasar por alto todo lo que me confeso hace menos de dos semanas, lo amo y no quiero alejarme de su lado, pero supongo que debo asimilar todo esto que ha pasado

Camino al cuarto de mi hermana parándome en el marco de la puerta, ella está parada frente al espejo mirando la cicatriz en su abdomen- en un par de semanas no se notará- digo entrando a la habitación

Baja su blusa y frunce los labios – supongo que tienes razón – suspira- pero cada vez que vea esta marca recordaré como he jodido mi vida- se escucha dolida y eso me mata

Me acerco hasta ella y la abrazo – no pienses en eso ¿Ok? – acaricio su cabeza- lo importante es que estas con vida Sam, tienes una nueva oportunidad

- ¿y si la arruino de nuevo? – levanta la mirada, sus orbes azules reflejan angustia- de seguro lo haré, como todo en mi vida, soy una plaga

- Oye, oye- tomo sus brazos - ¿Por qué hablas de esa manera? – un nudo se instala en mi garganta

- Porque es la verdad – se zafa de mi agarre caminando a su ventana – no sabes todo lo que he hecho Clare

- Ya te he dicho que eso no es lo importante….

- ¡Si lo es maldición! – me interrumpe alzando la voz- deja de querer tapar el sol con un dedo Clare- pasa las manos por su rostro en un gesto desesperado

- Ok – suelto el aire lentamente- tienes razón, supongo que este momento tenía que llegar ¿verdad?

Asiente mirándome entre su cortina de cabello rubio- debo contarte… las cagadas que he hecho últimamente- frunzo el ceño, se acerca hasta mí y me mira con un tanto de súplica- ¿estas preparada para escucharlo todo, sin salir corriendo?

- Por supuesto – mi voz tiembla, en realidad no quería que este momento llegara, siento que… lo que escucharé cambiara mi forma de verla, pero ahora lo que yo piense es lo menos importante

Me siento en la cama y ella hace lo mismo, mira sus manos sin soltar ni una palabra, una ligera mueca surca sus delicadas facciones – te escucho – le digo para romper el hielo

Accede y después de inhalar sonoramente me mira- primero quiero pedirte perdón

- ¿Por qué? – inquiero confundida

- Por todo lo que te dije antes de que esta pesadilla comenzara- asiento- fui una tonta al decirte todo eso, me hace muy feliz que tú lo estés, al fin te veo sonreír, veo que tus ojos brillan, al fin eres la chica alegre que una vez esperé ver, dije esas palabras porque sentía impotencia

- ¿impotencia? – frunzo el ceño

- Por no poder manejar mi vida como quisiera – entorno las cejas- siento que cada vez caigo más profundo- su voz se quiebra- y necesito ayuda Clare, en serio lo imploro

- No te entiendo- empiezo a asustarme

- Esto que me paso, no se traduce solo en mi enfermedad y en mi irresponsabilidad – arruga su entrecejo- esto va mas allá y quiero decírtelo para que me ayudes- solloza- necesito a mi hermana mayor

- Dímelo- la amino poniendo una mano sobre la suya y dándole un ligero apretón

- Siempre he tenido una vida loca y sin límites, les he ocultado muchas cosas Clare, en innumerables ocasiones me he escapado de casa para ir a fiestas y terminar…. En manos de algún chico atractivo que me guste

Abro mis ojos con asombro, y ella hace una mueca- sé que te asustaría

- Continua por favor

- Esto que te acabo de decir es nada a lo que te tengo que decirte ahora, ¿estás segura que quieres oírlo?

- Si hacerlo sirve para ayudarte en lo que tanto te afecta, quiero escucharlo

- Ok- suelta el aire lentamente- hace unos meses fui a casa de Adriana con el pretexto de una pijamada- si recuerdo aquella noche en la que su amiga me llamo para pedirme permiso- bueno la cosa es que la use para que pensaras que me quedaría en su casa, pero todo era un pretexto para ir a una fiesta del instituto – levanto las cejas, no puedo creerlo- el anfitrión era un chico que me gustaba mucho y quería… ligármelo esa noche, fuimos a aquel lugar y todo iba de maravilla yo bailaba con el chico y estábamos pasándola bien, pero de pronto su hermano mayor irrumpió en la estancia – se queda callada por un segundo – no sé qué fue lo que sucedió pero una especie de magnetismo me atrajo a él, era muy atractivo e interesante, todo un chico malo, bueno la cosa es que el chico que me gustaba se emborracho y mis planes con el murieron, lo termine llevando a rastras a su habitación y Salí de ahí pero…