Inmune a tus encantos

Capítulo 39: Pequeño desfalco

Adam

Unas semanas antes

- Tranquilos todos- habla Frank levantándose de su puesto mientras la mayoría de las personas empiezan a murmurar acerca del tema del día: los problemas financieros de la disquera- les aseguro que es un pequeño desfalco, pero lograremos solucionarlo

- ¿Pequeño desfalco? – dice uno de los artistas de la disquera con evidente molestia – ¡llamas pequeño desfalco a 40 millones de dólares!, deja de maquillar las cosas y mejor dinos ¿Qué has hecho con nuestro dinero?

Miro al hombre con el que comencé y con el cual he trabajado por años, sin duda le debo lo que tengo, pero de la misma forma siento que no me he convertido en el artista que siempre quise ser, la fama está ahí, pero mis ideales de hacer algo trascendental en mi carrera, que mantengan mi esencia sin parecer un robot nunca se han cumplido

Es evidente que la disquera ya tenía algunos problemas económicos desde hace meses, pero como siempre Frank intenta tapar el sol con un dedo, y más que hacerse responsable por su pésima administración nos hace trabajar el doble para intentar tapar la grieta que poco a poco se hace más grande y terminará por derrumbarlo todo

Muchas preguntas llegan a mi cabeza mientras la mayoría discuten con el hombre ¿Qué haré si todo esto no se soluciona? ¿acaso tendré la oportunidad de trabajar en otra disquera? O ¿todo acaba aquí?

Llevo las manos a mi cabeza en un gesto desesperado, de pronto pasa por mi mente la universidad de mi hermana y su alta pensión por semestre, la nueva sucursal de mi padre a quien le prometí invertiría para abrirla el próximo año, y los problemas de salud de mamá que requieren dinero para medicamentos y visitas al médico ¡joder! Esto es una real mierda ¿desde cuándo puse tanto peso sobre mis hombros?

Suelto el aire con fuerza y me levanto de mi silla, Frank me mira arqueando las cejas - ¿Cuál es tu plan? – digo con acritud - ¿ponernos a trabajar como burros para cubrir tu pésima administración?

- Somos un equipo- dice con ironía- se supone que todos debemos apoyarnos, si el barco se hunde lo hacemos todos

- ¿Cómo no se va a hundir el barco si tenemos al más inepto de los capitanes? – dice otra persona

- Esto no se trata de liderazgo queridos – frunce el ceño – puede pasar hasta en las mejores empresas

- Perder esa gran suma de dinero en un mes se sale de los estándares financieros que nos podemos permitir en la disquera – habla al fin uno de los socios minoritarios – te lo había dicho hace algunas semanas Frank, debíamos investigarlo, pero como siempre hiciste de menos mis advertencias y mira a lo que hemos llegado

- ¡Oh hablo el dios de las finanzas! – dijo sarcástico- y dime si eres un genio para esto de la directiva ¿porque no estás en mi puesto?

- Porque eres el hijo del dueño y lo sabes- Frank tensa el rostro- el pobre Robert desaprobaría tu manera de dirigir la disquera que tanto esfuerzo le tomó poner en pie para llevarla a la bancarrota por las pésimas decisiones que tomas

- Bueno ya me he cansado de recibir sus dardos venenosos – se levanta de su puesto haciendo sonar la silla- les guste o no aquí el jefe soy yo, y buscaré la manera de salir de la crisis económica, aunque esto implique que trabajemos como burros, como mencionó el ídolo de las adolescentes hormonales – dijo en tono de burla mirándome – eso es todo por hoy les informaré las decisiones tomadas

Y sin llegar a una solución real de la crisis el hombre desaparece por la puerta dejando a la gente furiosa en el salón de reuniones- joder no sé qué pasó por mi puta cabeza al aceptar ese contrato- se escuchaba entre los presentes

- Parecía amable- dijo otro- todo un lobo vestido de oveja

- ¡Es un maldito avaro!

Y así llovían los comentarios, mi cabeza dolía teniendo que masajear mis sienes, tome mi celular de la mesa y salí de ahí antes de estallar en comentarios para nada amables hacia Frank

Llego a mi departamento después de escapar del atolladero en el que se convirtió la disquera, suspiro cansino sacándome la ropa mientras abro la llave de la ducha, mis problemas financieros no se comparan ni un poco a los que ha tenido que pasar Clare en estos días, con lo de Sam y conocer la realidad sobre su padre y Tamara su mente ha estado enfrascada en su familia

La comprendo, no le pediría que se fijara en mis problemas, son míos y mientras menos se involucre en ellos mejor para su estado emocional, entro a la ducha dejando que el agua caliente caiga sobre mi espalda, mis hombros duelen y mis parpados pesan, el trabajo multiplicado en la disquera y las visitas al hospital para estar junto a Clare me han agotado, duermo poco y creo que el cansancio me empieza a cobrar factura

Cuando termino de bañarme entro a mi habitación para vestirme, y así comienza mi rutina, me pongo algo cómodo, peino mi cabello, bajo a la cocina, tomo la primera fruta que encuentro, salgo de casa, conduzco hasta el hospital, entro caminando por los pasillos, todo esto lo hago con el peor ánimo del mundo, pero cuando la veo mi sonrisa aparece automáticamente olvidándome de mi cansancio

Me acerco hasta ella y la abrazo por la espalda – casi te doy un puntapié- dice con su respiración trabajosa, rio cerca de su oreja haciéndola estremecer




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