Inmune a tus encantos

Capítulo 40: Perfecto

Clare

Salimos de aquella fiesta como todos los invitados, completamente anonadados, no puedo creer lo que el Sr. Collins ha hecho, esto de seguro destrozo a Luci, me da tanta impotencia no poder hacer nada por ella

- ¿Estás bien? – inquiere Adam mientras conduce

- Si, solo pensaba en… todo lo que sucedió esta noche

Hace una mueca- en realidad fue una sorpresa ver como irrumpió el padre de Luci en la fiesta

- No entiendo que le pasaba por la cabeza al acudir a la fiesta de compromiso de su hija y arruinarle la noche

- Los padres son un… tanto complicados de entender – asiento- de seguro ellos piensan lo mismo de nosotros los hijos

Sonrío- supongo que sí

Sigo mirando por la ventana, mientras juego con los mechones de mi cabello – hoy estás preciosa- su voz hace que las mariposas en mi estómago revoloteen como locas

- Y tú eres todo un galán – ríe- deberías usar traje más a menudo

- Te recuerdo que no soy Mark Davis- arqueo una ceja – no es mi estilo

- De cualquier forma, te queda muy bien- muerdo mi labio inferior apreciando su cuerpo metido en el lindo traje negro, ya se ha retirado el saco y su camisa blanca lo hace ver tan sexy con su perfecto corbatín puesto aun en su cuello

- Deja de mirarme de esa forma o… - me mira por completo con sus preciosos ojos marrones brillando – te llevaré a mi departamento… de nuevo

Sonrío y paso una mano por su brazo apretándolo ligeramente haciéndolo abrir los ojos- llévame a tu departamento – voltea a mirarme

- ¿Segura? – asiento – pero… no has regresado a tu casa desde ayer

Retiro la mano – no quiero ir a casa – digo mirando al frente

- Tendrás que ir en algún momento – replica

- Lo sé, pero no quiero… no sé cómo actuar frente a mi padre o Samantha - confieso

- Clare…

- Adam, descubrí que mi progenitor es un mentiroso e infiel, y que mi hermana es una drogadicta- un nudo se forma en mi garganta- solo necesito… tiempo.

Suspira- hoy iremos a mi departamento, pero mañana volverás a tu casa

- Pero…

- Clare Hamilton…- su tono de reproche no me pasa desapercibido- es tu familia, sí, a veces todo es una mierda y quisieras poder desaparecer… pero es de cobardes hacerlo – abro la boca – y puedo asegurarte que no lo eres nena, tú no eres una cobarde

Miro mis manos por unos segundos pensando en sus palabras, ciertamente tiene razón, no puedo simplemente desaparecer de mi casa y hacer como si nada estuviera sucediendo, está pasando justo ahora y debo encararlo todo

Sí, no puedo negar que la impresión de saber todo aquello de mi padre cambió mi perspectiva con respeto a él, pero lo amo a pesar de todo y no quiero que nuestra relación se arruine, no me perdonaría alejarlo de mi vida y no darle una segunda oportunidad, como lo hice con mi madre… con Tamara

Y por otro lado está Samantha, no soy ella para saber porque ha hecho todo aquello, no puedo juzgarla, la bomba ya explotó, ya dejo sus desastres como el hecho de que casi pierde la vida, pero no sirve de nada recordarle todos sus errores, eso lo empeoraría todo, la respuesta es ayudarla a superar esta etapa de su vida y que pueda sentirse bien con ella misma y con el resto, que ame su cuerpo y su salud física y emocional, pero solo lo conseguirá ella, y realmente espero que logre superar por todo lo que ha pasado sin que ninguno de nosotros supiéramos de la batalla interna que estaba librando

- Tienes razón – le digo después de un largo silencio, acaricio su mano – a veces pienso que eres mi padre más que mi novio

Se hecha a reír contagiándome su risa – tu padre no haría esto- posa una mano sobre mi muslo acariciándolo despacio haciéndome estremecer

- De seguro que no – trago grueso- o ya estarías en la cárcel por incesto

Vuelve a reír mirando al frente – hablar contigo es tan agradable – dice mientras retira su mano para tomar el volante

- ¿Somos normales? – pregunto de la nada haciéndolo mirarme con cara de póker face

- ¿Por qué dices eso? – ríe mostrando su blanca dentadura – claro que somos normales

- Es que… nunca peleamos – digo en un murmuro haciéndolo alzar las cejas – todo es demasiado perfecto… para ser real

El carro de detiene me percato de que hemos llegado a su casa – a ver déjame ver si entiendo – voltea su torso a mi dirección – ¿dices que no somos normales porque nos entendemos y no nos peleamos como perros y gatos?

Levanto los hombros en un gesto inocente – diciéndolo de ese modo… se escucha tan estúpido de mi parte– me rio sin poder contenerme

El niega divertido esperando a que me parta de risa en el asiento de su lujoso carro – ¿Qué piensas de mí? - dice dejándome boquiabierta- digo… de mi personalidad

Le sonrío- que puedo decir… - lo miro fijamente mientras espera mi respuesta – eres… más bueno que un santo – llevo una mano a mi boca estallando de risa




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