Capítulo 42: agridulce Navidad

Clare

Compras de navidad en una sola palabra: Pesadilla

- Mi niña alcánzame los tomates cherry – ruedo los ojos por enésima vez y los tomo del estante del supermercado

- ¿Algo más? – inquiero rogando que me diga que volveremos a casa después de tres largas horas caminando por todo el lugar, rayos me duelen los pies

- Mmm necesito queso azul para los linguinis – tuerzo los labios – y…. esos espárragos se ven tan frescos también llevaré unos tantos pueden servirme para la ensalada

- Mecha – me cruzo de brazos – perdona, pero… estoy exhausta, no me castigues más por favor- junto las manos en una especie de suplica

- Vamos mi niña ya falta poco – suspira - estas compras siempre son imposibles, pero que me acompañaras me ayuda mucho

- ¿Por qué no vino Sam? – me quejo arrastro mis pies para tomar el queso

- Sabes que no hace mucho de su operación, no puede pasar mucho tiempo de pie

- Patrañas – digo en broma y mecha niega a mi espalda – ¿Cuánto tiempo más te tomarás en esto?

- Quizá media hora – revisa diferentes tipos de jamones

- Tengo que comprar algunas cosas – rasco mi nuca – ya sabes regalos, ¿puedo dejarte sola un rato?

- Claro mi niña, ve estaré bien, solo faltan algunas cosas

- Te amo mechita gracias – beso su mejilla y salgo corriendo de esa prisión

Camino por el centro comercial mirando los diferentes locales, pronto me encuentro en una tienda de ropa femenina, decido comprar un lindo vestido negro para mecha, es un diseño sencillo, pero a la vez sensual, de seguro le encantará, y a papá también

Sigo revisando en los diferentes percheros y encuentro otro más sofisticado y ceñido color azul marino, pienso en Tamara, le quedaría muy bien ella siempre viste muy elegante, decido comprárselo, no tengo idea si estará en la cena de noche buena pero ya encontraré la ocasión para regalárselo

En realidad, nunca he sido buena con los regalos, para mí la ropa es lo más práctico y funcional, nunca me he esforzado mucho en encontrar algo más significativo

Salgo de la tienda después de pagar, sigo caminando pesando en que puedo darle a mi hermana, este ha sido un año difícil para ella, suspiro y me detengo en una joyería, decido entrar, todo adentro es precioso, no puedes dejar de admirar cada pequeña joya, de pronto veo una pulsera de oro con pequeños dijes si lo sé algo cliché, pero me encanta al instante, cada dije representa una virtud y valentía es la palabra que une ambos extremos de la pequeña pulsera, en letras cursivas y muy representativa de la situación por la que ha tenido que pasar mi hermana menor, sé que será costosa, pero cada centavo lo vale.

Aprovecho para comprar un par de collares a juego para Luci y para mí, tienen un dije diferente, uno es una nota musical y el otro un pequeño libro abierto, representando nuestras dos pasiones, en el libro hay una pequeña inscripción “Hay amistades impresas en nuestros corazones que nunca serán disminuidas por el tiempo y la distancia. Dodinsky”

Sonrío mientras empacan los regalos, pero no tanto cuando tengo que pagar la cuenta, salgo de ahí de seguro en bancarrota, pronto estoy comprando un par de camisas para mi padre y una gorra del equipo favorito de baseball de Peter, se la daré al finalizar las fiestas, como sea quiero al tonto ese, al detenerme en una tienda de música me quedo atontada con una hermosa guitarra negra con pequeños diseños blancos que al final forman un patrón precioso, pienso por unos minutos junto a la vitrina, esto sin duda me dejara en la calle, pero prefiero ver su hermosa sonrisa y escucharlo cantar mientras la toca, al diablo mi primera cuota del apartamento, supongo que un mes más en casa no me hará mal

Casi me infarto con el precio de la guitarra, pero después de volver del estado de shock pido que la empaquen – disculpe señor – le digo al hombre tras la vitrina – ¿podría hacerle una inscripción en la parte trasera?

- Claro – sonríe y camina a una pequeña sala – venga acompáñeme

Camino junto al hombre y pronto empieza a escribir la frase que le dicto, mis mejillas toman un color carmesí mientras las letras se plasman en la madera, cuando ya ha terminado me muestra el resultado

“Soy lo que has hecho de mí. Toma mis elogios, toma mi culpa, toma todo el éxito, toma el fracaso, en resumen, tómame.”

- ¿Qué tal le parece? – me pregunta el hombre con una sonrisa cómplice

- Es hermosa, gracias – le sonrío

- El chico debe ser muy especial – dice mientras la empaca

- Mucho – murmuro con timidez

Cuando he terminado regreso con Mecha, se encuentra pagando en caja, espero afuera sentada en una banca – guau – dice al ver mis bolsas- por lo que veo las compras han sido muy productivas

- y le han restado algunos ceros a mi tarjeta – ríe caminando a mi lado – parece que llevas comida para todo un ejército – bromeo

- en estas fechas se come sin remordimientos – sonríe – y yo de ti aprovecho para subir más de peso, estas muy flaca mi niña – toma de mi brazo delgaducho