Luci
8 horas para ser su esposa
Me levanto con el aroma del café recién hecho invadiendo mi sistema, abro los ojos y me acostumbro a la luz de la habitación, al lado de mi cama hay una pequeña bandeja con el desayuno recién preparado
El día de nuestra boda
Suspiro ilusionada, ha llegado el momento, hoy será nuestro día, uniremos nuestras vidas, seré la esposa de Mark Davis, las mariposas de mi estómago revolotean como locas generándome un cosquilleo que aumenta mis nervios
Miro hacia el baño de donde sale mi futuro esposo, muerdo mi labio inferior, como siempre se ve perfecto, un traje azul marino cubre su fornido cuerpo, intensificando el azul profundo de sus ojos, me mira y me dedica una de esas sonrisas soñadoras, ¡por dios mi corazón!
Se acerca, como siempre con su porte altivo y seguridad desbordante, se sienta en el borde de la cama y posa su mano en mi mejilla acariciándola con el pulgar, inhalo profundamente, huele delicioso- Buenos días futura Sra. Davis
Esas simples palabras despertaron todo mi sistema nervioso, futura Sra. Davis, se escucha tan bien
- Buenos días mi casi esposo
Sonríe ampliamente, sus ojos azules hoy tienen un brillo especial, se le ve feliz, y eso me encanta
- ¿Puedo confesarte algo? – asiento embelesada – estoy hecho un manojo de nervios – ¿Mark Davis nervioso? – ni el negocio más importante me pone en estos niveles tan grandes
- ¿la razón? – inquiero con una sonrisa que de seguro matará mis mejillas, pero es imposible no hacerlo con él a mi lado
- Que hoy serás mi mujer - ¡ay dios! Agua por favor – finalmente podré amarte como lo he añorado desde que te conocí
- ¿Quieres que me dé un ataque antes de nuestra boda? – Bromeo – no aceleres mi corazoncito, mira que ya está trabajando al doble
- Creo que hoy será un día de muchas emociones – dice con calma ¿Cómo es que nada le altera? – no creo que tu corazón tenga descanso al igual que el mío
- Quiero que las horas pasen volando – confieso acercándome a su regazo, el me recibe gustoso, me acurruco en su pecho – quiero ser tuya Mark
Se queda en silencio solo suelta un suspiro profundo que me hace sonreír, cierro los ojos y disfruto del sonido de su respiración acompasada y el latir de su corazón errático, me causa ternura, está tan emocionado como yo
- A partir de hoy comienza nuestra vida juntos mi amor – susurra con voz grave – prometo dar siempre lo mejor de mí para hacerte feliz, es mi nuevo y mayor propósito, amarte intensamente y sin límites
¡No! ahora sí creo que mi corazón se detuvo, traigan el desfibrilador
- Yo prometo lo mismo – levanto la mirada, sus ojos azules me miran con intensidad, cuanto quisiera sumergirme en las aguas cálidas de ese mar azul – prometo ser la mujer que mereces
- No tienes que esforzarte para hacerlo – apoya su frente en la mía- tu eres todo lo que siempre quise, y mucho más
- Te amo Mark, te amo con locura – suspira acercando su boca a la mía
- Creo que seré yo el del ataque – sonrío – produces tantas cosas en mi pequeña, espero que seas consiente de lo enamorado que me tienes
Asiento y tomo su rostro entre mis manos - ¿Sabes que eres mi príncipe?
Sonríe - ¿tu príncipe? – asiento de nuevo – yo soy todo lo que tú quieras mi amor
Inclino mi rostro y besos sus labios, tan suaves y cálidos como siempre, pasa sus manos por mi espalda y me estrecha contra su pecho, su lengua delinea mis labios antes de abrirse paso en mi boca, me abrazo a su cuerpo, su aliento fresco me llena por completo, muerde mis labios con suavidad y me pierdo en el torbellino de sensaciones que me genera el hombre junto a mí
Nos separamos después de unos segundos – si no fuera por la creencia de que el novio no puede ver a la novia antes de la boda no te soltería ni un minuto hasta que diéramos el sí frente al altar
- Pero me perdería tu cara de sorpresa, amor y emoción al verme entrar a la iglesia – sonrío- espero hayas practicado
Empieza a reír generando cosquilleos en mi abdomen, su sonrisa debe ser un delito – estoy seguro que me quedaré sin palabras cuando te vea en el altar – pasa su mano por mi rostro – si tan solo verte recién levantada genera un millar de sensaciones en mi cuerpo, no quiero imaginar cómo me sentiré al verte vestida de novia y saber que soy yo el afortunado que tendrá a la mejor esposa que alguien pudiera desear
- Me matarás en serio Mark – digo dramática, ríe – no sé cómo resistiré tantas emociones en un mismo día
- Disfrútalas – dice pausadamente – disfruta tanto como yo este día
Asiento dándole un abrazo quisiera quedarme así por siempre, entre sus brazos me siento tan segura, tan feliz – debo irme hermosa – dice haciéndome resoplar, ríe de nuevo – debo ir a verificar que todo esté bien con la iglesia y la cabaña mi amor – deposita un beso en mi frente- supongo que te veré en el altar
Sonrio y me bajo de sus piernas- allí nos veremos Sr. Davis
Sale de la habitación y ahora si puedo brincar en la cama como niña emocionada ¡me casaré con ese Adonis! Joder, no me lo puedo creer
6 horas para ser su esposa
- Ya llego por quien llorabas, chiquita – esa de ahí es mi amiga la castaña
- Clare – me lanzo a sus brazos – estoy hecha un manojo de nervios – la tomo de los hombros sacudiéndola – dime que hago, creo que colapsaré
- Primero que todo no me ultrajes – sonrío y la suelto – así está mejor – sonríe- y segundo, ¡cálmate mujer! – ahora es ella quien me sacude – ya me estás pasando tus nervios
Río – perdón, pero es que en serio faltan 6 horas Clare, las maquilladoras ya están arriba y yo tiemblo como una gelatina, y ¿si no estoy lo suficientemente hermosa?
Me mira como si un millón de bichos caminarán por mi cara- no hablas en serio ¿verdad? – me encojo de hombros – por dios eres hermosa ¿Cuándo lo comprenderás mujer?