Inmunes

20

Nueve meses después.

—¿April estas segura de esto? —la orden fue dada y April la aceptó, a pesar de estar consciente del peligro al que correría al hacerlo.

—Hunter —, por no decir lo que sufriría mi pobre e indefenso corazón al saber—Tengo que hacerlo— que quizas nunca más la volvería a ver.

—April —el dolor era como una llama que emanaba en lo más profundo de mi ser.

Una fuerza que me rogaba por tratar de detenerla.

—Debo hacerlo —pero sí lo hacía solo estaría pensando en mi mismo— Lacey es como una hermana para mi.

—Lo sé, es solo...

—...que sientes miedo Hunter —sus palabras eran demasiado delicadas, como una leve armonía que hacía juego con sus dedos al tocar con mis manos—Pero debo hacer esto por Lacey

Quería decir que no.

Suplicarle que otro hiciera el trabajo.

—Por favor —pero sus labios hicieron conexión con los mios.

Creamos esa llama que nos mantenía atrapados en la pasión.

Dos segundos de placer que sentí como mil años de a su lado. Abrazandola y acariciando ese dorado cabello que captó mi atencion desde el día que huimos.

—Todo estará bien —April seguía confiada con que volvería a verme, de la misma forma que lo haciamos después de las misiones.

April.

Esa bella chica a la que veía sonreir todas las mañanas, como un verdadero ángel caido del cielo que se iría a infiltrar hacia los lugares más reconditos del infierno.

Durante estos últimos meses Xavier se había dedicado a vigilar todos los escenarios. Al parecer todos los Sedados que permanecían ahí vivian temiendo por sus vidas o manteniendose firmes en un libreto apartado de la realidad, como ocurría con los Sedados que nosotros rescatamos, solo que en los escenarios las cosas eran distintas.

Sí no hacías lo que se te pedía tu castigo podría ser la muerte.

Eso no nos era de mucha utilidad.

Xavier solo podía hackear los sistemas de vigilancia y lo que nosotros necesitabamos estaba escondido en los registros privados como las formulas que aplicaron para alterar las mentes.

Sí obteniamos esa informacion lograriamos encontrar el modo de devolverles la memoria, pero la formula estaba protegida por un sistema que por fuera era impenetrable, como una perfecta barrera que nos delataría sí intentabamos abrirla desde nuestro escondite.

No podiamos hacerlo por fuera pero quizas sí por dentro.

Esa era nuestra mision.

Entrar a los escenarios y crear una red privada que nos diera acceso. Desafortunadamente el costo de realizar tal mision también implicaba el tener que dejar a un infiltrado en cada escenario durante los proximos meses, incluso años; solo así encontraríamos una forma de sacar a los Sedados que pudieramos y April se ofrecio de voluntaria luego de ver los videos de seguridad.

Al parecer Allison, la media hermana de Lacey, estaba atrapada en ese escenario creyendo ser una chica llamada Shane.

—Oh por Dios —y yo solo tenía el derecho de acomapañarla durante el viaje a un lugar que me hacían recordar cualquier pelicula post apocaliptica.

¡Esto no podía ser Los Angeles!

Las calles que en un tiempo fueron una ciudad repleta de celebridades, magnates o turistas ahora solo eran ruinas pintadas con grafiti, golpeadas o cubiertas de oxido.

No había automoviles, motocicletas o niños montando patinetas. En vez de eso solo transitaban los autobuses dentro del pavimento y en las afueras se veían a varios hombres limpiando o cuidando los niños.

No ví el rastro de alguna mujer o niña.

Xavier nos relató que aquí los hombres eran obligados a vivir en la pobreza y sobrepoblación mientras que la mujer era digna de habitar dentro de excelentes condiciones, las cuales estaban ubicadas en nuestro objetivo.

Las torres.

Construcciones que parecían llegar a los cielos.

Nuestra mision era simple.

Debiamos de ingresar al modulo de enfermería ubicado en el area B, bloquear las camaras, colocar un dispositivo que crearía la red privada, crear una identidad falsa para April e irnos sin ella y la unica forma en como lo lograriamos sería fingiendo ser Infectados.

—Ya llegamos —por fortuna nuestro transporte y vestimenta nos hacía parecer como ellos.

Dan nos llevó hacía un pequeño compartimento de descarga.

Un area que por fuera no lucía sucia o en ruinas, a comparacion de lo demás lugares. Había diversos autobuses blindados y personas, en su mayoría mujeres vestidas de blanco u hombres con atuendos sucios o portando uniformes oficiales.

La Zona tenia diversas camaras monitoreando las areas pero ningún lector de huella digital protegiendo las zonas externas.

Ese sería nuestra única ventaja, a menos de que alguien no actuara como un Infectado.



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En el texto hay: apoyo confianza, virus, uber

Editado: 17.10.2020

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