Me sentí mal, por mi culpa ahora dos personas iban a morir.
Lebron hizo disparar su arma, de inmediato cerré mis ojos, me sentí despavorida.
—¡Largo!—ordenó Lebron con voz demandante. Por fortuna, el disparo lo hizo hacia otra direccion. Sentí un fresquito en mi pecho al saber que nadie murió—Todos son unos malditos incompetentes. Lebron volvió su mirada hacia mí, y me sonrió con ternura.
—¿Qué estás tramando?—le pregunté con valentia.
Él no dijo nada, solo guardó silencio y se acerco a mi y me sostuvo de la cintura nuevamente.
—Te llevaré al lugar a dónde perteneces-dijo con voz suave.
—¡Déjame, no me toques!—le gritó tan fuerte que él sacude una de sus orejas.
—Vamos mujer, no seas timida—Me mira como si yo fuera una carne exquisita.
—¡Mi novio vendrá por mi y lo vas a lamentar!—Exclame con los nervios de punta, lo que hizo que Lebron se enojara, y de inmediato ordeno a sus hombres.
—Lleven a la chica a la habitación—De inmediato todos me sujetaron y me llevaron de arrastres.
Soy llevada a una habitación pequeña. Lebron venia justo detras de nosotros.
—¿Por qué me tienes aquí dime?—le abro los ojos y lo cuestiono.
—Chicos largo, déjenme a solas con ella.
Todos se fueron rápidamente, dejando la habitación silenciosa. Salvó por el sonido de las manecillas del reloj que está dentro de la habitación.
Lebron se sentó sobre la cama y me invitó a sentarme a su lado. Dándole una palmadita a la cama.
—No, no me sentaré a tu lado, ¿Dime porque me tienes aquí?—le exijo con la voz temblorosa.
Él soltó un suspiro y pasó su mano por encima de su cabeza. Su cabello es largo, le llega justo por encima de sus hombros, y a los lados está motilado. En realidad su cabello es hermoso, y de color negro.
—Celine, trato de ser lo más amable posible, pero tú solo sabes ser grosera—alza una de sus cejas y me mira con desagrado. Lo que mas me preocupa es que el tipejo se aprendio mi nombre rapido.
—¿Qué quieres de mi, dime?—Pregunte.
—Te voy a explicar el porqué te tengo cautiva. La razón es simple, tu novio ha secuestrado a mi amada—Abrí mi boca para hablar, pero él me hizo callar, ya que alzó uno de sus dedos—Déjame hablar por favor—Su mirada desafiante me intimido— Prosigo, tu novio Alex Macalister—Lo interrumpo de golpe.
—Eso es imposible, él jamás sería capaz de hacer algo como eso.
—¿Podrías hacer silencio?—me pide. De inmediato hago silencio y él continúa—Te lo agradezco. En fin, tu novio o marido, como sea, secuestr.. a mi mujer, y hasta que él no me entregue a Isabell. Pues yo tampoco te entrego a ti.
Lebron se levanta de la cama y se acerca a mí con pasos seguros.
—Aléjate—le ordenó, pero él sigue acercándose hasta el punto de apretar mi cintura con una de sus manos.
—No entiendo porque Alex, olvidó custodiar a esta hermosa mujer—Su voz ronca hace que mis vellos se pongan de punta.
—Por favor, no me hagas daño—le suplicó casi al borde de llorar.
Lebron pasó sus manos por mis nal--gas, dándoles una breve manoseada.
#2185 en Novela romántica
#755 en Chick lit
#660 en Novela contemporánea
mafia, arrogante y celoso, embarazo matrimonio forzado y perdón
Editado: 24.12.2025