LOBO
Ella hace más de cuatro horas que no ha vuelto, ya casi son las dos de la mañana, siendo sinceros no quiero levantarme para ir a buscarla es demasiado independiente para mi gusto, pero yo fui el imbécil que la trató mal. Ahora será difícil que ella vuelva a confiar en mi, creo que hasta quiera que le dé un cuarto para ella sola.
Dejo de lamentarme y me levanto para ir a la cocina por agua. Bajando las escaleras escucho música clásica a lo lejos, cuando termino de bajar me topo con las luces encendidas y a la señora a la que Sam llama nana.
-Buena Madrugada Señor- Me saluda con una sonrisa-
-Disculpe, ¿Hay alguien en el salón?-digo sigiendola a la cocina-
-ah!!! Si... es la niña, hace años que no tocaba el piano, creo que desde que cumplió 11 años que no había vuelto a tocar el piano, me siento mal por ella ya que solo lo hacía cuando estaba triste- dice la nana con melancolia-
-¿Por que cree que este triste ahora nana? - digo tomando un sorbo de agua que me he servido.
-Es imposible no saberlo, ella se prometió a sí misma que jamás volvería a sentir nada por nadie, que jamás volvería a llorar a los 11 años fue entonces que se hizo ese horrible tatuaje en el hombro, pero solo ha servido para que sea fría y sin expresiones, ahora parece que esta volviendo a sentir latir su corazón de nuevo, pero es la razón por la que se prometio no sentir amor siempre le dañan- dice ella-
-Nana, soy el culpable que este así, ¿cómo hago ahora para pedirle perdón?- digo tratando de saber... que es lo que deseo de ella más que de mi mismo?-
-Solo Hazlo muchacho, ella sabe perdonar más de lo que te imaginas, solo pide perdón de corazón además llévale esto- dice dándome una bandeja con leche y cupcakes de chocolate- siempre la hacen sentir mejor.
Tomo la bandeja, me dirijo al salón donde al abrir la puerta se aprecia mucho mejor la melodía con la que esta tocando en el piano. Coloco la bandeja encima del piano mientras ella sigue tocando con los ojos cerrados, disfruta de lo que hace, pero las lágrimas que salen de sus ojos me hacen sentir muy mal.
Me acerco para limpiar las lágrimas de sus ojos, ella deja de tocar abre sus ojos los cuales los tiene rojos... no sólo por el color.
-Te Traje algo- digo mostrándole la leche y los cupcakes-
-Mi nana te lo dio- dice dándose la vuelta-
-Si, pero no la culpes, solo le pedí un consejo para pedirte perdón- digo pasándole le baso de leche y un cupcakes.- yo lamento lo que hice creo que me cegó la ira además de que creo que sentí celos desde que te vi con ese chico- digo sinceramente.
Ella sonríe, toma un sorbo de leche y muerde su pastelillo.
-Creo que me gustas más de lo que soy capaz de admitir-sigo sincerandome con ella, bueno más conmigo porque no había pensado en que decirle eso, las palabras salen solas de mi-
Ella me mira ahora su mirada es más pacifica, aunque ya no tienen la tristeza con la que me vio en la habitación, me ve diferente.
-Yo lamento más, que no hayas preguntado antes de hacer lo que hiciste, yo me siento extraña contigo, no he convivido con nadie nunca de esta manera, me siento rara, lo que paso hace semanas no se compara con esto, soy una asesina, no se nada de vivir con nadie mucho menos se lo que es una familia de verdad.- dice ella-
-Perdona, No debí incomodarte, eres una niña aunque lo niegues, trataré de ser más comprensivo contigo. Lamento portarme así contigo.- acaricio su cara y ella sonríe un poco-
-Esta bien, no volverá a pasar, yo fui la que te dejo hacerlo pues vi tus celos reflejados en tus ojos- dice ella- no hay hombre en esta tierra que no sienta sienta celos cuando ve a la mujer con la que se va a casar en brazos de otro aunque no la ame.
-Lo siento, podemos volver a dormir... bueno, puedes volver conmigo a la cama- digo abrazabdome a ella-
-Esta bien, pero jamás digas que me has visto llorar, que te corto la lengua- dice ella sonriendo mientras termina sus cupcakes-
-Juro no diré nada, de nada si vuelves a dormir conmigo- le digo levantando una mano en señal de juramento.
-No tengo sueño, además hay una chica en la entrada hace rato pidiendo entrar, me imagino que es otra de las rosas de tu jardín- dice ella con calma-
-Te juro que esas no son rosas sino plagas, creo que se te será muy difícil lidiar con todas las mujeres con las que estado; perdón por eso, creo que he escogido muy mal en los últimos años- digo molesto.
-¿La recibirás?‐dice ella- trae maleta en mano, además de llevar como 2 horas afuera
-No quisiera, por que no mejor nos vamos a dormir- digo pues no quiero más lios, además a Sam no le gustan los líos con viejas.
-Bien vamos a la cama y que la dejen quedarse esta noche, me da pena que ella se quede allí afuera, le puede dar un catarro y vas a tener que cuidarla después- dice ella, pero veo ese brillo en sus ojos que me hace pensar que piensa hacer alguna maldad.
-Bien, haz lo que quieras, mientras seas feliz.- digo, entonces recuerdo que mi padre adoptivo le decía eso a su esposa y ella siempre sonreía feliz y es exactamente lo que veo justo ahora, ella sonríe por la frase, bueno creo que no están madura como aparenta, creo que necesito conocerla más.- me digo a mi mismo-
Subimos a nuestra habitación y ella se saca la ropa y me mete solo en bragas a la cama, cosa que me hace sonreír pues así es ella, solo que ahora debo tener paciencia es la reina de los asecinos a la que dañe, creo que talvez consintiendola podré sacar a la mujercita frágil que hay dentro de esa mujer dura e inflexible.
Ella misma,llama a los guardias que dejen pasar a la muchacha y le den un cuarto para que duerma. Ella me da la espalda y eso me hace reír internamente... dijo que me había dejado hacerlo, pero se que esta herida.
-Cariño, dime, me has perdonado porque no vienes aquí a mis brazos- digo divertido- ella se voltea, yo extiendo mi brazo y ella acomoda su cabeza y me abraza como la última vez. Yo le beso la mano que tiene apoyada en mi torso la coloco cerca de mi corazón, ya no decimos nada, ella solo cierra sus ojos, yo la sigo contemplando a la luz de la lámpara, hasta que al fin apago la luz me duermo junto a ella.
Llega la mañana, pero lo que me despierta no es el sol, sino una mano intrusa que está acariciando a mi amigo, pero lo que más me intriga es si se hace la dormida o realmente lo está haciendo dormida, así que me relajo un poco para así hacer lo mismo con ella para ver su reacción, acierto, ella lo está haciendo adrede.
Abre los ojos como platos cuando siente mi mano entre sus piernas, pero me da acceso y eso me hace darme cuenta que la chiquilla está jugando.
-Buenos días- dice ella con una sonrisa pícara-
-Señorita, buenos días,eso no se hace- digo también con picardia-
-Perdone mi querido lobo, es que no tengo la culpa ya estaba así cuando me desperté así que solo quise saludar a su amigo- dice mirándome a los ojos y noto sus pupilentes de color azul, ¿ por que rayos se los a puesto?, me hace gracia que nunca sabré cual es el color de sus ojos, pero aún así logró leer sus expresiones.
-Señorita, señorita, por qué es tan Bonita y traviesa en las mañanas- digo mientras me coloco encima de ella.
Empiezo a acariciar sus pechos, mientras recorro su clavícula llenándola de besos, hasta llegar a sus pechos, entonces escucho sus gemidos cosa que hace que mi interior Arda de deseo.
Pero en ese momento la puerta de abre y no es precisamente algún guardia o sirviente.
-ahhh!!!... que hace esa mujer en tu cama?- grita quien creo que es Lucía. Trato de tapar a Sam y salir de la cama.
-En serio Lucia, ¿que quieres?... acaso no fue sufiente dejarte dormir una noche en mi casa para que vengas a meterte a mi habitación sin permiso- digo molesto-
Sam sigue en la cama, pero ahora se sienta jalando la sábana para cubrir sus pechos.
Mientras Lucía sigue histérica.
-Como es posible que yo pase 4 meses contigo en Rusia, un mes aquí en esta mansión y ni una sola vez me dejaste dormir contigo, me voy 6 meses encontrando una tipa que no me dejaba entrar , además que ahora la encuentro en tu cama, haciéndolo contigo¡¡Explicame eso!!- dice a gritos-
Me siento en la cama frustrado pero Sam se levanta tranquila, me toca el hombro para hacerme ver que me va a dejar solo, se envuelve en la sabana e ingresar al baño. Yo sigo aquí molesto que esta me haya amargado el momento con Sam.
-Podrías dejar de gritar en primer lugar no estoy sordo, en segunda te dije que lo nuestro era solo sexo, en tercera si ella duerme conmigo no es asunto tuyo- le digo molesto-
-Pero como que no es asunto mío, me fui porque te dije que tenías que pensar si nuestra relación tenía futuro, te dije que quería más, tu me dijiste que lo pensarías cosa que me gusto, pues me dijiste que harías algo en caso que decidieras formalizar las cosas, pero nunca llamaste para decirme si lo habías pensado además que algunos Reyes han recibido una invitación extraña donde dice que en dos semanas es tu boda, pero no hay nombre de tal novia, incluso le llego una a mi padre.- dice ella sacando la invitación empieza a leerla.
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Editado: 28.11.2024