Inocente

No lo toques

En cuanto estuvieron listos para ir a la iglesia, todos estaban por subir al auto cuando Mike recibió una llamada muy corta que hizo que Sam le mirarse con el seño fruncido.

-Es Gabriel madame- dijo este y ella inmediatamente miró a Alessandro quien no se inmutó en negar o afirmar nada -

-Más te vale que lo encuentre en una pieza, por que te va a pesar- dijo Sam alejándose al callejón más cercano, Alessandro quiso alcanzarla pero al llegar a la esquina no estaba más. 

Tomó su teléfono para darle instrucciones a las personas que había enviado pero no hubo conexión. Corrió de regreso para tomar a Mike del cuello. 

-Señor- apenas hablaba pero no le tenía miedo a el de ninguna forma - no debió meterse con ese chico... ella lo protege desde pequ... pequeño, él le salvó la vida-

Apenas pudo articular palabras pero era lo mejor que podía hacer cuando sabía bien que su Reina moría por ese chico, nadie en esta tierra logró sacarla de ese apego enfermizo que había adquirido por él y no estaba dispuesto a morir por evitar que el Lobo lo matará, preferiría morir allí que en manos de su dueña.

Lo soltó al final de cuentas y este solo se recostó en el auto tratando de no desmayarse por la falta de aire, al cabo de unos minutos sube al lado del copiloto . haciendo que otro guardia manejara.

-¿Vamos a ir  a la iglesia o no?- Natalia estaba un poco desconcertada por lo que acaba de ocurrir.

-Vamos, aparezca o no debemos ir a ver que tantos arreglos se harán o que debe de hacer la reina - dijo un poco ronco Mike-

Los tres subieron al auto mientras Cassio intentó saber si alguien más podía contactar a los implicados en el secuestro de Gabriel.

En algún lugar de América...

 

Pater noster, qui es in cælis: sanc­ti­ficétur nomen tuum; advéniat regnum tuum; fiat volúntas tua, sicut in cælo, et in terra.

Panem nostrum cotidiánum da nobis hódie; et dimítte nobis débita nostra, sicut et nos dimíttimus debitóribus nostris; et ne nos indúcas in ten­ta­tiónem; sed líbera nos a malo. Amen.

El ritual de exorcismo había terminado, cuando Sam aprecio aquel beso en su cuello había desaparecido sin dejar rastro, sin siquiera llamarle la atención al menos. Solo era otro hombre más, una al que ya no tenía como aferrarse, aquello que le hacía volver a él ya no estaba.

-¡Pero que hicieron!- gritó enojada, por qué jamás logró entender por qué este chico le atraía tanto y ahora que habían... que le habían... cambiado su ... la marca demoníaca ya no estaba, el beso se había ido; entonces, el beso no fue para él sino para aquello que vivía dentro de él y lo habían enviado al infierno - 

-¡Tu!... estas... estas... - el sacerdote temblaban al verla por que su sola presencia le hacía sentir el mal que habitaba en ella-

-Yo no estoy sacerdote, yo existo, vivo, siento, respiro y también me alimento - dijo por lo bajo en medio de aquellas personas que habían sido partícipes del acto -

-¡No puedes salir del infierno!... no así... estas ende... - no pudo terminar de decirlo sin que ella le diera una cachetada -

-Que hayan aprendido a enviarnos al infierno no quiere decir que el Altísimo esté en acuerdo con ustedes, no somos entes, somos mayores a ustedes y somos la causa que aún existan criaturas tan débiles, por que de todo lo que Él creó, son los únicos con el privilegio de verle a la cara sin dejar se existir en el universo.-

-Pater noster, qui es in cælis: sanc­ti­ficétur...- El padre intentó rezar pero ella le siguió repitiendo cada palabra junto con él-

-A mi no me duele que me digan todas las oraciones padre, no soy parte de los demonios... soy un ángel - afirmó ella con total confianza y el padre le miró-

-¿acaso puede un caído como tú afirmar aun que son ángeles?, cuando su mayor pecado fue enfrentarse a Dios- dice este mostrando una cruz -

-Nos enfrentamos a él por la misma razón que muchos humanos han extinguido reinos, solo por amor... nunca entenderían si se los explicamos- ella estaba por irse cuando otro de los sacerdotes le lanzó agua bedita -

Ella se limpio el rostro sonriendo, nunca nadie les a dicho que no importa si el agua es solo agua, toda vez exista es bendita, pero los humanos no lo entienden... nunca entienden. 

-Me bañé temprano muchacho - sonrio ella mientras se volvía para tomar a Gabriel de la cama donde le tenían atado - la madre de este niño ha de estar bastante preocupada -

-No puedes llevártelo, ya hemos expulsado el demonio de él,  ya no ... - ella miró al sacerdote más viejo y le hizo señas para que callara -

-Para que sepan y estén enterados, los caídos;como ustedes nos llaman, podemos volver a nuestro lugar sin miedo a las miradas de papá y ¿saben porque?, porque mientras Noé dormía en un "arca" nosotros luchamos por qué el Altísimo no terminará con toda la raza humana, aún cuando nos había arrebatado todo, aún allí peleamos por qué ustedes siguieran viviendo, así que no me vengas con que somos los malos de la historia- tomó a Gabriel en brazos mientras miraba la cara de sorpresa de los hombres allí presentes.

-Los demonios siempre tratan de confundir nuestra fe, pero nosotros no estamos tan lejos de Dios como ustedes - grito uno desde la esquina, tomando el brazo de Gabriel,  reteniendolos a ambos-




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