Han pasado dos semanas desde que mi reina se fue, nunca en mi vida pensé que en apenas unos meses la tendría tan metida dentro del pecho; nana tenía razón, a pesar de que siento tanto por Elissa, me es indiferente justo ahora, solo quiero a mi Sam, a esa endemoniada mujer de vuelta en casa.
-Alex bebé, mírame, ¿que haces mirando el techo?, estas tan disperso desde que tuvimos nuestra primera noche juntos que hasta he llegado a pensar que desde hacía tiempo era lo único que buscabas de mi -
Alessandro y Elissa... se encontraban en la cama de un hotel, a pesar de que su Nana le había insultado e incluso los soldados de Su Reina, le estuviesen mirando mal, el simplemente no quería dejar ir a la mujer que había estado con el desde que fue obligado a regresar a la casa de su padre biológico.
-Elissa, te gustaría tener una casa en Argentina, siempre me dijiste que era tu lugar favorito-
-Rio, me gustaría visitar Río de Janeiro, es hermoso en estos dias ... -
-No estoy hablando de viajar, estoy hablando de vivir allí-
-¿Vivir?, ¡ya has pensando en dejar esto!-se lanza a sus brazos- me hace tan feliz que digas eso, te seguiría al fin del mundo, no importa si tenemos que empezar de nuevo... - Alessandro la apartó de su cuerpo y la miró con una sonrisa apacada.
-Estoy diciendo que quiero que tu vivas allá, que te alejes de este ambiente como siempre has querido-
-No me iré sin ti, tu lo eres todo para mi -
-Si me voy contigo, todo esto se quedará aquí, no llevaremos nada de esto, ni casa, ni autos, ni dinero, menos privilegios, no existirá una tarjeta para hacer las compras, incluso puede que no puedas comprarte un par de zapatos en uno o dos años, no tendremos quien nos cocine... seré, seremos comunes - Elissa le quedó mirando sin comprender, desde que recuerda, el siempre ha tenido dinero fue por eso que se aferró a él, aun más sabiendo que no era común, ni en el exterior, ni dentro del bajo mundo.
-Aún tienes a tu familia, ellos te apoyaran siempre - Alessandro sonrió, sabia desde hacía tiempo que ella no quería vivir en bajo mundo y sus reglas, pero tampoco quería dejar de ser la anfitriona que todo aman.
-Si salgo de esto, no arrastraré a mi familia adoptiva en esto, podre apoyarles siempre Elissa, soy el Rey de la mafia, so significa que si renuncio no tengo que desaparecer por completo, las Fabelas en Río dan esa sensación, pero tu no estas acostumbrada a eso -
-Alessandro, yo... regresé para aceptar ser tu reina, pero ni siquiera pude interrumpir la boda -
Sé abrazo a él esperando no le viera, Elissa no es alguien común, es la hija adoptiva de Rey de Asia, su infancia siempre ha estado rodeada de sangre, traiciones y armas; sabe lo que es, pero quería huir de todo eso más no dejar de vivir entre lujos.
Su padre le habia dado la oportunidad de salir de este mundo pero a cambio debia renunciar a todo ello. Pensó tontamente que Alessandro tenia mas opciones, pero el idiota no es capaz... Además, esta embarazada, razón por que solo podia confiar en que este hombre se lanzara a sus brazos...
-Yo quiero quedarme contigo Alessandro- su voz temblaba tanto que parecia que se quebraba.
Justo a tiempo el teléfono de Alessandro sonó. Este se apartó para contestar y la mujer al otro lado escupió sangre de lo molesta que estaba.
-Ya terminaste de despedir a esa mujer-
-¡Sam!...-
-Si encuentro olor de otra mujer en tu cuerpo Alessandro... -
-Entiendo, pero... -
-De acuerdo, haré el depósito del dinero en unos minutos, mientras nadie se entere que no estoy contigo, todo estará bien. -
-¡Que! , no puedes romper el trato -
-Especifiqué claramente que no quería traiciones, soporté antes por que no estábamos casados pero claramente no entendiste el mensaje -
-No volveré a verla -
-Aún tengo trabajo pendiente, nos veremos cuando regrese-
-Soy un hombre con necesidades... -
-dejaré libre a la mujer que está en la cama, por ahora, pero mataré a todas de ahora en adelante-
-Estas ocupada, eso dijiste, ¿como?- un disparo certero cruzó justo al lado de la oreja de su primer amor.
-Yo nunca he fallado cariño, nunca -
La llamada terminó mientras la mujer gritaba por ver la sangre escurriendo de su oreja. Alessandro la revisó, siendo esto solo un rasguño.
-No vas a morir por eso, sólo es un rasguño, enviaré a un doctor para que te revise -
-¿por que te estás vistiendo?-
-Mi esposa esta celosa, no puedo controlar su temperamento y la próxima vez te volará los cesos si te sigo viendo -
-¿acaso las mujeres de los capos no deben ser sumisas?, ¿que hace una loca con un arma? -
-Es más peligrosa usando las manos, aunque depende donde - la sonrisa de este era amplia y ella se quedó estática, el había olvidado el amor que le tenía, estaba sonriendo por ella, ¿acaso no sabía que estaba enamorado?.
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Editado: 12.11.2024