- ¿Eres consciente de lo que hiciste, Karina?
-Si Papá.
-Bien, quédate mirando a las reglas de la comunidad lo que resta del día. Espero que así, lo pienses dos veces antes de hacer escándalos -advirtió antes de subir por las escaleras.
La última vez que me castigaron de esta forma, tenía 10. Mi mamá estaba embarazada de los gemelos, su vientre no era tan grande, por lo que no entendía que mis hermanos estuvieran ahí adentro. Mia padres siempre se divertían cuando me intentaban explicarme que, de verdad, mi hermanito estaba ahí, ya que en esa época no sabíamos que serían dos.
Cuando recuerdo momentos como ese, me dan ganas de volver a ser una niña, justo en ese momento antes del hospital.
Las horas pasan hasta que es de noche, escucho a mi madre haciendo la cena y el olor me está matando, tengo mucha hambre, pero, no puedo moverme hasta que me lo digan.
Centro mi mirada en las reglas de la comunidad, otorgadas por Nuestro Señor hace miles de años.
1-NO asesinaras, robaras, ni codiciaras la dicha de otros.
2-NO mentiras, engañaras, ni cometerás algún acto impuro utilizando la palabra de Nuestro Señor.
3-Las mujeres se someten a sus esposos y los esposos a Nuestro Señor.
4-Cualquier mujer que haya perdido su pureza antes de contraer el sagrado sacramento del matrimonio será juzgada como una libertina y será expulsada de la comunidad.
5-Las mujeres deben de recibir solo la educación y los conocimientos que su esposo (padre, hermano o hombre de la familia) le permita recibir.
6-Los hombres deben de ser honorables, cuidar y proteger a su familia.
7-Cualquiera que incite a los otros a cometer algún pecado, será castigado con 50 latigazos.
8-Las mujeres deben de buscar esposo en el momento en que se termine su educación (la que su familiar varón le haya permitido recibir)
9-Cualquier forma que rompa la sagrada imagen de la familia, será rechazada y eliminada.
10-El Pastor es el enviado de Nuestro Señor y la máxima autoridad en la comunidad.
11-Solo los hombres tienen permitido salir de la comunidad.
12-Cualquiera que rompa algunas de las leyes, será juzgado y castigado, después de evaluar la gravedad de su pecado.
Esas son las leyes más antiguas, en los últimos años se añadieron otras leyes, como el uso del maquillaje, la ropa que debemos de usar, la edad adecuada para el matrimonio etc.
Tengo mucha hambre, espero no desmayarme como cuando tenía 11 y tome por accidente uno de los cigarros de mi padre, no iba a fumar solo quería ver que tenía adentro. No entendía porque se fumaba dos cajas al día.
Pensé que era algo dulce, mis hermanos que en ese entonces eran unos bebés que apenas comenzaban a gatear, se acercaron a mí con su curiosidad infantil y pues mi mamá nos atrapo con los cigarros en la mano.
Me quede mirando a la pared toda la mañana, tarde y noche, justo cuando me habían levantado el castigo y di un paso, me desmaye. Papá me llevo al hospital, ahí fue donde le pregunte porque fumaba tanto, no me contesto, pero desde ese día dejo de fumar.
-Karina, ven a comer-ordeno mi padre con voz severa. Comimos todos juntos en silencio, mis hermanos salieron del comedor tan rápido como pudieron.
- ¿Sabes lo que hiciste, Karina? -
-Si padre, actúe impulsivamente y golpee a alguien.
-A un hombre, Karina ¿Qué hubiera pasado si te hubiera regresado el golpe? -pregunto y yo baje más la cabeza- Tú no eres una chica conflictiva, hija, me sorprendió bastante cuando me lo dijeron.
-Lo siento.
-Tranquila, cariño, tu padre no está molesto contigo. A mi particularmente me alegro mucho que lo hicieras.
-Annette, golpeo a alguien, no hay nada que celebrar.
-Si lo sé, pero…me alegra que mi hija sea buena y leal con sus amigos, y que no tolere tales injusticias-dijo apartando un mechón de mi cabello.
-Bueno en eso tienes razón- contesto con un tono de voz más clamado. Extendió sus manos por encima de la mesa. Levante la vista de mi regazo y la tome-Me alegra que te hayamos criado con un carácter bueno y justo, pero algo como esto, no puede volver a repetirse. Hay leyes y debes cumplirlas.
-Si papá-respondí le dio un apretón a mi mano. Se levanto dejo su plato junto con los demás
- Limpien todo- dejo un beso en mi frente y se fue.
(…)
Todos en la escuela hablaron sobre mí, ellos creían que no los escuchaba, pero si lo hacía. Me sentí muy tentada a irme a esconder en la biblioteca durante el almuerzo o irme a mi casa, pero no tuve el valor de esconderme.
Asume las consecuencias de tus actos, Karina-dijo mi padre.
¿Las consecuencias de mis actos? Son que tengo una torcedura en la mano y cero tranquilidades
Luis y sus amigos llevan mirándome toda la mañana, aunque Luis no está en mi clase varios de sus amigos sí. Sentí sus miradas en clase de biología, de historia y matemáticas.
Me hace sentir muy incómoda, pero no creo que le cause gracia tener dos enormes moretones en la cara y que uno de ellos se lo haya hecho una chica.
Allister también está desaparecido, pero no me sorprende, él nunca está en ningún lado.
Suelto un suspiro, me levanto de la mesa y llevo mi bandeja junto a las demás. Antes de salir de la cafetería el grupo de amigos de Luis detiene mi paso.
Estoy en graves problemas.
-Déjenme pasar, por favor- pedí, pero ninguno se movió.
Luis tomo mi mano para después tomarme de los hombros. Estoy asustada pero no puedo demostrarlo.
Le sostengo la mirada hasta que finalmente sonríe y me aparta de un empujón que me lleva al suelo. Él y sus amigos se van de la cafetería.
Lentamente me levanto, pido un jugo de naranja como excusa para quedarme en la cafetería un poco en lo que la hora de comer termina y sienta que no corro peligro.
A la salida tomo el teléfono de la secretaria y llamo a mi padre, le pido que me acompañe a casa. Esta lloviendo un poco y parece que se avecina una tormenta, así que use eso como excusa. Salgo de la escuela, Luis está bajo el mismo árbol en que recibió esos golpes, me mira en cuanto pongo un pie afuera, tomo aire y camino a la cera