-Nuestro Señor es bueno y bondadoso, sabe que Mika, cayó en el terrible abismo del pecado. Nuestro Señor que todo lo ve y todo lo sabe, es consciente de la situación de Mika. Te pedimos Señor que perdones al alma inocente de Mika para que pueda alcanzar el paraíso.
-Que así sea-respondimos a coro.
Bajan el ataúd que contiene el cuerpo de Mika y sacan con cuidado su cuerpo y poco después encienden el fuego. En ese momento nos colocamos dos pañuelos negros en nariz, boca y cabello.
El cielo esta oscuro, significa que viene otra tormenta, parece que, sin notarlo entramos a la temporada de lluvias.
Me aferro al brazo de mi madre, me alegra que me acompañara, no quería estar sola. Muchas personas vinieron, después del escándalo que hice, muchos se compadecieron de Mika y vinieron a acompañar a su madre.
Aunque parece totalmente lo contrario, la gran mayoría de los comentarios que he escuchado han sido “Debió criar mejor a Mika” “Es toda su culpa”
Se que es responsabilidad de los padres criar a los hijos, pero esos comentarios no sirven de nada ahora.
Nos despedimos de la Madre de Mika y volvemos a casa. Mi padre y mis hermanos están jugando ajedrez. Los gemelos corren hacia mí y me abrazan, ambos levantan sus caritas y me sonríen.
Los tres somos una extraña combinación de mamá y papá, cabello y ojos respectivamente.
Me quedo en mi cuarto el resto de la tarde, intento hacer la tarea intento mantenerme ocupada y funciona, de verdad funciona, pero…
-Es el Señor Bacon, el leñador que vivía a las afueras.
Suelto el lápiz de golpe y me dejo caer en mi cama mientras abrazo la almohada.
No conocía mucho al Señor Bacon, en toda mi vida solo lo he visto tres veces. La primera fue cuando estaba en el hospital, esperaba a que mis padres salieran del consultorio. Él se sentó a mi lado leyendo un libro, la biblia. Mis padres salieron poco después, saludaron al Señor Bacon, mi padre me tomo en sus brazos y salieron rápidamente ahí.
La segunda yo tenía 15 años y estaba en el mercado comprando comida con mi madre. Él estaba discutiendo con una mujer y la golpeo varias veces.
Mi madre me aparto rápidamente de ahí y no se nunca que paso. La última fue en la iglesia, él estaba hablando con el Pastor Darrow, los saludé y me fui a dar mis clases.
Su esposa y sus dos hijos fallecieron en un accidente de construcción varios meses antes de que yo naciera, es por eso que se apartó de los demás y se fue a vivir al bosque.
“Los pecadores no entraran al Reino de nuestro Señor”
La frase cruza mi mente y me da un escalofrió. Estaba escrita en la piel del Señor Bacon.
¿Qué habrá hecho para que…? ¡No Karina, no dejes que tus pensamientos conduzcan en esa dirección!
Eso solo lo haría realidad y rezo porque no lo sea.
Temblando, tomo el lápiz después a terminar mi tarea de literatura hasta que tocan la puerta de mi habitación.
-La Policía está aquí, quieren hablar contigo otra vez.
-No quiero hablar con ellos-expreso hastiada.
-Prometo que solo será esta vez. -promete comprensiva, me levanto de la cama y bajo las escaleras, no sin antes tomar un suéter.
Mamá baja las escaleras detrás de mí. Papá habla con el Oficial Martino, nos sentamos en la sala. El Oficial Marino, me saluda con una sonrisa y ese peculiar brillo en los ojos que lleva incomodándome desde que cumplí los 14.
Vuelve a repetirme las mismas preguntas y vuelvo a darle las mismas respuestas.
- ¿Por qué le preguntas todo esto, otra vez? -pregunta mi padre harto.
-Solo quiero estar seguro de que, Kari, no este confundida
-Mi hija no es tonta, ni se confunde-afirma mi padre.
-Tranquilo, no es para tanto-responde para después volver a preguntarme sobre Allister.
-Ya le dije, Allister y yo nos fuimos a esconder, los golpes sonaban muy fuerte y nos asustamos. Y honestamente creo que fue lo mejor, según se esos golpes fueron hechos con un mazo, si no nos hubiéramos escondido talvez nos hubiera lastimado.
- ¿Y solo se escondieron? ¿No hicieron algo más? -pregunta con una mirada lasciva.
-Ya fue suficiente. Karina, sube a tu cuarto, y tu largo.
-Tranquilo, hombre, solo era una pregunta
-Si claro-responde mi padre. Mamá me toma del brazo y me arrastra hasta mi habitación, baja las escaleras y alcanzo a escuchar a mis padres discutiendo con el Oficial para después escuchar la puerta cerrarse de un portazo.
Al día siguiente vamos a la iglesia para velar por el alma del Señor Bacon. La iglesia se hará cargo de todo el servicio funerario, pero aun así varios dieron donaciones, y nos esperan dentro de unos días para cremar su cuerpo.
Todo se paró unos días hasta ayer, cuando volvimos a la escuela y volví a dar mis clases. No he hablado con Allister al respecto, casi no nos hemos visto y cuando lo hacemos no hablamos del tema.
La escuela está muy silenciosa, ninguno de los alumnos o maestros se atreven a hablar del tema, del terrible tema que ronda en todo el pueblo y del temor que este provoca.
-No pienses en eso Karina-susurra la voz de mi madre desde el fondo de mi cabeza.
A la salida del colegio veo la patrulla del oficial Martino estacionada enfrente.
Ignóralo, Karina, ignóralo. La vez no te note o talvez estas sobre pensando las cosas.
-Karina, linda ¿Cómo estás?
-Bien
Hasta que usted apareció.
-Me gustaría hablar contigo, ¿Qué tal si te llevo a casa? Así hablamos en el camino
¡No!
No respondo nada y solo le muestro una sonrisa incomoda.
Una cosa que aprendí desde pequeña es a dar cuenta de cuando un hombre tiene malas intenciones y lo peor de todo es que no se molestan en disimularlo. Desde que cumplí los 14 comenzó a mirarme de manera diferente, después se fue por unos años. Su madre se había ido del pueblo y cuando esta se puso enferma él fue para cuidarla, la señora ya está mejor de salud así que volvió, junto con su horrible presencia que parece va a comenzar a intensificarse. Ya casi termino mis estudios, ya tengo 18, por lo que estoy en edad para casarme. Y con la vigilancia que han implementado debido a las dos muertes…debí saber que usara eso como excusa para acercarse.