La paranoia me carcome el cerebro. El viaje hasta el café fue eterno. Sentía que todo el mundo me miraba, como si supieran lo que había hecho. Pero, ¿qué había hecho? No estaba seguro. Pero la gente juzga sin saber, así que mis actos no estaban en duda, sino la percepción de los demás.
-Pibe. -La voz grave de Urrutia me saca de mi pensamiento pesimista.
-Urrutia, gracias por venir. -respondo con una sonrisa amable, intentando disimular mis preocupaciones.
El hombre me analiza con la mirada mientras se sienta frente mio. Pasa unos segundos mirándome fijo y finalmente rompe el silencio.
-Nunca te había visto tan cagado. ¿Qué hiciste?
-Anoche conocí una mina en un bar. Hoy me llamó. Fui a verla, empezamos a charlar. Quería que encontrara a su novio. Me dio un ataque y me desmayé en el baño. Cuando me desperté la flaca estaba muerta y yo tenía un cuchillo con sangre en la mano.
Mi verborrea temerosa dificulta entender cuando termina una palabra y comienza la otra, pero el ex subcomisario me escucha con atención. No estoy del todo seguro si me entendió algo.
-¿La mataste? -me pregunta con una frialdad preocupante. Bien podría estar preguntándome qué desayuné.
-¡NO! -respondo con indignación, como si la pregunta me molestara- ...Creo que no -acoto avergonzado.
-Esta bien. -responde secamente. No puede deducirse nada de su rostro. Este hombre debe ser un excelente jugador de poker.
-¿Qué se va a servir? -interrumpe el mozo después de pararse a un lado de mesa con su bandeja metálica bajo el brazo.
-Café solo -responde mi invitado sin apartarme la mirada.
-¿Qué sabe la policía? -me pregunta cuando el mozo se va.
-No sé. Hasta ahora creo que nada.
-¿Qué pueden saber?
-Anoche me vieron con ella en el bar. No creo que sean testigos confiables, estaba oscuro, pero puede ser. Y hoy entré y salí de su edificio a plena luz. Alguien debe haberme visto.
-¿El arma?¿Cómo saliste del depto?
-La limpie pero la dejé en la escena. Salí con unas llaves, creo que eran de ella. Las tiré a la basura a unas cuadras.
-Ok. Vamos a hacer esto. Voy a hacer unas llamadas. Dejame averiguar que se sabe y te aviso.
-Hay una cosa más. -dije tras meditar un instante mientras asentía lentamente- La piba era la novia del tipo que me mandó a investigar.
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Editado: 13.01.2020