Prólogo

“El amor no existe”.

A sus cortos veinte años de edad, esa frase había sido una de sus creencias más férreas. No es que fuera un chico frívolo, ni materialista, pero había visto muchas cosas durante su vida como para comprender que eso no era posible. Solo era un cuento, un consuelo de las almas enamoradizas y soñadoras.

Sus padres eran un claro ejemplo de que el amor a primera vista no existía. Habían sido casados por compromiso para enriquecer a ambas familias y consolidar alianzas entre sus empresas. Y si bien, tenía una vida familiar pasable, pues sus padres se preocupaban de él y nunca lo habían dejado solo, a pesar de que ambos tenían múltiples responsabilidades dentro de sus respectivas empresas. Cumplían con su responsabilidad paternal a cabalidad.

Pero Lucas sabía que ellos no se amaban.

Cierto es que no conocía mucho sobre el amor, pero casi toda su familia se había casado por conveniencia y no había que ser muy inteligente para saber que ese era su futuro. No le molestaba, sabía que aún faltaba algunos años para que sucediera eso y esperaba estar a la altura de las circunstancias cuando el momento llegara.

Cierto es que no conocía mucho sobre el amor, pero sabía sobre negocios y en todas las uniones de su familia había visto solo contratos y cumplimiento de cláusulas. No, el amor no existía. 

Ahora, que se acercaba la Navidad y se encontraba en Alejandría, en uno de los innumerables viajes a los que sus padres lo llevaban, para “fomentar la unidad familiar”, pensaba que quizás su estadía en esa ciudad era una buena oportunidad para aventurarse a conocer a otras personas, costumbre que tenía desde pequeño cada que llegaba a un nuevo lugar. 

Una nueva aventura estaba por iniciar, lo podía percibir en el aire. Así que con una sonrisa en el rostro salió del hotel, adentrándose en las calles alejandrinas... 

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NOTA DE LA AUTORA:

Relato corto, narra la historia de Lucas Moreau, de la saga Amores en Alejandría. Espero que les guste. :D