Alizee.
Cada paso que daba acercándome a la galería hacía que mi corazón se acelerara, sentía unos increíbles nervios en mi ser, la razón, no la comprendía muy bien.
O no quería reconocerla.
Había aceptado ser amiga de Jacque.
Aunque sonara tonto, ya que la gente solía hacer amigos y no era un gran logro, para mí sí lo era.
Hacer amigos es normal, hace parte del vivir, es como un ciclo por el que todos deben pasar.
Cada persona es un mundo diferente y por experiencias, personalidades, carácter, creencias o cualquier motivo existente, afrontan de una manera distinta cada ciclo de vivir, en este caso, la amistad.
Para muchas personas esto podría ser muy fácil, normal y espontáneo. Para otras podría ser más complicado, anormal y forzado.
Yo hacía parte de la segunda categoría.
Quizás no había sido una decisión mía, pero existían muchas cosas que me hacían inclinarme a por esa forma de afrontar la amistad.
Ya una vez había intentado tener una amiga y aunque al principio fue maravilloso, como todo lo que hacía parte de mi vida, se rompió.
Me habían roto tanto, que me era muy difícil confiar en alguien, mi corazón se resignaba a dejar pasar a alguien, pero con él era diferente.
Por otro lado, estaba el constante recordatorio de que, hacer parte de mi vida, significaba caer en un abismo lóbrego y búlico lleno de agujeros.
Jacque, quería ser mi amigo y realmente parecía ser una buena persona, por lo mismo estuve actuando de esa manera tan tosca con él, a ver si de una vez por todas se cansaba de tanto desplante de mi parte. Pero parecía que cada vez que le decía «vete» él entendía «quédate». No quería, ni quiero, lastimarlo; por lo que pondré de todo mi esfuerzo para ser comprensiva e intentar hacer las cosas de la mejor manera, pero tenía que admitir que no prometía no exasperarme con él, es que era tan... efusivo, insistente, tan sol y yo era tan... sobria, indiferente y tormenta.
Solté el aire que estaba retenido en mis pulmones y miré una última vez el exterior de la galería antes de entrar. Saludé a todos con cordialidad como siempre y me dirigí a mi habitual lugar de trabajo. No sabía en qué momento me cruzaría con él, por lo que estaba expectante a cualquier sonido proveniente de la puerta.
Mi estómago estaba con un gran nudo, ni siquiera desayuné, el apetito se me había ido. Casi no pegué ojo en la noche por pensar en cómo sería nuestra relación de ahora en adelante, es decir, como la de unos amigos normales, pero realmente no sabía cómo actuaban unos "amigos normales".
Dios, estaba tan inquieta por verlo, no sabía cómo debía actuar, si como antes o de alguna manera diferente, ¿Cómo actuaban los amigos?
¿Era normal sentir todos estos nervios por un amigo?
Yo creo que no.
¿Y tú qué sabes? ¿Cuántos amigos has tenido?
Gracias a ti, ninguno. Pero mis criterios son mucho mejor que los tuyos, créeme. Aunque tengo un amiguito llamado comodín.
Okey, definitivamente estaba loca. Discutía con mi subconsciente y esta tenía un amigo, llamado comodín. ¿Quién le ponía nombre a una subconsciente? Y lo peor, ¿Cómo las subconscientes se relacionaban entre sí? Confirmado, esto ya no era normal.
Sacudí la cabeza y alejé todos esos pensamientos de mi cabeza e intenté concentrarme en la pintura. Tan sumergida estaba, que no me percaté que no había puesto música. Eso sí era extremadamente extraño en mí. Yo siempre tenía música, siempre.
Suspiré y tomé mi celular para poner alguna canción, quizás así me relajaba un poco y dejaba de pensar tanto. Tenía un gran tic nervioso en mi pierna, esta no dejaba de moverse, que frustrante.
Dejé el celular a un lado sin poner música aún, y cerré los ojos.
Tenía que relajarme, tampoco es que fuera algo muy importante por lo que preocuparse.
Si así estás por tu primera conversación con un nuevo amigo, no quiero imaginar cómo será cuando tengas novio. O peor aún, cuando estés a punto de casarte.
Pff, no creo llegar a tener novio alguna vez, por lo tanto, no llegará el día en que esté en un altar.
No tientes al destino Alizee.
No me tientes tú a mí de suicidarme con tus comentarios tan fuera de lugar.
Tranquila vieja, si te suicidas acabas con la historia y no habrá un final feliz.
¿Crees que me importa que tengas un final feliz? Un final feliz es de una historia que no ha terminado. No todo tiene que terminar color de rosa, es lo que todos esperan siempre, y yo realmente, no espero eso, sé que, aunque lo quisiera, no lo tendría.
Al final puse Mistakes de "Broken down" Era una nueva banda que estaba arrasando, habían lanzado unos sencillos hace poco y ya tenían a muchas personas encantados, entre esas, yo. Me declaraba fan.
Me distraje tanto pintando que no me di cuenta de que ya era hora de regresar a casa. No sé en qué momento dejé de preocuparme por Jacque, pero cuando lo hice se me pasó el tiempo volando. Tanto, que ya me encontraba saliendo de la galería.
Eché un último vistazo al lugar por si lo veía, pero no fue el caso. En todo el día no lo vi, no me vino a visitar y de las pocas veces que salí por si me cruzaba con él, tampoco ocurrió.
Quizás estuvo ocupado en otras cosas y no vino a la galería hoy, no teníamos nuestros números telefónicos por lo que no podría haberse comunicado conmigo. Seguro era eso.
Tampoco es que después de tanto insistir iba a desaparecer.
******
Pero al parecer eso fue lo que hizo, desaparecer.
Durante los próximos tres días, no había rastro de Jacque, en toda la galería, incluso con Raymond no me había cruzado, por lo que no me preocupé mucho. Quizás salieron de viaje o se enfermaron, existían tantas posibles razones justificadas y yo solo quería pensar en esas, no quería pensar lo peor ni enojarme sin saber el por qué.
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Editado: 16.07.2021