Capítulo 2
Primer día y Accidentes
Tu pupila se proyectó en mi pupila y el iris del amor se fraguó con tu sonrisa.
Muchos creen que cuando nos levantamos es como un libro o incluso como una película, en mi caso no fue como ninguna de las 2, en primera al compartir un cuarto con tu hermana hay cosas positivas como que alguien más limpia el cuarto y las negativas como levantarse y que te enciendan la luz, lo cual es el dilema de mi vida todos los días.
- ¡Por las series!, podrías no encender la luz todos los días……
-Sabes muchas personas tiene despertadores, pero tú tienes una hermana- en el fondo lo que dice es cierto, pero nunca se lo diría alzaría su ego
-Pues al menos los despertadores no joden mucho solo ese instante, vos no tienes botón de apagado- y era verdad no recuerdo ni una vez en mi vida en que mi hermana haya estado en silencio.
-Solo baja, la abuela hizo el desayuno… y no hagas tanto ruido veras que...- a veces la odiaba que me dijera las cosas cuando ya lo sabía.
-Si hacer silencio, lo sé no hace falta recordar- al momento de decir esto ella salió, mientras me destapa e iba al baño, sabia porque debíamos hacer silencio, mamá venia de trabajar y no le gustaba el ruido cuando nos levantamos por eso rara vez nos hacia el desayuno, preferíamos que fuera a dormir, en cambio nuestra abuela ella siempre hacia esas cosas por nosotros.
Mientras termine de arreglarme y poner el odioso uniforme que nos hacen poner a menudo, bajaba las escaleras mientas me acomodaba la corbata, al llegar a la cocina mi abuela está calentando la leche para los cereales, pues si todos amamos los cereales, pero cada uno tiene los suyos.
-Hola nona- le decía nona, de cariño un término italiano que se me pego por culpa de los libros, al pasar a su lado siempre la beso, a pesar que lo odia y no pude evitarlo.
-Niña cuantas veces te he dicho que no me hagas eso, me llenas de babas- si tal vez se enojaba, pero en el fondo sé que lo disfrutaba y solo era por rutina y molestarme.
-Se que no puedes vivir sin mis besos- me queda miran sabiendo que siempre fui muy dramática.
-Déjala abuela, ya sabes cómo es la dramática de mi hermana- la regrese a ver y lo único que hizo fue sacarme la lengua, me pregunto cuando madurara, pero la vuelvo a ver y creo que nunca.
Mientras desayunaba, lo único que podía pensar es en que este mi último año, lo más importante para mí era poder terminar el bachillerato y poderme graduar, estudiar lo que deseo y poder cumplir y lograr mis sueños.
-Me voy, apúrate enano o te dejare en una esquina y no te llevare a las clases. - me gustaría pensar que era broma, pero con mi hermana nunca sabía si lo era real o no.
-Ya voy, no te apures, igual no sé por qué quieres ir temprano si igual los deberes las copias de las antiguas tareas de la nerd.
-Tu cállate i……, - Esa mirada que obtuvo por parte de mi abuela era una de esas veces que mejor debía callar y aguantarse las palabras que quería decirle.
-Increíble niño… Ese no es tu problema, mejor deberías aprender a leer y dejar de molestarme- sí, el único varón de la familia o en especial de nuestra familia no sabía leer con claridad a la edad de 8 años.
En el fondo quería reírme, pero sabía que no podía, sentí que las miradas estaban en mi por lo general nunca me reía o al menos intentaba no hacerlo porque sabía que recibiría una regañada, cosa que no quería que pasara,
-Bueno familia me voy, porque esta belleza necesita ir a estudiar y “sacar un título”- detestaba que lo hiciera en el fondo lo hacía por mi desde siempre la compararon conmigo, mis notas, mi comportamiento y sumémosle el hecho de que estoy por graduarme e ir a la universidad.
Mientras ellos salían, sentía esa mirada de vamos a hablar, no quería, pero este era una de esas miradas que no podías ignorar y un tema que no podía evitar-
-Abuela antes de que empieces……-me interrumpió antes de poder continuar,
-No le has dicho todavía, ya es tu último año no sé cuánto más vas a esperar.
-Ya lo se …. se lo voy a decir rápido solo que no encuentro las palabras-era una gran mentira solo no quería decirlo, sentía que nunca había un buen momento.
-Tarde o temprano tendrás que decirlo, no puedes ocultarlo- mientras lo decía tenía las manos puestas en la cintura y tenía esa mirada cansada, me sentía culpable por hacerla guardar un secreto, pero no me sentía preparada.
-Se lo diré, no te preocupes-voltee a ver el reloj y me di cuenta de la hora- mierda, es tarde-deje el plato y me despedí con un beso en la cabeza, de esos que ella odiaba.
-Voy a clases- antes de irme, al sentirme tan mal regresa la mirada y la vi mirándome así que le dije – Se lo diré, lo prometo- ella solo sonrió y me despidió con la mano.
Al salir pude sentir un poco de paz, solo alcance a exhalar antes de salir corriendo a la casa de mi amiga, porque si yo iba a verla puesto que ella no sabía para donde era el instituto, y si era como los deberes pues entonces se perdería.
Al llegar a su casa, puesto que vivamos como a dos cuadras, solo pude tocar el timbre del cual segundos escuche como decían - ¡Ya salgo! – así que solo espere, pero no paso mucho mientras veía mis zapatos solo pude ver unos pantalones y cuando la vi por completo solo pude decir.
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Editado: 24.02.2023