EIder
Entre corriendo hacia donde mi madre se encontraba, todo mi cuerpo irradia felicidad y emoción.-Mamá - la llamo mientras subo las escaleras de mi pequeña casa.
-Que sucede, de nuevo Nala le ha robado la comida a la vecina?-secaba sus manos con una toalla.
-No nada de eso, Nala se encuentra acostada en mi habitación.
Nala era una pequeña perra que mi padre me regaló, antes de unirse a un nuevo trabajo y nunca regresar, lo último que supimos de él fue que murió.
-Acabó de ser aceptada para trabajar en Isomia- abracé a mamá, pero ella se quedó seria.
-¿Estás loca, Eider?- fueron las palabras de mi madre al enterarse- Como que aceptaste apartarte de la humanidad.
-No me estoy alejando de la humanidad, no lo veas de esa forma, es una gran oportunidad, por fin cumpliré mi sueño de ser una gran científica.
-Estarás muy lejos-sus ojos comenzaron a cristalizarse.
-Mamá, no me hagas esto desde pequeña soñé estar en Isomia.
-Si, Después de la muerte de tu padre, quisiste seguir sus pasos, aún sabiendo lo que yo opinaba de eso, pero en fin yo no te detendré, solo promete que me vendrás a visitar- tome su mano y di un pequeño apretón.
-Lo are te lo prometo, ahora iré a preparar mis cosas.-esa noche salte de alegría y esperé a que el día llegara.
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La despedida en el Aeropuerto fue dolorosa, pero cuando pensaba que cumpliría mi sueño, el dolor se disolvía un poco.
Isomia, es un lugar alejado de todo contacto humano, ya que es el pueblo de la ciencia. Todo siento foco importante trabajo ahí, ya que es un lugar otorgado para hacer experimentos.
Insinúa es un pueblo fantasma, es un rumor que solo muy pocas personas conocen, para entrar tienes que tener contactos o ser aceptada por destacar.
En mi caso, fui contactada mediante un correo incógnito, diciendo que llenara una solicitud que por mi promedio de aprovechamiento, les interesaba.
Nunca le dije nada a mamá porque no me lo permitiría, y también porque sabía que no quedaría, pero cuando fui aceptada no lo podía creer.
Cuando bajo de él había, me espera un chofer el cual me llevará hasta el lugar, como dije antes para la demás parte de la sociedad Insomia es inexistente.
Todo el recorrido fue subir y bajar montañas, hasta que llegamos a un punto donde tenía que haber y entrar a una cápsula, la cual pasaba en medio de una montaña y nos llevaba a insomia.
Después de pasar la montaña, mi emoción aumentó, todo el lugar se encontraba en el bosque, hay distintas cápsulas, que supongo son los diferentes departamentos.
Y está la cápsula mayor que es donde inician todos los científicos.
Al bajar de la cápsula el chofer me conduje a mi nueva casa, es un pequeño departamento no es la gran cosa, una cocina, dos habitaciones, la principal y el baño.
-Gracias-me despido del chofer, comienzo a acomodar mi equipaje cuando escucho que tocan la puerta.
Me dirijo a abrirla y veo a una chica pelo rubio, ojos miel y cabello chino que asentía su cara.-Hola, Bienvenida-saluda ofreciéndome su mano.
-Hola, Gracias-respondí el gesto.
-Yo soy Mali, seré tu compañera y mentora mientras inicias y te acostumbras-
-Gracias, y yo soy Eider - sonreí
-Sé quien eres, ahora aquí traigo tu horario, tendrás que estar alas seis de la mañana en la cápsula mayor para iniciar- dejo las hojas que cargaba en la pequeña mesa- bueno ahora me retiro, descansa porque mañana será el gran día.-se despidió y salió.
Al siguiente día me levanté alas 5:00 de la mañana haya que quería estar perfecta para hoy y para tener el tiempo suficiente.
Tome unos vaqueros negros, una playera blanca viéndome formal, me depile los dientes y cheque mi teléfono para ver cuánto tiempo me sobraba.
Salí del apartamento asía la cápsula mayor, no sabía cómo se movía o transportaban aquí así que comencé a entrar en pánico.
Al paso de unos minutos vi acercarse un pequeño carro, y dentro venía el mismo chofer de ayer aparco o enfrente de mí-Lista señorita- abrió la puerta de atrás para que pudiera subir.
Cuando llegue a la gran cápsula, su tamaño me asombro, estando cerca su tamaño aumentaba, la puerta principal son de vidrio, con efecto que tú no puedes ver desde afuera solo desde adentro.
Cuando entre, Malí ya me esperara, en un gancho llevaba una bata blanca y en otra un maletín.-Puntual eso me gustas-hablo al verme y me entregó la bata y el maletín- Tú vayas y en el maletín está el equipo necesario que utilizaras.
Me dio un recorrido por toda la empresa, todo el lugar es pintado de color blanco, lo único que distingue cada área es la puerta de diferentes coloreas, una que tamo mi atención es de color rojo que es más grande que el resto.-¿Qué ahí?- me acerqué a la puesta.
-Solo los más importantes, saben eso yo aún no lo sé, pero lo que se rumora es que ahí se encuentra el proyecto MDH, no se sabe si es uno o muchos.
-¿MDH?-la miré buscando respuesta
-Mitad humano, mitad monstruo, se rumora que las criaturas que están ahí son horribles que puedes quedar traumado para siempre.
-No creía que MDH, significara eso, pero mi curiosidad necesitaba ser alimentada, e investigaría que se encuentra ahí.
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un año después
Me choca el clima en estas fecha, hace semanas el resplandor del sol estaba a más no poder que hacía arder el cuerpo, pero hoy hace un frío de mierda.
Ya ha pasado un año y aún no puedo acostumbrarme a los abruptos cambios de clima, mientras camino hacia el laboratorio pasó por el control para el chequeo normal.
Editado: 03.10.2021