Insanity

Dos extraños

Mis mejillas estaban completamente empapadas de lágrimas, mis piernas flagelaron y caí al suelo, el dolor en el pecho se intensificó

 

Mis mejillas estaban completamente empapadas de lágrimas, mis piernas flagelaron y caí al suelo, el dolor en el pecho se intensificó.

—Eider, Eider— Hablo Mali, se arrodilló donde me encontraba y me abrazó.

Mi madre había desaparecido, el miedo carcomió mi cuerpo, es la única persona que tengo en la vida y ahora no está, y yo aquí lejos de casa.

La culpa también me invadió—. Fue mi culpa por dejarla sola- chillé.

—Tú no tuviste la culpa— me miró a los ojos.— Ahora levántate y comencemos a pensar en que hacer-

Tenía razón no era el momento de darme por vencida, ni caerme en la tristeza tenía que sentarme y regresar a casa para saber que había sucedido.

Limpie mis lágrimas y me levante del piso-Tienes Razón—.

—Bueno ahora dime que fue lo que te digieren en la llamada— Quiso saber.

—Me habló la vecina que vive a varias casas-Explique— Dijo que no había visto a mi madre en un mes salir ni entrar de casa, y que eso le pareció muy sospechoso y alarmante, así que decidió entrar, pero no encontró nada solo una nota y el celular de mi mamá, así que decidió llamar a la policía.

>>Me dijo que tenía que regresar porque necesitan a un familiar y necesitan mi declaración para saber desde cuando desapareció.

Me observo un momento y trato de pensar en lo que diría.

—Tienes que avisar a Leire sobre esto para que puedas regresar lo más pronto-

Leire era la directora de isomia es la encargada de todo lo que pasa y sucede en el lugar, para ser sincera es muy joven para ser la directora, pero como toda su familia ha estado enfrente de la dirección por eso no es raro que sea muy joven.

—Hoy trataré de hablar con ella-

Me apresuré a apurarme para llegar al laboratorio y poder mover todo para estar pronto en casa y saber qué sucedió.

Camine hacia la oficina de Leire para poder hablar con ella, pero antes tenía que hablar con su secretaria para que me anunciara.

—Hola—. Salude a la Chica pelirroja detrás de la mesa.

—Hola ¿Eres Eider?—. Sonrió de manera amable.

Asentí con la cabeza— Vengó a hablar con la directora— continué.

—Está en una reunión, pero llegará en veinte minutos, toma asiento en lo que esperas— Señaló un sillón color rojo.

—Gracias-. Respondí y tome asiento.

Espere por más de una hora hasta que la directora llegara y por fin pudiera verla.

Llevaba un vestido rojo que marcaba su figura, ni siquiera se molestó en mirarme al momento qué pasó directo a su  oficina.

-Ahora puedes pasar-. Me señaló la puerta y entre.

La oficina es realmente grande, con una enorme ventana en la cual se puede observar todo isomia; la directora se encontraba sentada en su oficina.

Esta ves si me miró y pude verla bien, Su cabello negro que le llega debajo del hombro, sus ojos azules que combina son su perfecta piel cremosa, las facciones de su cara son muy definidas.

-Hola, gracias por recibirme-. Salude.

-Toma asiento-. Señaló el lugar.

Después de una larga charla, al final solo acepto darme tres días para poder ir a casa y resolver lo que más pudiera.

Tres días enserio ella cree que en tres día resolveré todo, estoy hablando de  la desaparición de mi madre y al parecer a ella le importa una mierda.

Salgo de su oficina un poco molesta, y se nota al momento en que llego a mi área y vuelvo a colocarme la bata y azoto  mi casillero.

- ¿Que sucede Eider?-. Pregunta Mali, al verme un poco alterada.

-Solo me han dado tres días-.Gruño- Para resolver lo de mi mamá, tres días no son suficientes y menos cuando no se sabe nada de ella.


Vuelvo a sentir una fuerte punzada en la cabeza y me tomó fuerte de Malí para no caer, pero esta vez algo es diferente, algo dentro de mi párese despertar, —"Pero dios como duele—.

—Eider...Tranquila—. Habla Mali y acerca un banco para que tome asiento y no me derrumbe.

Después de unos minutos de sentir dolor y como mis sentrañas  duelen y un recorrido eléctrico pasa por ellas, se va apagando ese dolor.

Decidido levántate con las pocas fuerzas que logro reunir,Mali me ayuda a levantarme decidida.

—¿Que?—Pregunto confusa.

—Iremos  al médico, esto no es normal—Me mira de una forma de exigencia.

-Es solo el estrés de todo-. Justificó.

-Nada de eso, ahora levanta tu culo de ese banco o te llevo a rastras-. Me ordena.

Me da un poco su cara de mandona, como se arruga su frente y hace pucheros como la boca.

-Bien-. Ruedo los ojos y me levanto.

Camine detrás de ella con un cansancio y pesadez. Los pasillos estaban completamente en silencio que es algo que aquí no sucedía a menudo.

Mientras más caminábamos, un recorrido de miedo se esparció por mi cuerpo y pude ver en su expresión de ella que también estaba atemorizada.

Y entonces, todas las luces del lugar se apagaron.

Traté de sacar mi teléfono, para alumbrar por el pasillo pero este no prendía, y entonces se escucho un grito desgarrador.

—¿Escuchaste eso?—Mali pregunto temerosa.

—Si...—Algo dentro de mi ardió, dolía, como si me arrancaran algo del pecho, solté un grito que ardió en mi garganta.

Apreté los ojos con fuerza..

Y entonces la vi....

mi madre...

Ella se encontraba en un cuarto oscuro, con las manos atadas a su costado, una fina línea de sangre seca está en la comisura de sus labios.




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