Inseparables

En casa de Hilary

CAPITULO 6

 

Arquimides: desde que llegué no he visto a Hilary. ¿Dónde estará? (mientras come una ensalada de frutas)

Matea: ¿en su cuarto, donde más? (sentada en la máquina de coser)

Arquimides: ¿pasó algo? (se detiene en la mitad de la sala)

Matea: ¿algo de qué? (en tono de fastidia)

Arquimides: ¡huy! Solo es una pregunta mujer. (espantado)

Matea: tu hija es muy sensible, es todo

Arquimides: ¿lo sabía (bajo una sonrisa irónica) ahora que le has prohibido?

Matea: lo único que busco es su bienestar (simple)

Arquimides: mejor iré hablar con ella (respirando profundo)

Matea: siga alcahueta (mirando sobre los lentes)

(Arquimides toca a la puerta del cuarto y Hilary lo hace pasar al escuchar su voz)

Arquimides: hola cariño, (bajo un caluroso abrazo) como te fue en tu primer día de clases? (después del abrazo)

Hilary: muy bien padre, gracias por preguntar (apagada)

Arquimides: AH que bien cariño. Pero esa carita me dice que paso algo más (con voz tenue)

Hilary: no preste atención, son cosas de adolescentes padre

Arquimides: como si tu padre nunca pasó por ahí. ¿Mas bien contesta, tu madre tiene que ver algo con esa carita triste y esos ojitos apagaditos? (bajo sonrisa infantil)

Hilary: no padre (dejando salir una sonrisa) ese asunto es todo mío

Arquimides: ay hila ven aquí con tú padre (la rodea con sus enormes brazos y con la mano izquierda le soba con delicadeza su largo y lizo cabello) esos ojitos se te ponen así de tanto llorar, acaso piensas crear un rio en esta casa, te advierto que sería genial pero no aquí hija bella (en tono de buen humor y mirada animosa)

Hilary: ay padre mío usted y sus cosas, pero gracias por el abrazo, lo necesitaba (con mejor semblante)

Arquimides: son todos para ti hija, pero sigo esperando que me cuente (con la mirada fija)

Hilary: mamá no sabe lo que yo quiero, ella cree saberlo, pero se equivoca, y sus elecciones me lastiman (con ojos apunto de llorar)

Arquimides: ella lo único que busca es lo mejor para ti, así como yo hija (pasando su mano por la espalda de Hilary)

Hilary: usted no es como ella. Usted pregunta, indaga, conversa, escucha, sonríe, comunica. Ella solo decide y ordena. Puff ni punto de comparación

Arquimides: lo sé hija, pues dímelo a mi (resignado) somos diferentes, así debe ser en un hogar. Pero eso no quita que te ama

Hilary: pues no entiendo su amor, por más que logro comprender no doy

Arquimides: ¿más bien especifícame cuales son los motivos por los cuales estas así?

Hilary: me prohibió de manera rotunda la amistad que sostengo con Clark usted puede creer (sensible)

Arquimides: claro que lo creo, la conozco y sé cuáles son sus métodos para hacer que todo sea como ella manda.

Hilary: esto es injusto, padre no permita tal cosa (en suplica)

Arquimides: ¿y qué pasa con ese chico?

Hilary: es que no veo los motivos por los cuales deba ponerle un fin a nuestra amistad

Arquimides: entonces te importa demasiado ese chico (en voz baja)

Hilary: es mi amigo de infancia, usted conoce a la madre y a él.

Arquimides: si claro, su mamá es Dora, una mujer muy querida que ha sido golpeada en varias oportunidades por la vida (inclinando su rostro en voz baja)

Hilary: él es un buen chico, no se mete con nadie, no tiene malas costumbres hasta lee libros de superación personal. No entiendo su afán de querer separarnos.

Arquimides: muy buenos puntos hija. Pero deseo saber algo ¿Qué pasa entre tú y él?

Hilary: nada padre, es mi mejor amigo (entre sonrojada)

Arquimides: ay Dios del cielo, este no es mi trabajo, y sabes bien de que hablo padre altísimo (elevando la mirada) esto debería hacerlo Matea, ella por ser mujer y tu madre (respirando profundo)




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