Insignia Pirata

Capítulo 34

Alexia

¡¡Iván acaba de descubrir que soy Alex y me está viendo desnuda!!

No sé cómo sentirme.

―Te... teniente ―digo, nerviosa y retrocedo.

Se acerca y me abraza.

―¡¡Alex!!

―¡¡Aaahhh, mierda!! ―chillo, asustada.

―Alex ―repite y me agarra de los hombros, me vuelve a contemplar, luego alza una ceja―. Alex.

―¡¡Cielos, deja de mirar!! ―Lo cacheteo seguidas veces.

―¡¡Por todos los mares!! ―Me abraza de nuevo―. ¡¡Eres Alex, mi ninfa es Alex, no lo puedo creer!!

―¡¿Por qué todos me llaman ninfa?! ―me quejo.

Se aparta, confundido, luego reacciona y me pone su larga chaqueta.

―¿Ravenor te hizo algo? ―cuestiona, nervioso.

―Solo dijo que, como soy humana, no podría escapar de él.

―Me encanta que hables en femenino. ―Llora como estúpido, hasta tiene un mar de lágrimas en la cara.

―¡¡Concéntrate!! ―me quejo―. ¡¿Y dime por qué me llamaste tu ninfa?!

Se limpia las lágrimas con el brazo, luego me observa, sonrojado.

―Bueno, la niña que vi era idéntica a ti en paños menores. No me juzgues, también era un nene, esa muchacha fue mi primer amor.

―Teniente, ¿cómo podría ser yo esa ninfa? ―me quejo―. Yo... ―Hago una pausa―. Okey, no recuerdo mi infancia, pero esto es de locos.

―¿Cómo ibas a acordarte? ―Alza una ceja―. Moriste desangrada, cuando ese brujo creó la insignia.

―Tú mismo lo dijiste, murió la niña, yo estoy viva.

―Puedo responder a esa pregunta. ―Oigo al brujo terrorífico a mi espalda y me asusto, así que corro, poniéndome detrás de Iván―. Para salvarte te llevaste mi medallón ―gruñe.

―¿Qué?

―Dice que con lo que te quedó de vida, salvaste tu alma ―explica Iván y se lo piensa―. Ahora entiendo, estamos conectados por el evento que me ocurrió de niño. No podía saber que eras Alex, porque yo tengo la otra parte de tu vida, la cual te protegía de mí, el ladrón que se la llevó. ―Hace una pausa―. Me di cuenta de tu identidad, porque estamos en territorio del brujo, aquí tu magia no funciona.

―Qué inteligente ―dice Ravenor.

―Mi magia ―digo, confundida―. ¿Cómo que tienes una parte de mi vida?

Mira la insignia en su espada, luego a mí.

―Eso te pertenece.

―Oh.

―Ya veo, por eso es humana ―declara Ravenor, enterándose del contexto a la vez que nosotros―. Entonces esto será más fácil. ―Se carcajea.

Iván da un paso adelante.

―Sobre mi cadáver la tocarás ―informa.

El villano vuelve a reír.

―Esto será divertido.




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