La mañana del lunes se estira con un silencio incómodo. El cielo, cargado de nubes negras, parece inclinarse sobre las casas y fuertes estruendos resuenan con fuerza causando pánico entre los animales y los niños pequeños.
Una brisa helada se filtra por cada rendija, presagiando una tormenta. No llueve todavía, pero todo, desde el temblor de las hojas hasta el nerviosismo en el aire, anuncia el estallido inminente.
Los estudiantes entran rápido debido a la exigencia de llegar a horario y más aún con el examen propuesto por el ministerio de educación para cada escuela del país. El interés captado por toda la ciudad es tal que nadie pretende perturbar a los estudiantes.
Luca es el ultimo en llegar, con ojeras bien negras y torpeza en su andar, pero con seguridad de haber estudiado con toda su alma gracias a la ayuda de Soledad. Está muy seguro de que el examen no será cosa fácil, pero recibió la ayuda de la mejor del colegio, no tiene porque temerle a un montón de ecuaciones, datos y conjugación.
Cruza la entrada y escucha unos sonidos inquietantes. Los pasos se vuelven pesados mientras que esos sonidos, esas voces extrañas, lo hacen querer investigar.
Sabe que si se desvía podría ponerse en peligro su estadía como estudiante. Es apenas un becado y no tiene como ir contra ese sistema que lo quiere someter, aprisionar o hasta expulsar de allí. Se resiste y encara hasta la puerta, pero cuando escucha palabras de auxilio, su cuerpo se mueve por si solo como una bestia curiosa. Tan solo eso. Pero cuando se asoma y observa, se encuentra con Braian, Yamil y Claudio atormentando a un chico de su curso. No es Joel, pues el interés disminuyó hasta unos discretos acosos.
-Mejor me retiro. No tengo que ver con esto. -piensa con intenciones de irse hasta su aula.
Sin embargo, ese estudiante que yace en el suelo con sangre en la nariz mira a Luca y extiende su mano y lágrimas en los ojos, buscando alguien, un alma dispuesta a defenderlo.
-Por favor no me mires así. -ruega Luca. -No quiero desperdiciar esta oportunidad que me han dado. No quiero que Soledad se decepcione de mí. Por favor, ocúpate de tus asuntos. Haaaa, no de nuevo. -añade con desagrado.
Luca da unos pasos hasta donde ocurre el acto violento. Claudio toca varias veces el hombro de Braian y Yamil para que dejen de golpearlo. El ex pandillero le hace una mueca para que se levante y busque ayuda.
Cuando el chico sale corriendo y pasa por al lado de Luca le dice:
-Te lo agradezco.
-Solo vete. No quiero verte por aquí solo. Refúgiate en tus compañeros.
-Gracias.
Braian clava la mirada sobre Luca y no duda en acercársele con los demás atrás. La confianza que emite podría fácilmente causar rechazo.
En sus manos yace la violencia y el abuso hacia compañeros y compañeras por igual. Su atención esta puesta en el doblegar la voluntad de Luca. Sea cual sea la forma en que se den las cosas, el interés es que Luca pierda la paciencia y haga lo que ellos pretendan. Saben que el chico es peligroso y si no hacen algo para acabar con su estancia en la escuela, podría volverse la piedra en el zapato de ellos.
Yamil comete el error de increparlo por lo de la otra vez en que el puño le quedó absolutamente lastimado y con problemas en las articulaciones.
Braian lo aparta a un lado de manera brusca para que no haga algo insensato.
Claudio se mantiene algo distante. No quiere ser parte de la situación. La primera impresión caló profundamente en el chico.
Braian se queda parado frente a Luca y este ni se inmuta ni siquiera estando rodeado.
-Luca.
-Tu debes ser Braian.
-Claro. ¿Qué pasa con esa mirada?
-¿Que mirada?
-La que justamente tienes ahora ¿Acaso eres estúpido? -recrimina Yamil.
No lo demuestra, pero la agresividad de Yamil molesta a Luca.
Tan solo una mirada de Braian basta para hacerle callar a Yamil.
-Dime Luca, y quiero que respondas con total seriedad. -exclama Braian.
Luca arquea una ceja y espera con expresión de pocos amigos.
-¿A qué has venido aquí?
-¿Porque mierda estos imbéciles vienen a preguntarme eso? Maldición, tengo unas ganas enormes de responderles de la peor manera posible y mandarlos al carajo. -piensa Luca y aprieta fuerte el puño.
-¿Sucede algo? Si tienes miedo descuida, nosotros podremos vernos como peligrosos, pero somos amigables.
-¿Que basura está diciendo este idiota? Hace momentos estaban acosando a un chico de nuestra clase. Si estuviera en mi mejor forma de determinación los habría apaleado hace tiempo. -piensa incrédulo. Abre su boca para responder, pero en ese momento una voz se impone contra todos ellos.
-¡¿Qué creen que están haciendo?! -pregunta Soledad con voz furiosa.
-¿Soledad? ¿Qué hace ella aquí? -se pregunta Luca mientras la ve llegar a paso ligero pero mirada que le hiela la sangre.
Braian no se deja amedrentar y la desafía sonriendo. El chico al que acosaban hace momentos fue a buscar pensando que Luca podría sufrir una situación violenta.
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Editado: 20.09.2025