Inspirado a cambiar por ella

Parte 2

-¿Huh? ¿Dónde estoy? -se pregunta Luca. Mira hacia arriba como caen gotas de lluvia a montones mientras el olor de tierra y pasto mojado se impregna en su nariz.

Baja la vista y observa su propia mano avanzar una y otra vez, como si alguien más la dirigiera, sobre el rostro de un chico. Sabe que es él… pero la sensación no coincide. Es como ver su cuerpo actuar por cuenta propia.

Por más que se vea su reflejo en los charcos de agua, la mirada y la sangre en el rostro no se condice con su actual yo.

El ataque continúa y un grupo de tres lo confronta para tratar de separarlo del chico que ya está inconsciente.

Solo una mirada basta para que aquellos tres se sientan intimidados.

Luca continúa asustando severos golpes al rostro del chico. El olor de la sangre se hace cada vez más fuerte y se entremezcla con la del césped.

Siente su cuerpo inmóvil, pero a su vez no lo detiene en su afán de dañar a quien está en el suelo.

-¡¿Que está pasando?! ¡yo...no...imposible! -piensa en shock y se desespera para dejar de dañar al otro chico.

El dolor de cada uno de sus golpes le pertenece, lo siente tan real, pero la violencia y deseos de conquistar a sus enemigos, no son suyos sino de a quien intenta dejar atrás como su yo anterior.

El eco del impacto no se apaga.

Cuando el cuerpo del otro deja de mostrar signos de vida, él sintió cómo el suelo todavía temblaba… y entonces despierta, con los puños ardiendo como si acabara de golpear a alguien de verdad.

Jadea como si ese suelo hubiera sido real. Se aprieta el pecho con su mano derecha y trata de respirar con calma.

Salta lejos de la cama para correr hacia el baño. Abre la tapa del inodoro y vomita todo lo comido el día anterior y entremezclado por el estrés del sueño da un tono blanco y amarillento.

Después de un rato aferrado al inodoro, se levanta como puede y mira a espejo del baño. Su piel está pálida y con ojeras en los ojos.

-Maldición. ¿Qué fue lo que pasó? -dice en voz baja. La sensación de angustia intenta escapar de su cuerpo con llantos. Apenas sale una lágrima del ojo derecho.

Se regresa a su cuarto y da un brinco leve hacia su cama.

En la oscuridad del cuarto se queda pensando sobre el sueño. Sigue agitado e incapaz de procesarlo. No cree que alguna vez fue él aquel chico que casi mata a golpes a otra persona, o simplemente se niega a volver recordarlo.

-¿Qué hora es? -revisa su teléfono celular extendiendo la mano hasta el pequeño mueble en que se encuentra el aparato. Mira la pantalla, empapándose del brillo digital. -Son las 6:02. Que temprano. Supongo que debería dormir un poco más. A fin de cuentas, es sábado y por la tarde…tengo…que ver…a esta persona…-sus parpados se cierran lentamente.

AVAVAVAVAV

Por la tarde en el centro comercial de Garaolla, que queda a varios kilómetros de su casa y que es necesario tomarse un tren y autobús para llegar, Joel se reúne con Luca a comer en una tienda de hamburguesas. Luca llega a horario, pero el otro chico ya está esperándolo.

-Siento llegar tarde. -se disculpa Luca.

-No, descuida. ¿Vamos a comer?

-Si, claro.

Tras pedir las hamburguesas, los dos llevan sus respectivas bandejas con la comida, papas y gaseosa hacia la mesa. El pedido de Joel es de una hamburguesa pequeña, como para su pequeño estómago, pero Luca, sorprende al chico, pues tiene en la bandeja tres grandes hamburguesas. Joel se queda perplejo cuando apenas le dio dos mordiscos a su hamburguesa, Luca ya acabó la primera.

-¿T-Tienes mucha hambre? -pregunta Joel.

-Gasto mucha energía. -responde Luca. -Además son muy deliciosas.

-Ya veo.

-¿Y bien?

-¿Qué?

-¿Tienes algo que contar Joel? Últimamente estás muy pensativo, en la escuela, incluso cuando volvemos con Soledad después de clases.

Joel deja su mitad de hamburguesa a un costado dentro de la bandeja. Traga saliva y refriega sus manos contra las piernas cubiertas del pantalón de jean. Mira primero a la mesa y luego a los ojos de Luca.

-De hecho, sí. Tengo una petición.

-¿Petición?

-Si.

-Dila entonces. No te reprimas y dilo son rodeos.

-¿Podrías entre…?

-Me niego. -interrumpe Luca.

-¡Qué rápido en responder! Espera…

-Joel. Eres muy agradable, amable y tu valentía, simplemente puedes hacer que los demás dejen de temer a los idiotas mimados de la escuela.

-¡Entonces puedes…!

-Pero no podría. No puedo. Ya dejé eso atrás y no quiero volver. -debajo de la mesa aprieta sus puños de solo acordarse esa pesadilla tan real y trágica para él. -No quiero que te envuelvas en eso. Además no hará necesario.

-¿Por qué lo dices? ¿acaso sabes que por mi orientación sexual me atacarán siempre?

-No va a pasarte nada.




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