El comienzo II

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Aún era poco creíble todo lo que me estaba pasando en ese momento. 

¿Era un sueño?, el mejor que nunca tuve y si es así jamás quiero despertar. 

La mansión era grande, tan inigualable a los videos que ellos mostraban; nos dirigimos a la sala, aún me encontraba nerviosa al igual que ellos sorprendidos por todo esto.

Poco creíble.

- Nunca entro una chica a nuestra casa. - Felix rompe el ambiente tenso.

- Entraron varias chicas. - contradice Bastian.

- No estoy hablando de nuestras familias, ni las trabajadoras de la empresa.

- Tú eres la afortunada y la primera chica que entra a nuestro hogar. - señala Asher.

- Cuéntanos más sobre ti. - interrumpe Steve abruptamente.

- Nos gustaría saber que te gusta de ti.

- Que te disgusta.

- ¿Qué haces por la vida?, ¿Cuántos años tienes?

Me invaden con preguntas al mismo tiempo que no logro decir nada porque sigo enredada por las palabras. 

- Deténganse, la agobiamos. - los calma Auritz.

Comienzo a contarles todo sobre mi, a ese punto tenía 17 años. Una adolecente que andaba con mil pensamientos en la mente.

Como siempre omití algunas cosas, no solía confiar al 100% en las personas por eso omití cosas sin importancia para ellos.

- Mi deporte favorito es el vóley, mi hobby es leer, me fascina su música puesto que gracias a ello me salvaron en situaciones difíciles. Hace 4 meses termine el colegio y me estoy preparando para entrar a la universidad. Por ahora eso es todo en resumen acerca de mi.

- Cuéntanos quién es tu mejor amiga o amigos. - comenta Asher.

- ¿Amiga o amigo?

- Si, una chica como tú debe tener bastantes amigos. - interviene Auritz.

- Pensándolo bien podría considerar solo a una amiga, puesto que procuro no hablar mucho con la gente. Soy un poco tímida.

- Tímida, no parece. 

- Con personas que no conozco o desconocidos no hablo mucho, soy muy reservada.

- Nosotros somos desconocidos. - Steve habla con su mirada fija en mí.

- Ustedes nada que ver, aparte de ser redlover cuando los vi por primera vez allá. - señalo la habitación del portal. - sentí mucha confianza como si los conociera años.

- Tú nos conoces, tal cual nos mostramos en redes somos en persona; pero siempre variando algunas cosas. Además, sabes quién era tímido cuando entro a Lovme.

- Asher. -gritamos conjuntamente yo, Bastian y Felix.

- Si, era muy tímido, pero poco a poco le ayudamos a soltarse y ahora hasta nos gana al expresarse. - comenta Steve.

- Gracias a Lovme que me ayudo muchísimo con ese tema, también te ayudaremos si decides quedarte aquí.

Con las mejillas sonrojadas los observo, sea o no un sueño prometo volver cada noche.

Cuando en mi ciudad la oscuridad llegue, este lugar será mi refugio.

- Ya no estarás sola, estarás con nosotros porque somos...

Todos gritan sus nombres haciendo que junte mis manos al par de ellos y gritamos juntos lovme.

- Gracias, aún pienso que esto es un sueño.

- No lo es y si lo fuera estaríamos los 6 en el mismo sueño.

- Felix te pellizco para que despiertes. - habla Steve molestándolo.

- No, no.

El tiempo se paso volando fue el comienzo de todo lo que viviríamos aquella noche, nos quedamos hablando por horas sin importar el horaario.

- Conversar contigo fue maravilloso. - recibo un abraso desprevenido de Asher. - Tienes que regresar mañana.

- Nos gustaría que vengas. 

Regresamos a la habitación del portal.

- ¿Crees que nosotros podamos pasar al otro lado? - pregunta Felix acercándose al lugar, pero cuando quiso entrar algo lo boto haciendo que vuele y choque con la pared.

- Felix. - gritamos todos.

- ¿Hermano estas bien? - Bastian lo ayuda a levantarlo 

- Si, eso dolió mucho.

- Hitzel no te acerques. - me detiene Auritz .

- Estaré bien. - los tranquilizo acercándome y tocando aquel pedazo de luz por el que vine logrando que mi mano pasé sin dificultad. 

Que extraño, cuando llegue pudieron tocarlo y atravesarlo.

- Eso si es extraño, intentare hacerlo yo. - Steve menciona acercándose a este mismo. Y ocurre lo mismo que le paso a Felix, solo rozar su mano con esa luz logra que lo vote golpeándose en la pared.

- Cuidado, ¿Estas bien? - me acerco para ayudarlo ocasionando que ignore mi ayuda yéndose de la habitación.

- No te preocupes Hitzel, siempre reacciona así. Estará bien. - Asher es él que se acerca dando unas palmaditas a mi espalda.

- Lo siento. - me disculpo - Es hora de irme.

- Nos gustaría que regreses mañana. 

- Cuídate mucho, te esperamos mañana.

Me despido de los chicos logrando pasar aquel portal y llegando a mi cuarto me quedo profundamente dormida.

Esa mañana me levanto eso de las 9 de la mañana viendo que aquel portal no era solo un sueño.

Todo fue real estaba delante de mí, así que lo cubro con una tela para que no haya incidentes con mi madre.

Luego de un día ajetreado, al anocher entro a mi habitación quedándome dormida. Y mi alarma suena a las 1 así que me visto para ir más presentable y vuelvo entrar al portal.

- Hola Hitzel, llegaste. - brinco al escuchar a Auritz que estaba sentado encima de un ¿sillón?

La habitación era diferente a la de ayer, solo quedando el piano y un sillón.

- Logramos sacar varias cosas, esta será tu habitación de la mansión. Lo decoraras a tu manera.

- Gracias.

- Pensé que no vendrías.

- Les prometí volver así que estoy aquí.

Vamos a la sala donde se encuentran los chicos.

- Hola Hitzel.

- Buenos días.

Todos nos saludamos viendo las sonrisas que radiaban en sus rostros.

- Es hora de mostrarte toda la mansión. - Bastián se levanta comenzando con el tour.