No podría hoy decir que fuiste una mala persona, pues a mí mismo me mentiría, pero no fuiste tampoco la mejor de todas.
Hoy. Hoy sólo vengó a decir adiós, a despedirme con alegría y a la vez con dolor; recuerdo cada momento juntos.
Los buenos no los malos.
Me enamore de tu inocencia, de aquella tu sonrisa.
Podría decir que llegue a mucho más que quererte.
Viví contigo días y noches, muy buenas llenas de felicidad; tu piel aun me provoca acariciar y tu olor que me excita.
Pero eso ya es del pasado pues hoy me vengo a despedir.
Ya llego la hora de decir adiós. Es difícil y produce un poco de dolor pero para los dos es lo mejor, me retiro del juego con una lágrima en el corazón.
Me toca recorrer este camino solo, pero de seguro, en el camino te recordaré amor.
Si, te recordaré con dolor y me arrepentiré.
No de los momentos que vivimos los dos.
No. De esos no. Pero si de haberme permitido amarte.
Si. Porque cuando podía alejarme no tuve el valor de haberlo hecho.
Recordare tus labios, el color de tus ojos, esos donde muchas veces me sumergí; recordare tus cabellos los que acaricie mientras tú dormías. ¿Cómo olvidar cada uno de esos momentos? De verdad que no lo sé.
Adiós. Ya es hora de partir, de seguir mi camino, esta vez sin ti.
Tal vez en el camino te vuelva a ver y no sé que he de hacer.
Quizás te vea y suspire, quizás te evitaré, quizás pero solo quizás, me acercare y te abrazare para acariciar tus cabellos deseando besar tus labios.
Es difícil mi despedida pues aun te quiero, pero ya esto no ha de funcionar.
Fue lindo lo vivido a pesar de todo lo sucedido, quisiera que algunas cosas no hubieran ocurrido, pero ya es cosa del pasado y no tenemos vuelta atrás.
Quien fue tu amante y amigo hoy dice gracias amor.
Adiós.
Jonathan Cordero
Marzo 2019