Cada noche miro el cielo y me preguntó si me recordaras.
Cada recuerdo es un suspiro que jamás podre olvidar.
Olvidar seria pecado.
Pecado es quererte olvidar.
Pero ¿cómo podría olvidar cada vez que me besabas?
Besos que tomaron de mí la vida.
Vida que prometí entregarte.
Entregarte cada minuto de mi vida.
Una vida para amarte.
Pero ¿cómo olvidar tus labios o esa tu hermosa mirada?
¿Cómo olvidar tu sonrisa? ¿Cómo olvidarte mi amada?
Olvidarte es pecado.
Pecado es también no amarte.
Amarte es tenerte y jamás soltarte.
Soltare las riendas del recuerdo para que cabalgue hacia tu amor.
Jonathan Cordero
Marzo 2020