¿Quién podrá aguantar esto por lo que estoy pasando?
Creo que terminaré loco, si es que ya no lo estoy.
Madrugadas interminables de insomnio, días enteros de pensamientos erráticos que van y vienen sin llegar a ningún puerto.
¿Qué debo hacer? ¿Qué debo esperar? Son dos de las muchas preguntas frecuentes que pasean por mi mente.
¡Locura oh Locura! ¡Ya no aguato más! Te dignas y empeñas a atacar mi ser.
¡Muerte oh Muerte! ¿Y tu donde estas? Pues al parecer eres la única que de la Locura me puede salvar.
Locura se que ella es tu aliada.
¡Ella que con su hermosura corrompe mi tranquilidad! Ella que perturba mis pensamientos, es la que creo que es el camino a mi felicidad.
Horas de meditar y meditar, pensamientos eternos de su belleza. El no saber cómo acercarme, el no saber de qué hablarle me llevan a tus pies Locura.
Doy vueltas en mi cama hasta que llega el amanecer, paso el día sumido en mis pensamientos que no son más que la belleza de una sola mujer.
Sus ojos que me transportan a otro universo, su mirada que penetra mi corazón, su sonrisa que encanta aun a los mismos demonios y sus labios que imagino saben a la más pura miel.
Su figura como esculpida por los más delicados ángeles, su cabello como un manto negro rojizo de la más cara seda que puedan existir y sus manos. Esas manos que calmarían mis angustias en las noches más frías mi vida.
Ella es la felicidad encarnada. ¡Pero tu Locura, tú la utilizas como tu más grande aliada para hundirme en tus tinieblas!
Medito en su belleza y en como acercarme a esta mujer. Pero no llego a una conclusión exacta de lo que deba hacer.
Me vuelvo loco, si no es que ya lo estoy.
Ando como sumido en pensamientos de conquistas y ya muy poco duermo ideando planes para enamorarla.
Pero no sé como acercarme a ella y no sé de qué hablarle.
Trató de conseguir paz en los estudios, en la lectura y en la filosofía.
¡Pero oh Locura no procuras dejarme en paz!
Pues ella, tu aliada a la que tu utilizas para perturbarme se ha convertido en la razón de mis estudios para encontrar la manera de acercarme, me ha llevado a la lectura de los más grande poetas para saber que hablarle y se ha convertido en mi filosofía.
Ella, a la que tu utilizas es mí paz, mi vida, mi felicidad y mi filosofía.
¡Muerte solo tú puedes salvarme de esta Locura a la cual me ha sujetado la Vida!
Vida déjame salir de esta Locura y obtener el amor de aquella amada mía.
Y mujer amada, oh amada mía, mira con cuán grande amor te ama este desdichado hombre que está siendo poco a poco consumido por la Locura.
Esta Locura que crece cada día con las ganas de tenerte entre mis brazos y con los más bellos recuerdos de tu sonrisa.
Locura dime si soy tuyo y si ella es mía.
Jonathan Cordero
Marzo 2020