Inspired by Mg

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Como si los demás supieran lo que Mew estaba sintiendo, se arremolinaron a su alrededor en silencio, expectantes.

Gulf lo abrazaba tímidamente y le sonreía con dulzura cada vez que Mew levantaba la vista del suelo.

— Vamos a merendar a la parroquia ¿Por qué no nos acompañas?—propuso.

No quería dejarlo solo, así tan enojado y tan frustrado. Mew agradeció la invitación con una leve sonrisa y asintió. Se oyeron algunos aplausos y el grupo comenzó a desandar el camino. Cuando de repente, un par de niños rezagados, alertó a los demás. Mew levantó atento la mirada y entendió el alboroto. Una de las puertas laterales del estadio se había abierto de par en par y habían comenzado a salir los jugadores, después de una larga jornada de entrenamiento. El grupo se agolpó frente a una de las vallas de contención y sin ser conscientes de las miradas despectivas de los guardias de seguridad, comenzaron a llamar a los jugadores a los gritos y a intentar estrechar sus manos. Pero los atletas parecían no oírlos. Caminaban directo a las vallas opuestas, algunos se frenaban para garabatear algún autógrafo o accedía a una selfie pero ninguno miraba hacia el grupo.

Mew entonces al ver la situación, gritó los nombres de pila de algunos jugadores que acababan de pasar cerca de ellos. Estos se dieron vuelta y lo miraron.

—¡Aquí hay algunos pequeños fanáticos que quieren saludarlos!— gritó Mew señalando a los niños alborotados a su alrededor.

Pero los tres que se habían frenado, miraron al extraño grupo- rostros embarrados, cabellos desgreñados y pieles curtidas- esbozaron sonrisa frías y, como si lo hubieran ensayado previamente, contestaron al unísono:

— Lo siento, estamos apurados. ¡La próxima quizás!

Y desaparecieron por un lateral hacia el estacionamiento privado del club.

— No importa Mew,— dijo la niña en silla de ruedas— al menos los vimos de cerca.

—La próxima vez...— dijo otro.

—Creo que no sabían quién eres. Si hubiesen sabido que eres el goleador estrella, seguro que se hubieran acercado. —dijo el más pequeño.

Todo el grupo de niños pareció estar de acuerdo. Le dieron un abrazo grupal a Mew y emprendieron la marcha otra vez sonrientes y animados.

Gulf se acercó a Mew y volviéndolo a abrazar, le sonrió con dulzura.

— jugué con ellos tres los últimos seis años de mi vida—susurró Mew para que los otros no lo oyeran—Pasé más tiempo con ellos que con mi propia familia ¡Creí que eran mi familia!

Gulf apretó el abrazo.

— Ahora tienes una nueva familia...— le susurró a Mew, señalando al grupo alegre que avanzaba los brincos frente a ellos...

¡Otra vez lo había logrado! ¡Otra vez Gulf había logrado lo que nadie más: hacer sonreír a Mew entre lágrimas...!



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En el texto hay: #boyslove, #mewgulffanfic, #football

Editado: 15.05.2025

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