—¡Buenas tardes, familia Capibara!— Eric sostenía el celular con fuerza y sonreía emocionado— Lo prometido es deuda. Un live desde nuestro barrio y ¡con Mew y Gulf!
Mew y Gulf se sonrojaron cuando Eric los enfocó—Hoy celebramos los primeros cinco años del proyecto Inspired by MG. Sabemos que hay amigos y amigas de muchas partes del país y del mundo que nos apoyan así que es agradecemos de corazón por estar aquí hoy en este live.
Eric avanzaba a paso firme, seguido de cerca por Mew que no dejaba de tomar con fuerza la mano de Gulf.
— Para quienes nos acaban de conocer...— continuó Eric— me presento: soy Eric su periodista deportivo amigo Capibara,y les quiero contar un poco de lo que estamos viendo.
Y al levantar el celular, Eric mostró a los miles de seguidores que los estaban mirando, un amplio estadio con césped verde, arcos tecnológicos de última generación, flamantes gradas y casi un centenar de personas de todas las edades haciendo prácticas, charlando y sonriendo.
Mew reconoció varios rostros entre los entrenadores. Habían sido jugadores del Triple F y del otro club eterno rival del suyo, que habían quedado sin contratos cuando los empresarios dueños del triple F que formaban las SAD -sociedad anónima deportiva- habían desfalcado las cuentas de club quedándose con millones y dejándolo en bancarrota.
Mew sintió un sabor amargo en su boca al recordar que uno de aquellos empresarios fugitivos había sido su padre.
—Aquí están nuestros Capibaras entrenando, comandados por jugadores profesionales que donan su tiempo y talento...— explicó Mew escuetamente cuando Eric lo enfocó con la cámara.
— Y liderados por el mejor entrenador del mundo, el goleador estrella Mew...— agregó Gulf acercándose a la cámara del celular.
Mew se sonrojó y rogó:
—Sigamos...
—Vamos a mostrarles a nuestros amigos y amigas qué hay más allá...—continuó Eric, haciéndoles una seña sutil a un grupo cercano.
Y así, a paso firme, los tres jóvenes mostraron casi cada rincón del asentamiento. Las Torres, que a los ojos de todos, se había transformado en un barrio ordenado, con casas amplias, terminadas, con servicios, y hasta con pequeñas huertas orgánicas en casi cada patio...
—Esta es mi casa...— Eric mostró orgulloso la fachada—quiero que vean algo especial— dijo y los hizo entrar hasta el baño—Esto es un... inodoro...— Mew y Gulf sonrieron—acabo de cumplir los 21 años. Hasta hace dos años, nunca había tenido un inodoro. Tenía una letrina que compartíamos entre diez hermanos y hermanas. Para quien siempre ha tenido un inodoro, agua caliente cloacas, ducha, esto le podrá parecer "populismo"... Para nosotros, esto es dignidad.
Gulf comenzó a llorar y trató de esconderse detrás de Mew pero Eric lo apuntó al rostro con su celular y continuó—Pero el proyecto Inspired by MG no solo se trata de un estadio nuevo o de un inodoro, se trata de "donde hay una necesidad, nace un derecho...". Se trata de Justicia social...
Eric los llevó luego calle arriba.
— Esta es la cooperativa Capibara.— las y los trabajadores que estaban allí levantaron sus cabezas de las máquinas de coser cuando los vieron entrar—ropa, calzado y hasta pelotas de fútbol con la marca Capibara—contó Eric a la cámara —salen de aquí cada día para los mercados nacionales e internacionales. Pero hecho por manos de adultos, ¡ no de niños! Sueldos dignos, jornadas laborales de 4 horas y todos los beneficios que un trabajador merece. A propósito— siguió diciendo Eric—mi madre se acaba de jubilar. Cumplió setenta años, creyendo que iba a tener que seguir trabajando en el basural para comer. Pero por fin se han reconocido sus derechos. ¿Saben qué es lo primero que compró con su jubilación? Un colchón...El primer colchón que ha tenido desde que nació...
Gulf ya no pudo seguir. Le hizo una seña a Eric y se alejó casi corriendo. Mew lo siguió y lo abrazó en silencio.
— Aún no te puedes ir. Aún nos falta mostrar la escuela, el centro de formación de oficios, la huerta comunitaria, la radio, la salita de primeros auxilios, tu exposición de arte...— insistió Eric.
Pero Gulf se tapó el rostro. Sentía que no podía parar de llorar.
—Está bien , pero sólo una cosa más y terminamos por hoy...—susurró Mew— Ven...— tomó a Gulf de la mano y le hizo señas a Eric, que los siguió con una sonrisa pícara, sabiendo de antemano lo que pasaría a continuación...
Corrieron casi cien metros sin parar hasta la parroquia. Mew prácticamente arrastró a Gulf en el ascenso por la escalera caracol hasta lo alto del campanario.
—¿Qué hacemos... aquí?—preguntó Gulf mientras sentía las cálidas manos de Mew, secándole las lágrimas.
— Sabes que te amo,¿no?
Gulf se sintió emocionado. Hacía cinco años que sabía eso, que lo escuchaba siempre de los labios de Mew pero aún así lo seguía emocionando.
—Yo también te amo...
—¿Y sabes qué hacen dos personas que se aman...?
Gulf miró a Eric que seguía apuntándolos con su celular. Sintió que el rostro se le encendía por la vergüenza.
—Mew, estamos en vivo y... en la parroquia... ¿Qué pensará el Padre Paco?
—El padre Paco fue quién me dió la idea...—respondió Mew, divertido— Pero además de eso que sé te acaba de pasar por la mente, ¿qué otra cosa hacen dos personas que se aman?
Gulf ya sentía que su rostro estaba en llamas. Mew lo tomó de la mano y lo hizo asomarse y mirar hacia abajo. Entonces Gulf volvió a esconder su rostro en el pecho de Mew, llorando emocionado.
El celular de Eric apuntó hacia abajo del campanario, mostrando un grupo de niños y niñas- con Lorenza a la cabeza- vistiendo los nuevos uniformes de los Capibaras y sosteniendo un cartel pintado a mano en el que podía leerse:
⚽¡Cásate conmigo!⚽
Gulf comenzó a asentir enérgicamente una y otra vez cuando se dio cuenta de que un nudo en la garganta no le permitía hablar. Sintió los labios de Mew sobre los suyos y apenas fue consciente de los gritos de euforia de Eric y de los Capibaras.