En tanto se cerró la puerta del camión, mi hermana y yo nos miramos muy fijamente. No sé si estoy dispuesta para hablar así que esperare a que ella lo haga primero.
-¿Y a tí que rayos te pasa?- digo por fin.
-No lo sé, no sé qué ha pasado, entre en shock e hize lo que creí que debía hacer.
-Como te atreves a exponerte de esa manera, pudiste haberte quedado con Victoria, yo hubiera estado bien, ¡y no tiene sentido que arruines tu vida por mí!- digo casí desconcertada, me sorprendio la madurez con la que hablaba.
-Claro que no, no me hubiera atrevido a dejarte, y no he arruinado mi vida, ¡mi vida ya estaba arruinada!- ¿a qué me refiero? Pues no es exactamente precioso vivir en una pequeña ciudad donde te tienes que cuidar de no ser quien eres, perdí a mi familia, mi hogar, lo poco que tenía lo he perdido, y no me iba a arriesgar a a dejar que mi hermana fuera sola a ese espantoso lugar.
-Lo sé Avril, lo sé, pero en verdad no era necesario que hicieras esto solo por mí.
-¡Claro que por supuesto que si lo era! Eres la unica familia que me queda y te prometí que nunca te dejaría, te adoro y haria lo que fuera por qué té estés bien en ser...- en ese momento me interrumpió y me abrazó, nada de lo qué había dicho es mentira, y la verdad hace años que sueño con cambiar de vida, y esta es mi oportumidad aunque no sea la mejor opción para elejir, no es como que tenga otra.
-Gracias- dijo en tanto me soltó, vi como brillaban sus ojos mientras las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos.
-Todo va ha estar bien- dije tomandola de los hombros -siempre y cuando estemos juntas, ¿sí?
-Si
El resto del camino, no se escuchó palabra alguna hasta que una chica se acercó a hablarme.
-Hola- dijo sonriendo.
-Hola- respondí a su amable gesto.
-¿Comó te llamas?
-Avril Reyes, ¿y tú?
-Raiza Jones, ¿qué elemento eres?
-Agua, ¿y tú?- me sentí como cuando era una niña a mis seis años, como cuando conocia a alguien nuevo en la escuela, claro mucho antés de la guerra.
-Soy tierra, un momento, si eres agua, ¿porque tus ojos son grises?, ¿no deberian ser azules?
-No lo sé, talvez es por mi madre, creo... ¿Desde hace cuantó eres distinta?- no sé porque me causaba curiosidad esta chica, talvez porque es la única que se había dignado a hablar con los demás.
-Desde el año pasado, siempre quise ser fuego, pero no puedes cambiar lo que eres.
-Supongo que tienes razón- eso sonó muy filosófico y sé que le he escuchado antés.
-Y tú ¿desde hace cuánto eres distinta?
-Desde mis dos meses.
-Wow ¿enserio? Entonces debes manejar tus poderes a la perfección.
-En realidad no, casi nunca los uso.
-Okey, aún así es un placer conocerte- dijo y estrechamos nuestras manos, yo me reí un poco, es muy amigable, creo que me caé bien.
Después de veinte minutos, el camión frena, los cuál significa que emos llegado a nuestro destino.