Instituto de Elementos

Capítulo 17

El resto del día fue estupendo, los compañeros y los maestros fueron súper gentiles y me sentí súper cómoda estando en todas y cada una de las clases. Me dirijí a mi cuarto más o menos a las seis de la tarde, y al entrar me encontré con una chica castaña sentada de espaldas en la cama que no le pertenece, y justo cuando creí que mi día no podía ir mejor, la chica se dío la vuelta, y reconocí su rostro inmediatamente.

 

-No puede ser- dije dibujando una de mis mejores sonrisas en mi rostro.

 

Raiza se encontraba allí. Ella sería mi nueva compañera. Me alegra tanto que haya podido llegar tan pronto, me moría de ganas por verla, y el hecho de que sea mi compañera es algo simplemente estupendo. Me lanzo a sus brazos dándole un abrazo fuerte y riendo.

 

-¡Adivina quién es tu nueva compañera!- dice separándonos y agitando mis hombros.

 

-¡TÚ!- dije volviéndola a abrazar pero solo como por cinco segundos- ¿Y comó paso?, ¿en qué momento llegaste?, ¿qué ha pasado estós días?- Raiza me miro con cara de: "wow, tranquila chica", lo cuál me hizo reír.

 

-Pues, de acuerdo, resulta que hubo un error en cuanto a mis resultados del examen, pero no lo notarón hasta ayer, mientras tanto, estos días nos han puesto a ejercitar mucho tanto nuestro cuerpo como nuestros poderes, era algo agotador, pero resulta que en el examen me verdadero resultado era de un sesenta y cuatro porciento y soy nivel cuatro, la directora Rogers habló conmigo anoche y me lo explicó, también se disculpó conmigo y me dijo que tú serías mi compañera, hoy desayuné está mañana e inmediatamente me vine para acá. Al llegar me recibió una chica llamada Natalie y me enseñó el instituto, y pues estoy aquí hace más o menos una hora, estaba organizando mis cosas lo mejor que pude y estaba descansando un poco sentada en la cama, y luego llegaste tú, eso es todo.

 

-¡Genial! Y, ¿ya terminaste de organizar tu ropa?

 

-Pues... casi. Solo me faltan un par de prendas, pero no es la gran cosa.

 

-Sí quieres puedo ayudarte.

 

-De acuerdo, me encantaría.

 

Pasamos otra media hora guardando y organizando lo que le hacía falta a Raiza. Tal parece que Raiza sí traía más ropa de su casa que yo. Nunca me había cuestionado su nivel y sector económico, supongo que no era bajo como el mío, pero tampoco tan alto como el del alcalde.

 

Después pasamos otra hora conversando sobre las clases y los horarios, sobre las actividades, y básicamente todo lo académico. Recordé que la cena es a las siete treinta, así que Raiza y yo salimos para dirigirnos al comedor. Al bajar al siguiente piso, Julieta ve a Raiza y pone una gran sonrisa, luego le da un abrazo suave, y en lo que queda de trayecto al comedor ellas conversan de la estancia de Raiza aquí, lo cual deja encantada a Julieta.

 

Después de comer volvemos a la habitación dispuestas a dormir. Hasta ahora son las ocho y media, pero por alguna razón las dos estamos sumamente cansadas. Casi cuando estábamos a punto de meternos bajo las sábanas, Natalie llegó entrando suavemente al cuarto.

 

-¿Qué te pareció tu nueva compañera?- el tono alegre con el que habla me indica que lo más probable es que Natalie supiera que yo era amiga de Raiza.

 

-No podría haber pedido una mejor- Raiza sonríe tímidamente ante mi respuesta.

 

-Me alegro mucho. Solo vine a decirte o bueno, a decirles, que a partir de ahora yo no las voy a despertar en las mañanas, si las voy a seguir asistiendo, pero no voy a estar siempre presente, ¿de acuerdo?

 

-Esta bien....creo- dudé.

 

-Ahora sí ya pueden acostarse a dormir, lamento la interrupción.

 

-Tranquila Natalie,  buenas noches.

 

-Buenas noches.

 

Al día siguiente me despierto con el sonido de una alarma. Raiza dice que va a dormir cinco minutos más y yo la dejo. Me dirijo al baño y me miro en el espejo, y encuentro algo extraño en mi, mis ojos ya no son completamente grises, ahora tienen un poco de azul en el centro y lucen extremadamente brillantes, casi no parecen mis ojos. Aquel cambio me espanta así que grito pero no tan fuerte, pero si lo suficiente para despertar a Raiza.

 

-¡¿Qué ocurre?!- preguntó del otro lado de la puerta, preocupada.

 

Miro mis ojos espantada unis segundos más, sin responder a Raiza, volviendo a la realidad, tomó inas gafas oscuras que de casualidad estaban ahí y me las pongo para poder ir a tomar mi ropa.

 

-Nada- dije saliendo del baño. Raiza me miró confusa al ver que usaba gafas oscuras.

 

-¿Porqué rayos estás usando gafas oscuras aquí y a está hora?- pregunta frunciendo los labios.

 

-¿Porqué no?- respondí nerviosa.

 

-Ah claro ya entiendí, estás loca- dijo fingiendo risa.

 

No respondo nada. Simplemente tomo un par de prendas de mi armario y vuelvo a entrar al baño para darme una ducha.

 

Cuando ya estoy lista, salgo del baño, lista para ir a clase de dominación, claro está, debo esperar a que Raiza se duche y se vista.

 

Salimos y al parecer los demás se adelantaron, pues no nos encontramos a nadie en el ascensor. Estando ahí, me entró un dolor inmenso en los ojos, lo cual no hizo más que confundirme más de lo que ya estaba. Decicí esconder el dolor, pues no quería que Raiza hiciera preguntas o se preocupara. Pero el dolor era cada vez más insopertable.

 

A pesar del dolor y de las preguntas sobre las gafas oscuras, pude poner atencón en la clase. El tema que explicó hoy la maestra Lockwood, es que al parecer, todos los elementos poseemos un poder especial, no es tan fuerte pero aún así ahí está, los poderes son:

 

Tierra: aturdir la mente por tiempo limitado.

 



#1191 en Fantasía

En el texto hay: instituto, romance, poderes

Editado: 08.06.2021

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