Me levanto bien temprano para ir a clase de dominación, pues hoy es jueves y hoy la clase empieza antes. Sé que la directora me dijo que los efectos secundarios no se detendrían, pero hoy me desperté sintiéndome mejor.
A pesar de que me levanté antes, Raiza se fue primero que yo, pero eso fue porque ella ni se molestó en arreglarse, apenas se dio una ducha y se vistió, ni siquiera se peinó. Yo en cambio, el día anterior esyoy segura que estaba desechable, por eso hoy quise arreglerme aunque sea un poco.
La clase del día estuvo súper casual, ósea solo practicamos con los poderes pero nada nuevo, aunque no para de preguntarme qué habrán aprendido los días que yo falté.
Pues bueno, el día pasó rapidísimo. Y al terminar con mi clase de manejo de la hipnosis, me dierón de nuevo nausesas, así que salí corriendo muy rápido hacia mi habitación, pero me estrellé de nuevo con Evan. El cual al verme, se quedó perplejo, mirándome fijamente a los ojos. Tardé tan solo diez segundos en notar que mis gafas se habían caído al suelo con el golpe, y que lo que observaba él eran mis ojos bicolor. Rápidamente me agaché y tomé mis gafas, me las volví a poner y salí corriendo de nuevo para esquivar preguntas. Lo escuché llamándome a lo lejos pero lo ignoré, sabía que me iba a hacer muchas preguntas, y no estoy segura de ser capaz de responderlas, además de no querer hacerlo.
Al entrar en mi habitación, cerré la puerta tras de mí, me recosté en ella y me deslicé hasta el piso. Evan había visto mis ojos. Yo creería que la historia de Abigail es bastante conocida aquí, así que es obvio que todos en en instituto deben saber cómo luce una mezcla como yo, y deben saber identificarla con solo verme. Creí que podría durar más ocultando el secreto, y tan solo en el primer día ya lo he estropeado. Sé que en algún momento tendré que hablar con Evan, pero por ahora trataré de alejarme lo más posible de él.
Vomité un poco, y luego ya me sentí fresca como una lechuga. Raiza llegó unos minutos más tarde y se le veía muy felíz, así que no pude evitar preguntar.
-¿Que te trae tan contenta?
-Nada, es solo que conocí a un chico- dijo sacándose la chaqueta.
-¿Ah sí? ¿Y como se llama?- dije viéndola con cara pícara.
-Se llama Evan- un momento, ¿Evan?-. Pero no me gusta, solo es que me contó un chiste muy bueno que no me ha dejado de dar risa.
-Ah, ¿y como se conocierón?- dije, aunque se nota por mi tono de voz que esto me resulta un poco incómodo.
-Pues, es que él es amigo de un chico de Tierra, que sí me gusta, y me lo presentó. Por cierto, creo que el chico de tierra se está empezando a fijar en mí, se llama Matthew y es muy adorable conmigo, y pues como eres mi mejor amiga, le he hablado sobre tí, espero que no te moleste- negué con la cabeza-, bien, y pues creo que Evan es su mejor amigo, no estoy muy segura, pero creo que así es, y pues Matthew me dijo que si nos gustaría tener una cita doble- ¡¿QUÉ!?-. Sé que es inesperado, pero Matthew no quiere dejar solo a Evan y pensó que se podrían llevar bien, y yo tanbién lo creo, pues Evan es un chico de lo más dulce y carismático, de seguro de caería bien.
-Amm...- ¿comó se supone que le arruine esto a mi mejor amiga?
-Ay por favor Avril, haz esto por mí, Matthew en verdad me gusta, y creo que podría funcionar.- sus ojos de perrito hacen que me rinda.
-Ash! Esta bien, lo haré solo por tí, pero me debes una, y no me puedes obligar a socializar con Evan o con Matthew, ¿okey?
-Sí, sí, te lo prometo, ¡eres la mejor!- me dio un fuerte abrazo que casi hace que me caiga.
-¿Y cuando es?- dige tomándola por las muñecas para finalizar el abrazo.
-Es mañana por la tarde. No es a cenar ni nada por el estilo, es solo salir a conversar un rato y conocernos mejor, ¿que opinas?
-Pues, no es el mejor plan del mundo, pero supongo que no está mal.
-Gracias por hacer esto por mí. Ahora, es tiempo de ir a cenar o nos dejarán sin comida.
-Cierto- dije asintiendo fuertemente con la cabeza y después salimos.
La comida como siempre un gran buffet, y aunque estaba delicioso, no lo pude disfrutar del todo bien, pues Evan no me quitaba los ojos de encima. Por una parte sentía que me miraba con odio, pero por otra, sentía que me estaba analizando, como si fuera algo que nunca creyó ver. La tensión se podía ver en el aire. ¿Como rayos se supone que lo voy a esquivar, si vamos a tener una cita doble en la cual por más que no quiera hablar, tendré que hacerlo? Agh!
Cuando estamos con Raiza en nuestro cuarto, charlamos como una hora, y finjo que estoy dormida hasta que Raiza sí lo está. Descanso un poco sobre mi cama, esperando a que aquél guardia envíe la nota por debajo de la puerta. A partir de ahora la vería todos los días a las once de la noche. Pero, el problema es ¿comó le diré que en mi primer día ya alguien se ha dado cuenta de mi secreto? De seguro estará súper molesta conmigo.
Momentos más tarde entra la nota con la misma frase de la vez pasada. La vuelvo a doblar y me pongo mis gafas. Esta vez no me puse gorro, porque mi cabello permanecía rubio, aunque ahora un poco más oscuro por algúna razón, pero mis ojos no eran ni azules ni grises, eran ambos.
Salgo y dejo que el guardia me guíe hasta la oficina de la directora Rogers.
Al estar con ella, retiro mis gafas, y logro ver una enorme sonrisa en su rostro.
-Hola Avril.
-Hola directora Rogers.
-Pues Avril, hoy no haremos la gran cosa. Solo te enseñaré lo básico de tu nuevo elemento, y las mayores complicaciones que puedes tener a lo largo de este proceso.