Instituto de Elementos

Capítulo 31

Empecé a leer un libro que me había traído por si me aburría, pero no tenía sentido, leía las palabras pero no las analizaba, era inútil leer un libro sí al fin y al cabo no vasa recordar lo que leíste.

 

Cerré el libro muy fuerte y me senté en el borde de la cama. ¿Cómo me siento ahora? Sé que ne ha pasado prácticamente nada desdde lo que pasó con Evan, pero ya no me siento tan mal. Claro que aún estoy rota y aún me siento muy decepcionada y enfadada, pero por alguna razón, todo la negativo que había en mi interior ya no es tan fuerte como antes. Supongo que es porque me di cuenta de que tengo otras personas con quien puedo contar; como la directora Rogers o Raiza, y como olvidar a Julieta. Hace bastante que no hablo con ella, debería ir a su habitación a saludarla, que no sienta como si ya no me importara.

 

Salí de mi habitación y me dirigí al ascensor, ahí marqué el número del piso de Julieta y llegué allí. Busqué la habitación de mi hermana, estaba casi hasta el fondo del pasillo. La puerta estaba un poco abierta, así que entré sin tocar la puerta. Un claro error. Llegué en un mal momento, pésimo momento. Vi a Julieta y a Elise besándose. Ambas se detuvierón al verme. Sin decir nada, cerré la puerta y me fui sintiéndome de lo más incómoda.

 

Ya empezaba a caminar cuando Julieta me llamó. Me volteé.

 

-Yo... No sé cómo explicarlo- dijo con las mejillas súper rojas.

 

-No te preocupes, no tienes que hacerlo, lo respeto en serio. Lamento haber entrado sin tocar, quería verte no hemos hablado mucho en estos días y me haces falta.

 

-A mí también me haces falta- sonrió-. Ahora, explícame porque tienes los hombros caídos, la piel pálida y los labios resecos. Y si no me equivoco, bajo esas gafas debes tener los ojos hinchados y muy rojos. Claros signos de que has estado llorando, ¿porqué?- me asombró lo bien que me conoce.

 

-Pues... ¿Por donde empiezo?

 

-Por el principio.

 

-Okey- me quité mis gafas. La expresión de Julieta me fue respuesta suficiente-, yo soy la mezcla. Ese es el principio. Conocí a un chico que por accidente descubrío mi secreto, así que era agradable tener a alguien con quien hablar sobre eso, y creo que terminamos enamorándonos, así que comenzamos a salir, pero el miércoles lo vi besando a Ava y pues claramente cómo ves estoy destrozada.

 

Le había puesto demasiada información en la cabeza demasiado rápido, parecía que le costaba procesarla.

 

-O... key. Pues, primero: no te preocupes no diré tu secreto, lo juro. Segundo: ¿porqué rayos no me contaste sobre un chico? Y tercero: tranquila, no dejes que eso te afecte, tú misma me enseñaste a ser fuerte y verdaderamente no vale la pena llorar por eso.

 

-De acuerdo, lo tendré en cuenta.

 

-Una cosa más antes de que te vayas; ¿acaso nunca consideraste que lo que pasó con el chico pudo no ser intencional?

 

-¿A qué te refieres?- pregunté

 

-Ya sabes, a veces las chicas besan a un chico sin pensar, tal vez es uno de esos casos.

 

-No lo creo. Hasta donde vi, parecía un beso verdadero.

 

-Como digas. Bueno, hablamos después- dijo.

 

-Okey.

 

No estaba segura de cómo me sentía con respecto a lo que tiene Julieta con Elise, pero lo que dije era en serio, lo respeto. Es su vida y puede hacer lo que quiera, siempre y cuando sea feliz con ello. Ya que lo que más me importa en la vida es que mi hermana sea feliz.

 

Volví a mi habitación, Raiza ya estaba ahí.

 

-Hey, ¿quieres salir a comer?- me quede medio en shock un segundo.

 

-¿Qué?- no puse mucha atención.

 

-Si, ya casi tenemos que volver al instituto y pues pansé que te gustaría salir a comer algo rico.

 

-Claro, ¿porqué no?

 

Salimos del hotel. La siguiente cuadra estaba llena de restaurantes de todas las clases, por mi cualquiera estaría bien, pero Raiza ninguno parecía convencerle. Después de unos cien restaurantes rechazados llegamos  a uno de comida rápida, lo gracioso es que a Raiza le convenció ese solo porque en el logo había una vaca tierna. Nos sentamos en una mesa del fondo y ordenamos.

 

Mi mala suerte se había puesto ruda estos días, porque unos momentos después llegarón Evan y Matthew ¡mera coincidencia! Matthew se acercó y Evan claramente lo siguió.

 

-Oye Avril, lamento haberme enterado de esa manera, probablemente no quieres que nadie sepa, así que no le diré a nadie si así lo deseas- dijo.

 

-Gracias Matthew, es bueno saberlo- le sonreí. Y se formó un silencio incómodo.

 

-Bueno Matthew si quieres ya se pueden ir, te llamo luego- dijo Raiza, agradecí no tener que decir nada.

 

-Okey, te veo luego- le dio un beso a Raiza, Evan y yo apartamos la vista.

 

-Lamento eso- me dijo Raiza cuando ellos ya estaban lejos.

 

-No hay cuidado.

 

-La comida estaba deliciosa, como me gustaría que Victoria tuviera la posibilidad de probarla, pero aún más me gustaría poder verla.

 

Volvimos al hotel, casi no charlamos, el ambiente estaba un poco incómodo tendría que trabajar en ello.

 

Los pocos días que faltaban para volver el insituto pasarón volando. Estabamos alistando maletas para irnos, al autobús que nos llevaría al aeropuerto llegaría en media hora. En cierto modo me siento un poco de decepcionada de que Evan se haya rendido tan fácil, claro yo le pedí que se alejara pero, no sé, algo en mí quería que lo siguiera intentando.

 

Sabía que era inútil volver a sufrir con el despegue del avión, pero no pude evitarlo, ya despúes me calmé. En el vuelo me puse a reflexionar todo lo que pasó en nuestra estancia en los países lejanos, me fui tal y como llegué, sin contacto con Evan. La gran diferencia, es que al llegar no sentía ese peso en mi corazón que siento ahora. Me entristece lo pronto que acabó nuestra relación, es una de las pocas personas que puedo decir que en serio quise y mucho. De resto no fue la gran diferencia.



#1145 en Fantasía

En el texto hay: instituto, romance, poderes

Editado: 08.06.2021

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