Instituto de Elementos

Capítulo 34

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Logré darme cuenta a tiempo de que Raiza y Matthew se acercaban, así que dejé de besar a Evan, pero esto no había terminado.

 

-Tenemos la llave- dijo Raiza.

 

-Genial, entremos- dije.

 

Posteriormente, Raiza y Matthew volvierón a aturdir al guardia y entramos a la oficina. Nos dirigimos al cajón de archivos y cada uno buscaba en un bloque diferente. El que encontró mi archivo fue Evan, e inmediatamente Raiza lo reemplazó por el falso, y aunque no debía tambíen tome el de Julieta, volví a cerrar el cajón y salimos de la oficina rápidamente. Entonces, Evan borró la memoria del guardia.

 

Nos reunimos en el mismo lugar de antes y nos dispusimos a abrir mi archivo. Esto iba a ser algo incomodo pues en ese sobre se encontraba prácticamete todo lo que soy.

 

Al abrirlo, habían varias páginas de información. Decidimos leerlo todo, por si acaso.

 

-Nombre completo: Avril Denise Reyes Steele- era vergonzoso que ahora supieran mi segundo nombre-, Edad: 18 años, Fecha de nacimiento: 09 de septiembre, Elemento: agua, Providencia: sur de Balmett, Responsable: Victoria Harrison, Familiares: Sarah Julieta Reyes Steele...

 

-Detente- le pedí a Raiza-, ¿hay algo importante sobre mí, que sea realmete necesario saber?

 

-¿Tu segundo nombre es Denise?- preguntó Raiza ignorando por completo mi pregunta.

 

-Si, si, responde- miró el archivo y comenzó a leer rápidamente.

 

—Aquí hay algo: se requieren pruebas, la estudiante ha estado actuando sospechoso y no asistió a la prueba de identificación de la mezcla, inspección inmediata, se solicita discreción. Más adelante dice esto: la estudiante pasa demasiado tiempo con lentes oscuros en interiores, señal de ocultar algo— leyó Raiza.

 

-Maldición- dije.

 

-Bueno, ahora nosotros tenemos los archivos y ellos no, eso es una ventaja. Ahora que Daniel no tiene con qué no tiene con qué acecharte ni culparte podemos averiguar más a fondo que es lo que en realidad está buscando.

 

-Es verdad, ¿eso quiere decir que debemos esperar hasta mañana para seguir con el plan?- pregunté.

 

-Supongo- respondió Raiza.

 

Deje que Raiza y Matthew tomaran su propio camino, para yo tomar el mío con Evan. Sin rumbo fijo empezamos a caminar, nos manteníamos muy cerca. Me sentía tan culpable al no haberlo dejado explicar, solo me hundí en mis pensamientos y no deje si quiera que se acercara, fui tan torpe, sentía que debía recompensarlo de alguna manera.,

 

-Y...- comenzó a decir Evan- ¿Qué quieres hacer?

 

-No lo sé, ¿tú qué quieres hacer?

 

El ambiente era tenso pero calmado a la vez, no sabía bien como explicarlo. La verdad, por mi parte tenía muchas ganas de lanzarme encima de él y besarlo hasta el cansancio, pero temía que él no quisiera lo mismo así que me contuve. Llegamos al cuarto de Evan.

 

Me quedé admirando la decoración unos minutos, fotos de su hermano, su madre y supongo que algunos otros familiares. No duré mucho, Evan me tomó por los hombros y me giró. me besó apasionadamente, me alegraba que pensáramos en lo mismo. Pero recordé algo. Detuve el beso.

 

-Oye, debes de tener un compañero- le recodé.

 

-Oh sí, Scott. Probablemente vuelva más tarde.

 

-No planeo arriesgarme- dije.

 

-Bien y ¿a dondé quieres ir?

 

Algo dentro de mí recordó vagamente la escapatoria del instituto que me había enseñado Evan, y la verdad me pareció un estupendo lugar.

 

-Vamos al bosque- dije animadamente- ¿te parece buena idea?

 

-Me parece una increíble idea.

 

Agarró una manta y tomó mi mano, se dirigió hacia aquel lugar con cuidado de no ser vistos. Al salir al bosque nos alejamos del instituto y extendimos la manta en el piso lleno de hojas, los árboles ya no eran como los recordaba, sus hojas ahora eran verdes y tenían mucha más vida. No esperamos ni un segundo, nos recostamos y retomamos los besos.

 

Me sentía tan viva, había extrañado a Evan con cada minúscula parte de mi corazón, el alivio que había sentido era incomparable y tenerlo tan cerca de mí ahora simplemente no podía describirse. Me preguntoo si él sentirá lo mismo por mí que yo por él, sentir que mi cuerpo arde cada vez que sus labios se mueven sobre los míos y un cosquilleo cada vez que me dedica una sonrisa.

 

Las horas pasaron, incluso sonó la campana para la cena pero ahí nos quedamos, no les haríamos falta por una noche. El cielo estaba lleno de estrellas y la luna brillaba grande en el cielo nocturno, estábamos los dos recostados mirando aquella astral escena, con mi cabeza sobre el pecho de Evan y él acariciando mi cabello solo me preguntaba si este momento podía ser más perfecto.

 

De repente oímos algo, escuchamos pisadas en las hojas, no estábamos solos. Nos quedamos quietos y callados, tratando de contener la respiración. Cuando aquellos pasos estaban más cerca, pudimos distinguir voces.

 

-Esto me parece innecesario, Nate- decía una voz femenina.

 

-Evie, tú solo has lo que se te dice por una vez en tu vida- respondió el chico.

 

-Y exactamente ¿qué buscamos? ¿una chica? ¿un chico? ¿una mujer? ¿un hombre?

 

-Por lo que escuché, es una chica.

 

-¿Y cómo quieres entrar? Es obvio que no nos van dar paso después de tantos años.

 

-Hay una pequeña compuerta por la parte de atrás del instituto, es perfecta para entrar , una vez ahí buscaremos a Daniel y posteriormente a la chica,es nuestro deber llevárnosla de ahí.

 

-¿Te dierón algun nombre?



#1141 en Fantasía

En el texto hay: instituto, romance, poderes

Editado: 08.06.2021

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