Fragmentos de la sesión grupal de terapia psicológica dirigida a la familia K.R. Para facilitar la transcripción, se utilizará abreviaturas para cada uno de los nombres de los pacientes y de la profesional a cargo.
Jordan: J.; Brenda: B.; Nathaniel: N.; Terapeuta: T.
Fecha: Jueves, 17 de enero de 2019
T: Me gustaría que me contaran, en sus propias palabras y, sin presiones, las razones por las cuales han decidido venir, voluntariamente, a esta sesión grupal de terapia.
N: Yo no diría que tan voluntariamente, pero bueno.
B: Porque nuestro matrimonio se desbarata, doctora. Pero creo que usted ya lo sabe.
J: Porque soy la causa de que mi matrimonio no funcione. Y porque he fracasado en intentar remediarlo.
N: Porque mi madre está casada con un tipo que no la merece, y da la casualidad de que ese tipo es mi papá.
T: ¿Alguno siente que ha sido traído aquí en contra de su voluntad?
N: No es que hayamos venido aquí porque nos guste, precisamente. Yo mismo he perdido un semestre en la universidad por asistir a terapia con usted. Eso no me hace ninguna gracia.
B: Pero, ¿reconoces que te ha servido, o no?
N: I couldn’t say, mom.
T: Les solicitaría que nos comunicáramos los cuatro en el mismo idioma, si no es molestia.
N: Sorry. No te sabría decir, mami.
J: For he record, yo no vine aquí obligado.
B: ¿Qué acaba de decir la doctora, Jordan?
J: Oh, sorry. Digo, lo siento.
B: Los dos tienen esa bendita manía de hablar en dos idiomas, doctora, cuando dominan perfectamente el español.
J: Me hubieras dicho que te molestaba.
B: ¿Eso habría hecho que pararas? Ni siquiera escuchas a la doctora, y me vas a escuchar a mí.
J: Veintidós años mezclando español e inglés frente a mi esposa, y recién me vengo a enterar de que no le gusta. Así nos va, doctora.
N: Esto es vergonzoso de ver, la verdad.
B: Es que es tan esnob e innecesario. Como si quisieran que todo el mundo sepa lo gringos que son. Me pone de los nervios.
T: Bien, aquí tenemos un punto. La falta de comunicación interpersonal como un obstáculo para llevar una relación saludable.
N: Créame cuando le digo, doctora, que ese no es el peor de los problemas que tienen mis padres.
J: ¿Así que tú nos vas a decir de qué padecemos, Nathaniel?
N: Tengo una lista en mi app de notas. Si quieres, te la leo.
B: ¡Basta los dos!
T: Brenda, déjeme que sea yo la que ponga límites.
N: She caught you, mom!
J: ¡Nathaniel!
B: ¡Que no hablen en inglés, carajo! Perdón, doctora.
N: Créeme, ma. Le estamos dando material para el análisis.
T: Vamos a calmarnos. Nathaniel, parece que te gustaría decir algo que tienes guardado y no te atreves a decir.
J: Sí, Nathaniel, cuéntanos, ¿en qué te afecta que tu madre y yo estemos al borde de la separación?, ¿que no era ese tu sueño dorado?
T: Jordan, permita hablar a su hijo con libertad.
B: Sorry, doc. Damn it! Perdón.
N: Por supuesto que quiero a este señor lejos de nuestras vidas. Pero, por supuesto, eso es imposible. Y me enferma.
T: ¿Por qué te enferma, Nathaniel?
N: Porque lo único que deseo con absoluta seguridad, es una completa imposibilidad.
J: Como podrá apreciar, hasta mi propio hijo me odia.
N: Has hecho méritos, dad.
T: ¿Existe una manera de reparar ese vínculo que está tan erosionado entre ustedes?
N: Yo diría que sí.
T: ¿Cuál crees que sea, Nathaniel?
N: Es obvio, mi papá tiene que desaparecer. No sé, regresar a USA, olvidarse de esta familia, como lo hizo por catorce años. Those were the days!
B: Que hablen en español es un caso perdido.
T: Regresemos al tema. Al parecer, añoras los años en los que tu padre estuvo ausente.
N: ¡Bingo!
T: ¿Por qué?
N: ¿Acaso no es obvio?
T: No, no lo es. Necesitas verbalizarlo.
N: Mmm, well, mi mamá era más feliz.
B: Eso no es cierto, hijo.
N: Para mí, sí.
T: ¿Qué más?
N: No sé, nunca peleábamos. Mi mamá y yo éramos un equipo. Vivíamos en armonía hasta que llegó este señor.