Fragmentos de las sesiones individuales de terapia psicológica de Nathaniel K.R. Para facilitar la transcripción, se utilizará abreviaturas para el nombre del paciente y de la profesional a cargo.
Nathaniel: N.; Terapeuta: T.
Fecha: Jueves, 24 de enero de 2019
T: Espero que te encuentres bien, Nathaniel.
N: Hoy, menos que ayer.
T: ¿Qué es lo que te ha afectado últimamente?
N: Tú lo sabes de sobra. La “buena nueva” de mi madre no me ha sentado nada bien.
T: ¿Qué es lo que te molesta, exactamente?
N: No te sabría decir con seguridad, pero, desde que nos enteramos del hecho, no sé… estoy como… intranquilo. Más que antes, incluso.
T: ¿A qué se debe?
N: No es por mí, no creas que soy tan egoísta. Digo. Tengo diecinueve años. Voy a cumplir veinte ya mismo. No se trata de celos. O, bueno, tal vez un poco. Pero es algo más. Envidia, tal vez.
T: ¿Envidia, dices?
N: Siempre debo avergonzarme frente a ti, pero supongo que exponerse de esa manera es parte de la terapia.
T: Explícate, por favor.
N: No sé… la cara de mi padre cuando se enteró de que mamá está embarazada de nuevo… fue priceless. Nunca he visto a mi padre en ese tipo de trances.
T: Continúa. Te escucho.
N: Siempre pensé que a papá sus hijos le daban igual. Que éramos algo así como una obligación vital. No algo de qué alegrarse. En especial, en mi caso. Tú sabes bien por qué.
T: Te sorprendió ver a tu padre feliz de saber que tendrá otro hijo.
N: Sep.
T: Y envidias a tu hermano nonato por eso.
N: Tal vez. ¿Soy muy inmaduro por sentir eso?
T: No lo creo, es perfectamente normal. En especial para un hijo único.
N: Eso. Me siento desplazado. Lo curioso es que tengo dos hermanos más, pero… por alguna extraña razón, siempre sentí que solo estaba yo. Yo y mi mamá.
T: Entonces no es con tu padre el problema.
N: Bueno, tal vez sea la costumbre de atribuirle a mi padre la causa de todos los issues de mi vida. Así que, sí, supongo que mi molestia está más del lado de mamá, al menos por esta vez.
T: ¿Te sientes amenazado, acaso?
N: He sido el only child de mi madre toda mi vida. Presiento que dejar de serlo será un evento traumático. Pero, qué se le va a hacer. Ya soy un adulto y hasta me he independizado, bueno, parcialmente. Le deseo toda la suerte del mundo a ese bebé. Porque la necesitará.
T: ¿Por qué dices eso?
N: Es lo que les pasa a los hijos de esta familia. Nacen para suplir una falta de sus padres. En mi caso, la necesidad económica de mi madre. En el caso del nuevo bebé, para evitar una separación inminente. Damn it! Llegó en el momento menos oportuno.
T: ¿El momento menos oportuno?
N: Las cosas estaban saliendo a mi medida en la sesión grupal. Asistí con la esperanza de ser testigo de primera mano de la separación de mis padres. Estaba seguro de que algo así pasaría, hasta que a mi mamá se le ocurrió soltar la bomba. No es justo, doc. Un deux ex machina en mi contra.
T: ¿Un deux ex machina?, ¿qué es eso?
N: Un evento sacado de la manga que salva el trasero de los personajes, de la nada. Aunque, bueno. Tampoco es tan de la nada. Mis papás tiraban como locos y no son lo que se dice precavidos, así que, supongo que hasta era predecible. Una consecuencia lógica de sus rituales de apareamiento irresponsables. Mejor olvida lo que dije.
T: No te lo esperaste, sin embargo.
N: Mi mamá ya es mayor. ¿Qué quieres que te diga? A su edad, un segundo embarazo no es tan probable, pero tampoco imposible.
T: Y eso arruinó tus planes, supongo.
N: Es que no me puedo dar el lujo de planear nada, doc. Como tú misma dices, son eventos que están fuera de mi control. Lo que me queda es asistir como espectador a ese melodrama americano-capitalino que han montado mis padres durante décadas.
T: Has sido más influyente en la relación de tus padres de lo que crees.
N: Al principio, obviamente. Yo fui el leit motiv de su unión. Pero, ya después, nah. Un personaje secundario, en el mejor de los casos.
T: Te das muy poco crédito, la verdad.
N: No lo creo. Esos dos pasan de mí. Soy un obstáculo, tal vez. Pero uno bastante salvable. Si no fuera así, no estaría en terapia tratando de aceptar que mi mamá y ese señor que dice ser mi padre están casados, en contra de toda lógica y buen juicio.
T: No es lo que tus padres me han contado en terapia. Su perspectiva con respecto a ti es diferente. Tú eres un elemento central en sus vidas, aunque no lo creas.