Instructivo para (des)enamorarme de ti

Capítulo 11: Aclarar

—No puedo creer que los dos chicos más sexys del equipo de soccer se enfrentaran por ti —pronunció asombrada Victoria, tomándome desprevenida.

Dejé mis apuntes a medias, y me fijé en que ella y Dionne parecían muy entretenidas en el celular.

—¿De qué estás hablando? —cuestioné, sin entender a qué se refería.

—¿No has visto el nuevo vídeo que publicó el buzón de Haldenport?

Negué con la cabeza y Dionne me entregó el celular, donde se veía claramente a Shane y Lexter el día de la inauguración, conmigo en medio de ambos. No se podía escuchar lo que decíamos, pero en letras grandes escribieron “¿Enfrentados en el juego y ahora también en el amor?” Y varios comentaban que sabían leer los labios, que Lexter decía que yo era suya, que Shane le pedía que se alejara de mí, y muchas más exageraciones desmedidas.

¡Perfecto! Vergüenza principal desbloqueada: ser grabada sin mi consentimiento y expuesta en Internet.

—Te lo tenías bien guardado, eh —señaló Dionne, viéndome con picardía—. Y yo que pensaba que Shane estaba interesado en Tammie.

—Tienen que dejar de creer en todos los chismes que salen en Internet —contesté, apoyando los brazos en el escritorio y hundiendo mi rostro en ellos—. Grabar a alguien sin su consentimiento debería ser multado —me quejé, aunque posiblemente, desde mi posición, ellas no podrían entenderme.

—¿Entonces no estaban peleando por ti? —siguió Vic con el interrogatorio, apoyando su mano en mi espalda.

Lancé un suspiro frustrado, levantando la cabeza.

—No, ustedes saben que Lexter y Shane se detestan. Lexter estaba hablando conmigo, de la nada llegó Shane, con sus aires de amigo sobreprotector, diciéndole que se iba a aprovechar de mí como el día de la fiesta y eso fue todo —expliqué, observando hacia atrás, donde se hallaba él junto a Jaden.

Casualmente, su mirada ya estaba puesta sobre mí. Desvié la vista con rapidez.

—¿Amigo sobreprotector o amigo celoso? —insinuó mi amiga, y Dionne negó con la cabeza.

—No, Keiry tiene razón. A Shane le gusta Tammie, la persigue a todos lados, incluso entró a la obra escolar para estar más cerca de ella.

—¿De ella o de Keiry? —Victoria se mostró muy convencida de la respuesta a su pregunta… y no comprendía por qué.

—Estoy de acuerdo con Dionne, Vic. Es imposible que Shane esté interesado en mí de otra forma que no sea la amistad —comenté, jugueteando con mi lapicera—. Ahora, quiero preguntarles algo…

Las miré con duda, y Dionne movió la mano, incitándome a que siguiera hablando.

—¿Creen que esté mal que Lexter y yo hablemos siendo él el peor enemigo de mi mejor amigo? —pregunté, esperando uno de los sabios consejos que solo ellas podían darme.

Me hartaba pensar cada día en que, con cada una de mis acciones, me iba convirtiendo en una traidora de lo peor. Se supone que cuando alguien lastima a tus amigos, automáticamente te lastima a ti… y era consciente de que Lexter siempre fue el clavo en el zapato de Shane.

—Bueno, es complicado… —inició diciendo Victoria y buscó ayuda en los ojos de su hermana.

—Shane y tú han sido mejores amigos siempre y tú más que nadie conoces el pasado y la relación presente que sigue habiendo entre ellos dos —secundó Dionne, haciendo una pausa eterna.

—Pero, que Lexter y Shane no se lleven bien, no significa que Lexter sea del todo una mala persona. Como todos, tiene sus defectos —Victoria siguió desarrollando la idea—. Si estuviera en tu lugar, sinceramente no sé qué haría, lo admito. Lo único que puedo decirte, es que hagas lo que sientes. Shane no te pide permiso a ti para tener amistades y obviamente tú tampoco tendrías que hacerlo.

—Solo ten en cuenta qué amistad es prioridad, y qué esperas de esto que está surgiendo con Lexter. Que acercarte a él no implique apartarte de las personas que más te importan, y que las personas que más te importan entiendan que, si tú quieres permitirte conocer a Lexter y tú misma descubrir qué tan bueno o malo es, estás en todo tu derecho de hacerlo y que eso no significa deslealtad —concluyó Dionne, con una seriedad que raramente se veía en ella.

Victoria afirmó, demostrando que apoyaba por completo sus palabras, mientras yo me quedé en silencio, decidiendo el primer paso que me llevaría a aclarar mi mente.

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—¡Muy bien, chicos! Si siguen con ese entusiasmo y dedicación, la obra será todo un éxito. —La profesora Kim aplaudió, levantándose de su asiento, y dando por concluido el ensayo del día.

Percibí que Shane intentó acercarse a Tammie, no obstante, ella le dio la espalda, ignorándolo. Tenía la leve impresión de que cierto vídeo era el responsable de ese comportamiento.

Shane se acercó a mí, al mismo tiempo en que comenzaba a recoger mis cosas.

—Definitivamente me odia —pronunció con mirada afligida, dejándose caer en el asiento libre a mi lado.

Me limité a brindarle una fugaz mirada de reproche.

Su escenita no solo provocó que mi nombre estuviera de boca en boca, sino que también, Tammie resultara molesta conmigo, creyendo que era una farsa toda esa charla de que tener algo con él sería considerado incesto. Y por supuesto, no se trataba de que me afectara si ella se enojaba o no conmigo, porque amigas no éramos, pero me incomodaba trabajar con una persona que todo el tiempo me mirara como si fuera un bicho raro.

—¿Tú también estás enojada? —cuestionó, entendiendo perfectamente mis señales.

—Dime algo, Shane, ¿Alguna vez te he hecho quedar en ridículo frente a los demás? —Apoyé mi mano en la cadera, esperando que contestara.

Él lo meditó y fruncí el ceño porque no había ni siquiera que pensar la respuesta.

—Sí, cuando íbamos en primaria pusiste una araña en mi comida y lloré frente a todo el salón y se burlaron de mí por una semana entera —replicó, señalándome con el dedo.

—¡Shane, estoy hablando en serio! —lancé un suspiro, frustrada.




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